El Reinado de Alfonso XIII: Crisis Política y Regeneracionismo en España (1902-1917)

La Primera Etapa del Reinado de Alfonso XIII: Crisis y Proyectos Regeneracionistas

La crisis nacional derivada de la pérdida de Cuba en 1898 abre una nueva etapa en la historia de España, con Alfonso XIII como rey, caracterizada por una crisis política permanente. La primera década del siglo XX estuvo marcada por los intentos de aplicar desde el gobierno las reformas regeneracionistas, que fracasaron por las disputas internas de los partidos dinásticos y otros problemas que generarían tres crisis significativas: 1905, 1909 y 1917.

Causas de la Inestabilidad Política

Varios factores contribuyeron a la inestabilidad política de este período:

  1. Personalidad del Rey: Alfonso XIII se implicó activamente en la política, dejándose influir por los sectores más conservadores del ejército, lo que contribuyó al descrédito final de la monarquía.
  2. División interna de los partidos del “turno”: Provocada por la desaparición de los líderes históricos (Cánovas, Sagasta) y las luchas entre los nuevos jefes por el control de sus grupos políticos (conservador y liberal).
  3. Progresiva pérdida de la influencia del caciquismo: El modelo electoral corrupto, basado en el caciquismo, empieza a encontrar resistencias, sobre todo en las ciudades, dificultando el fraude electoral que sostenía el turnismo.

Los Proyectos de Regeneracionismo Político

Ante la evidente crisis, amplios sectores de la sociedad y la clase política opinaron sobre la necesidad de una regeneración política y social para modernizar el país y superar el atraso.

El Regeneracionismo Conservador

Desde el Partido Conservador, figuras como Francisco Silvela y, posteriormente, Antonio Maura, impulsaron proyectos regeneracionistas.

Primeros Intentos y Reforma Fiscal

El programa inicial conservador incluía:

  • Partidario de unas elecciones más sinceras y menos fraudulentas.
  • Una reforma administrativa que frenase el avance del catalanismo.
  • Una dignificación de la vida política más que una modernización profunda de la sociedad.

El primer gobierno de Silvela después del desastre del 98 hizo frente al grave problema financiero mediante una importante reforma tributaria impulsada por el ministro Villaverde. Tradicionalmente, el sistema tributario español se basaba en los impuestos indirectos (consumos). Villaverde optó por una reforma que se centró en aumentar los impuestos directos. Esta reforma disgustó a la burguesía, sobre todo a la catalana, que se acercó al catalanismo como respuesta. También enfrentó a los regeneracionistas con el Ejército por cuestiones presupuestarias. El segundo gobierno de Silvela evidenció las dificultades para llevar a cabo su programa y las resistencias que generaba en la sociedad española.

El Catalanismo y la Crisis de 1905

En 1905 estalló una grave crisis en Cataluña. En 1901 se había fundado la Lliga Regionalista, partido nacionalista conservador liderado por Prat de la Riba y Francesc Cambó, que ganó las elecciones municipales de Barcelona de forma aplastante. Sectores militares denunciaron lo que consideraban un triunfo del separatismo y reaccionaron violentamente asaltando la redacción de publicaciones catalanistas. En medio del escándalo, el Gobierno hizo suspender las garantías constitucionales en Barcelona y, presionado por el Ejército, aprobó la llamada «Ley de Jurisdicciones» (1906). Esta ley sometía a la jurisdicción militar los delitos contra la patria o el ejército, lo que suponía un importante recorte a las libertades públicas, en particular a la libertad de expresión. En Cataluña, la ley fue interpretada como un ataque directo a su región y a sus aspiraciones. Esta medida contribuyó decisivamente a unir a las principales fuerzas nacionalistas catalanas (desde republicanos a carlistas) en la coalición electoral Solidaritat Catalana, que arrasó en las elecciones de 1907, haciendo desaparecer casi por completo a los partidos Liberal y Conservador en Cataluña.

El Gobierno Largo de Maura (1907-1909)

En enero de 1907, el rey nombró jefe de Gobierno a Antonio Maura, líder del Partido Conservador. Maura impulsó su ambicioso proyecto de “Revolución desde arriba”, que pretendía reformar el sistema político desde el poder para evitar una revolución popular. Su programa incluía una nueva ley electoral (más restrictiva con la propaganda) y una ley de administración local para intentar atraer al catalanismo moderado. Sin embargo, Maura también intentó controlar la opinión pública a través del control de la prensa y gobernó de forma autoritaria, lo que provocó la unión de liberales, republicanos y socialistas en la campaña ¡MAURA NO!

