La Revolución Libertadora (1955)
La Revolución Libertadora fue un movimiento cívico-militar que contó con el apoyo de sectores civiles y partidos políticos para derrocar al gobierno de Juan Domingo Perón en septiembre de 1955.
Primera Etapa: Eduardo Lonardi
El primer presidente de facto fue el General Eduardo Lonardi. Su lema fue «ni vencedores ni vencidos«. Pretendía mantener una alianza entre los militares nacionalistas y los sindicatos. Criticaba aspectos del gobierno de Perón, pero al mismo tiempo intentó mantener una buena relación con los sectores trabajadores, buscando un «peronismo sin Perón».
Segunda Etapa: Pedro Aramburu y la Desperonización
El General Pedro Eugenio Aramburu reemplazó a Lonardi e impulsó una política de «desperonización«. Intervino la Confederación General del Trabajo (CGT) y los sindicatos, encarcelando a dirigentes políticos y sindicales peronistas. Derogó la Constitución de 1949 e impuso la proscripción del Partido Peronista, prohibiendo cualquier referencia a Perón, Eva Perón o símbolos asociados al peronismo.
Política Económica: El Plan Prebisch
El economista Raúl Prebisch fue convocado para diagnosticar y proponer soluciones a la situación económica.
Problemas Identificados
- Escasez de divisas.
- Fragilidad de la industria nacional.
- Dificultades para aumentar la productividad agropecuaria e industrial.
Propuestas
- Disminuir los gastos públicos para sanear las finanzas del Estado.
- Acrecentar los ritmos de trabajo en las industrias para incrementar la producción.
- Fomentar las exportaciones para obtener divisas.
- Incorporación a organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial).
Resultados
No se logró equilibrar la balanza de pagos (aunque las exportaciones crecieron). Disminuyó la capacidad de consumo de la población y hubo un aumento significativo de la deuda externa.
El Bombardeo de la Plaza de Mayo (1955)
El bombardeo a la Plaza de Mayo, ocurrido el 16 de junio de 1955, fue un ataque perpetrado por sectores de la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea Argentina contra la Casa Rosada y la Plaza de Mayo. Es considerado un acto de terrorismo de Estado, ya que se bombardeó a una población civil con el objetivo de generar miedo, derrocar al gobierno constitucional de Perón e instaurar un triunvirato civil (integrado por Miguel Ángel Zavala Ortiz, Américo Ghioldi y Adolfo Vicchi). Aunque el golpe fracasó en ese momento, fue un antecedente directo de la Revolución Libertadora.
La Resistencia Peronista
Tras el golpe, surgió la Resistencia Peronista, un movimiento que compartía los principios del peronismo: nacionalismo económico, justicia social y la intervención del Estado. Uno de los objetivos de Aramburu era aumentar la productividad industrial, para lo cual emprendió una «racionalización» de la producción, congelando salarios y limitando las negociaciones colectivas. Estas medidas, sumadas a los esfuerzos por desperonizar a la sociedad, reforzaron un movimiento de resistencia que buscaba mantener las conquistas logradas durante el peronismo.
Formas de Resistencia
- Huelgas en reclamo de salarios y condiciones laborales.
- Sabotajes en fábricas («caños»).
- Actividad en los sindicatos (única institución legal que mantuvo cierta estructura peronista).
- Acciones de comandos clandestinos (actos de desafío contra el régimen, pintadas, bombas de bajo poder).
El Levantamiento del General Valle (1956)
El General José León Valle encabezó una sublevación cívico-militar contra la dictadura de Aramburu en junio de 1956. El levantamiento fue rápidamente sofocado y tuvo un resultado trágico: numerosos militares sublevados, civiles y obreros fueron fusilados, incluyendo al propio General Valle, en ejecuciones clandestinas y sumarísimas.
La Presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962)
La División del Radicalismo
El radicalismo se dividió ante la proscripción del peronismo:
- Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP): Liderada por Ricardo Balbín, se oponía a cualquier acuerdo con el peronismo proscripto.
- Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI): Liderada por Arturo Frondizi, estaba dispuesta a vincularse con Perón exiliado para establecer un pacto secreto: levantar la proscripción a cambio del apoyo electoral de los peronistas.
Gracias a este pacto, Frondizi ganó las elecciones de 1958.
