Restauración Borbónica: Turnismo, Nacionalismos y Crisis del 98

La Restauración Borbónica: Turnismo, Nacionalismos y Crisis del 98

Para llevar a cabo el turnismo pacífico, los partidos debían haber estado cierto tiempo en el gobierno y haber perdido la confianza del Rey o las Cortes. Se daba el “encasillado”, mediante los caciques, quienes falseaban los votos, haciendo nulo el derecho a voto. Si se sospechaba algo, se iniciaba el “pucherazo” para amañar las elecciones. Durante los primeros 35 años del régimen, el sistema funcionó bien. Sin embargo, a partir del siglo XX, se empezaron a manifestar los primeros problemas:

  • La dificultad de controlar los votos urbanos.
  • La oposición antidinástica.
  • Dificultades para acordar los encasillados tras las muertes de Cánovas (1897) y Sagasta (1903).

Los Movimientos Nacionalistas

Los movimientos nacionalistas se produjeron a finales de siglo y defendían la creación de instituciones propias. Fue más fuerte en Cataluña y el País Vasco por su diferenciación lingüística y los intereses de una burguesía desarrollada.

Catalanismo

Alrededor de 1830 surge el catalanismo. En 1891 se funda la Unió Catalanista, en la que el secretario Prat de la Riba aprueba su programa, las Bases de Manresa, que defendían un régimen de autogobierno con instituciones propias. Esto dio lugar a la creación de la Lliga Regionalista (1901).

Nacionalismo Vasco

El nacionalismo vasco se vio impulsado por el fuerismo y la industrialización, que transformaron la sociedad vasca con la abolición de los fueros vascos tras la segunda guerra carlista, con los cambios económicos y la llegada de inmigrantes. Por ello, en 1895, Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco, radical, antiliberal, ultracatólico e independentista, para defender la cultura vasca.

Oposición Republicana y Movimiento Obrero

Tras el fracaso de la I República, el republicanismo español se dividió, con líderes como Zorrilla, Castelar, Pí i Margall y Salmerón. El antiguo partido de Zorrilla pasó a ser liderado por Alejandro Lerroux, que formó el Partido Republicano Radical. Por último, se produjo la oposición del movimiento obrero, dividido en anarquistas y socialistas.

Anarquismo

Los anarquistas rechazaban al estado y cualquier tipo de institución. En 1880 se fundó la Federación de Trabajadores de la Región Española, la cual se verá afectada por una durísima represión que ejerció el gobierno siguiendo el asunto de la Mano Negra. Por ello, una minoría anarquista optó por el terrorismo: bomba contra el Liceo en 1893, asesinato de Cánovas (8 de agosto 1897). El resto optó por la huelga.

Socialismo

Los socialistas se basaron en el marxismo, cuyo objetivo era la abolición del Estado y las clases sociales. Fundaron organizaciones como el PSOE y la UGT (Pablo Iglesias).

El Reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina

El reinado de Alfonso XII (1875-1885) comenzó con el Partido Conservador de Cánovas en el gobierno, hasta 1881. Se llevaron a cabo reformas administrativas para controlar el Estado, se realizó una censura de prensa y se aprobó la Ley de Imprenta de 1879. Se estableció el sufragio censitario y se limitó la capacidad de reunión. En febrero de 1881 le tocaba al Partido Liberal de Sagasta, que puso fin a muchas restricciones y permitió la libertad de expresión. Por su indecisión, el Rey devolvió el poder a los conservadores en enero de 1884.

El 25 de noviembre de 1885 falleció Alfonso XII y se dio comienzo a la Regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena. Para apoyar a la Regencia, Sagasta y Cánovas firmaron el Pacto del Pardo, un acuerdo no escrito que aseguraba el turnismo pacífico. Comenzó en ese momento el Parlamento Largo del Partido Liberal de Sagasta. Se llevó a cabo una reforma política: se estableció la Ley de Asociaciones (1887); la introducción del juicio por jurados; la abolición de la esclavitud (1888); un nuevo Código Civil (1889); y se restableció el sufragio universal masculino mediante la ley electoral de 1890. Cánovas ganó las elecciones y estableció la Ley de Arancel de 1891.

La Crisis del 98 y el Regeneracionismo

En 1892 accedió al poder el Partido Liberal, que sería sustituido de nuevo por el conservador en 1895. En febrero de 1895 se produjo un levantamiento independentista cubano con el grito de Bairé, liderado por José Martí. Sagasta tuvo que hacer frente a la guerra de España contra Estados Unidos, que apoyaron a las insurrecciones de Cuba y Filipinas. En 1898 España firmaba el Tratado de París, con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Conocido como Desastre del 98, dejó una crisis moral y política. Y surgió el regeneracionismo, que defendía la modernización de la vida política española y el bien de la población, con Joaquín Costa. Al frente del Partido Conservador se encontraba Francisco Silvela, que le tocó hacer frente a la primera crisis de la Restauración y del sistema canovista. En 1902 se nombró rey a Alfonso XIII, hecho que abrió un nuevo período político.

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