La Crisis de 1909: La Semana Trágica

La crisis de 1909, que desembocó en la Semana Trágica de Barcelona, frenó abruptamente el proyecto de Maura y provocó su caída. El origen de la crisis se encuentra en Marruecos. Tras la Conferencia de Algeciras (1906), España asumió obligaciones de control sobre una zona del norte de Marruecos (el Rif), donde algunas empresas españolas tenían intereses mineros. Las tribus rifeñas locales se resistieron a la ocupación y atacaron a trabajadores españoles cerca de Melilla, causando varias muertes. El gobierno de Maura decretó la movilización de reservistas, muchos de ellos casados y con hijos, para enviar refuerzos a Marruecos. Este hecho provocó disturbios en Madrid y, sobre todo, en Barcelona, donde estallaron los sucesos de la Semana Trágica (26 de julio – 2 de agosto de 1909).
Solidaridad Obrera (sindicato anarquista) y la UGT convocaron para el 26 de julio una huelga general en Barcelona contra la guerra y el sistema de reclutamiento (que permitía la redención en metálico). La huelga derivó en una insurrección popular espontánea, con barricadas y quema de numerosos edificios religiosos (la huelga tomó tintes anticlericales). Simultáneamente, en Marruecos se producía el desastre militar del “Barranco del Lobo”, con la muerte de más de 150 soldados españoles. La revuelta en Barcelona fue duramente reprimida por el ejército. La posterior represión fue desproporcionada: se detuvo a miles de personas y se celebraron juicios sumarísimos. El caso más polémico fue el de Francisco Ferrer y Guardia, pedagogo anarquista y fundador de la Escuela Moderna, quien fue acusado sin pruebas concluyentes de ser el instigador de la revuelta, juzgado irregularmente por un tribunal militar y condenado a muerte. Su ejecución generó una oleada de protestas internacionales. Ante el escándalo y la presión interna (campaña ¡Maura No!), el rey Alfonso XIII retiró su confianza a Maura y llamó a los liberales para formar gobierno, forzando su caída.

El Regeneracionismo Liberal

Tras la caída de Maura, el Partido Liberal, liderado ahora por José Canalejas, asumió el poder con un programa regeneracionista alternativo. El programa liberal se centró en:

  • El anticlericalismo y la limitación de la influencia de la Iglesia.
  • El intento de atraerse la confianza de las clases obreras mediante reformas sociales.
  • La reforma del servicio militar.

José Canalejas intentó organizar esa democratización desde el partido liberal.

La Cuestión Clerical

El apoyo de amplios sectores eclesiásticos a los sectores conservadores, así como la continua llegada de miembros de órdenes religiosas extranjeras (expulsadas de Francia), hizo que resucitara el anticlericalismo liberal decimonónico. Canalejas impulsó la conocida como “Ley del Candado” (1910), por la que se prohibía temporalmente el establecimiento de nuevas congregaciones religiosas en España mientras se negociaba un nuevo Concordato con la Santa Sede.

Reformas Sociales y Laborales

El aumento de las luchas sociales llevó a Canalejas a propugnar la sustitución del impopular impuesto de “consumos” por un impuesto progresivo sobre las rentas urbanas (alquileres), aunque la reforma fiscal no llegó a completarse. También promovió legislación laboral para mejorar las condiciones de los trabajadores y estableció el arbitraje estatal en conflictos laborales (acuerdos entre patronos y obreros), aunque también recurrió a la represión de huelgas cuando lo consideró necesario.

El Problema Militar y Marruecos

Canalejas abordó la impopularidad del sistema de reclutamiento imponiendo el Servicio Militar obligatorio en tiempo de guerra, eliminando la redención en metálico y la figura del sustituto. Sin embargo, para los periodos de paz, no pudo eliminar completamente las desigualdades (se crearon los»soldados de cuot»). Respecto a Cataluña, y como intento de satisfacer las demandas regionalistas, se aprobó la creación de la “Mancomunidad de Cataluña” (1914, aunque impulsada por Canalejas), una institución administrativa que agrupaba a las cuatro Diputaciones provinciales catalanas con ciertas competencias. El problema de Marruecos seguía generando tensiones entre la sociedad civil y el estamento militar. En noviembre de 1912, España y Francia firmaron el tratado que establecía definitivamente el Protectorado español sobre la zona norte de Marruecos y el Protectorado francés sobre el resto, delimitando las zonas de influencia acordadas en la Conferencia de Algeciras. Canalejas no pudo ver culminada su obra, ya que el 12 de noviembre de 1912 fue asesinado por un anarquista en Madrid. Su muerte descabezó al Partido Liberal y agravó la crisis del sistema, siendo sustituido al frente del partido por el Conde de Romanones.

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