La Paz de Westfalia y los Habsburgo
La herencia de los Reyes Católicos recayó en la dinastía de los Habsburgo. Con Carlos I de España comienza una etapa de esplendor del Imperio de los Habsburgo que se mantendrá durante el siglo XVI (Carlos I y Felipe II). En el siglo XVII, el reinado de Felipe III transcurre en calma, pero en el de Felipe IV el declive en Europa será un hecho. Esta crisis coincide con la general del siglo XVII. En el interior tuvo que hacer frente a las rebeliones de Cataluña y Portugal contra la política centralista del valido de Felipe IV. En el exterior, la Guerra de los Treinta Años (1618-48) empezó siendo una guerra de religión alemana entre católicos y calvinistas y acabó convirtiéndose en una guerra general cuando España, Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Francia se involucraron.
Esta guerra termina con la Paz de Westfalia, en la que España reconoce la independencia de Holanda, los príncipes alemanes obtuvieron plena soberanía sobre sus dominios, frente a poderes externos como el Emperador o el Papa, y se concedieron ventajas territoriales para Suecia. La guerra contra Francia continúa hasta 1659, año en el que España se ve obligada a firmar la Paz de los Pirineos, por la que cede el Rosellón, la Cerdaña y algunas plazas de los Países Bajos.
Los Decretos de Nueva Planta y la Centralización Borbónica
Tras la muerte de Carlos II sin descendencia, se planteó el problema sucesorio que llevó a la Guerra de Sucesión, donde se enfrentaron los dos pretendientes, Felipe de Anjou y el archiduque Carlos, apoyados por las distintas potencias europeas, ya que el conflicto se internacionalizó. La Paz de Utrecht puso fin a la guerra y supuso el reconocimiento de Felipe V como rey de España y la pérdida de los dominios españoles en Europa, así como Menorca y Gibraltar que pasaron a manos de Inglaterra.
La toma de poder político por el primer rey de la dinastía borbónica, Felipe V, trajo a España las fórmulas políticas francesas del absolutismo: unificación y centralización del poder político con la eliminación de los viejos fueros, que fue posible por la victoria del rey sobre los súbditos de aquellos territorios, considerados como rebeldes por haber apoyado a Carlos de Austria. La abolición se realizó para los reinos de la Corona de Aragón mediante los Decretos de Nueva Planta: para Valencia en 1707, para Aragón en 1711, para Mallorca en 1715 y para Cataluña en 1716. Estos decretos reestructuraron el sistema de gobierno de modo centralista y según los órganos institucionales existentes en Castilla. A partir de este momento solo se mantuvieron las autonomías de Navarra y las Provincias Vascas.
La eliminación de las peculiaridades de la Corona de Aragón no fue absoluta, ya que se mantuvieron intactos su derecho civil y algunas instituciones como el Consulado del Mar. Los Borbones establecieron así una estructura política y administrativa uniforme y centralista en todo el territorio basada en el modelo de Castilla, lo que favoreció el absolutismo monárquico.
El Golpe de Estado de 1923 y la Dictadura de Primo de Rivera
En el verano de 1923, los rumores sobre un golpe de estado eran continuos y la prensa venía denunciando las actividades conspiradoras. Las circunstancias que llevaron a la dictadura son de diverso orden:
- La derrota de Annual: El ejército exigía un cambio de política, mayores presupuestos para responder militarmente y vengar la humillación. La opinión pública se oponía a la continuación de la guerra y exigía responsabilidades. El gobierno se niega a aumentar los gastos y varios jefes militares se sumaron al golpe, entre ellos los africanistas.
- El auge del nacionalismo en Cataluña y el País Vasco era visto con recelo por los grupos más derechistas.
- La división de los partidos conservador y liberal y el ascenso de socialistas y republicanos alarmaba a la oligarquía y a los militares conservadores.
- El orden público también preocupaba a las clases dirigentes, aunque había mejorado un poco en 1922 y 1923. Un gobierno autoritario podía ser un freno definitivo para la protesta social y al auge del movimiento obrero (pistolerismo).
- La prensa de izquierda y de derecha coincidía con una crítica al gobierno y al sistema del turno. La posibilidad de “un hombre de hierro” que pusiera “orden” y practicara una “política quirúrgica” para acabar con las lacras de la Restauración, comenzaba a ganar adeptos.
- El apoyo del rey que colaboró con el golpe al no oponerse al golpe y contribuir a financiar el pronunciamiento.
- Contexto internacional: La crisis económica, el trauma generado por la guerra y el triunfo del comunismo en Rusia en 1917, alentaba los movimientos radicales y militaristas (gobierno fascista en Italia y en Centroeuropa gobiernos autoritarios).
El 12 de septiembre comienza la sublevación que triunfa primero gracias al silencio y después al apoyo de Alfonso XIII, que el 14 mandó al general formar gobierno. La burguesía apoyó el golpe y el PSOE y la UGT pasaron de estar a la expectativa a la aceptación y colaboración (comunistas y anarquistas se opusieron pero con escaso resultado). El nuevo régimen militar se presentó al país a través de un manifiesto como un proyecto de regeneración temporal (“paréntesis de curación”). El 15 el rey aceptó la propuesta de nombrar ministro único al general a quien asistiría a título consultivo un directorio militar compuesto por jefes del ejército.
La dictadura duró 7 años en los que se sucedieron 2 formas diferentes de gobierno: el directorio militar y el civil, denominados así por la procedencia de sus miembros. Sus rasgos más importantes son el partido único, el estado corporativo, el militarismo y el favorecimiento de las élites.