Frondizi y el Movimiento Obrero
Frondizi aspiraba a crear una nueva relación entre trabajadores, empresarios y Estado, bajo el concepto de «integración«. Promulgó una Ley de Amnistía para presos políticos y sindicales y una nueva Ley de Asociaciones Profesionales que devolvía poder a los sindicatos.
Consecuencias y Represión: El Plan CONINTES
Este proyecto fue visto por Perón y los dirigentes sindicales leales como un intento de cooptar al movimiento obrero, pasando a una oposición abierta. Además, la política económica desarrollista de Frondizi (con acuerdos petroleros y fuerte inversión extranjera) generó inflación y conflictos laborales, conduciendo a un deterioro de los ingresos de los trabajadores. Esto provocó numerosas huelgas. Como respuesta, el gobierno implementó el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), que otorgaba a las Fuerzas Armadas facultades represivas extraordinarias para actuar contra cualquier tipo de disturbio social o gremial, militarizando los conflictos.
El Golpe de Estado contra Frondizi (1962)
La política exterior independiente de Frondizi (como su reunión con Ernesto «Che» Guevara y la abstención argentina en la votación que excluyó a Cuba de la OEA) generó gran malestar en las Fuerzas Armadas, fuertemente anticomunistas. El detonante final fue la decisión de autorizar la participación del peronismo (bajo otros nombres partidarios) en las elecciones a gobernador de 1962. El peronismo triunfó en varias provincias clave, incluyendo Buenos Aires con Andrés Framini. Los militares presionaron a Frondizi para que anulara esas elecciones; aunque accedió parcialmente interviniendo las provincias, no fue suficiente y terminaron derrocándolo el 29 de marzo de 1962.
Presidencia Interina de José María Guido (1962-1963)
Tras una maniobra legal para evitar que asumiera un militar, el presidente provisional del Senado, José María Guido, juró como presidente para dar una apariencia de «legalidad». Su gobierno retomó el camino de la Revolución Libertadora y las banderas del liberalismo, tomando medidas que favorecieron al sector agropecuario y golpearon a la industria. Anuló las elecciones en las que había ganado el peronismo. La represión se agudizó con la aparición de agrupaciones de extrema derecha. Realizó intervenciones federales, suspendió la actividad del Congreso y prohibió la propaganda peronista.
Enfrentamiento Interno: Azules y Colorados
Durante el gobierno de Guido, se produjo un violento enfrentamiento entre dos facciones dentro del Ejército:
- Azules: Liderados por el General Juan Carlos Onganía, sostenían que las Fuerzas Armadas debían garantizar el orden constitucional y profesionalizarse, aceptando una eventual reintegración controlada del peronismo a la vida política.
- Colorados: Eran el sector más antiperonista y liberal, que defendía la lucha frontal contra el peronismo y el comunismo, aun si para ello era necesario pasar por alto la legalidad constitucional.
Estos dos bandos se enfrentaron militarmente en 1962 y 1963. Finalmente, los Azules triunfaron y Juan Carlos Onganía asumió como Comandante en Jefe del Ejército.
La Presidencia de Arturo Illia (1963-1966)
Arturo Illia, candidato de la UCR del Pueblo, ganó las elecciones de 1963, que se realizaron con el peronismo aún proscripto (lo que llevó a un alto porcentaje de votos en blanco). Su gobierno tuvo legitimidad de origen, pero escaso poder real.
- Tenía minoría en la Cámara de Diputados y el Senado.
- Las contradicciones entre las facciones del radicalismo paralizaban muchas de sus decisiones políticas.
- Aunque Illia estaba alineado ideológicamente con los «Colorados», el Ejército estaba ahora bajo el mando de los «Azules» (Onganía).
Durante su gestión, hubo un crecimiento económico con mejora del mercado interno. Tomó medidas que chocaron con intereses de sectores poderosos:
- Anuló los contratos petroleros firmados por Frondizi.
- Impulsó la Ley del Salario Mínimo, Vital y Móvil.
- Promovió una ley de medicamentos que buscaba regular precios y producción (Ley Oñativia).
- Intentó democratizar los sindicatos mediante una nueva legislación.
Estas medidas, junto con una fuerte campaña de desprestigio desde medios de comunicación y sectores económicos, sindicales (Plan de Lucha de la CGT) y militares, crearon el clima para el golpe de Estado de 1966 que lo derrocó e instauró la dictadura de Onganía.