Sociedad Atrasada
La estructura social presentaba rasgos muy semejantes a los del Antiguo Régimen. La población se organizaba en grupos cerrados:
- Nobleza latifundista: Ocupaba los puestos más importantes de la administración y el ejército. La Iglesia Ortodoxa era propietaria de grandes extensiones de tierras.
- Campesinos: Formaban el 80% de la población, a pesar de que en 1861 el zar Alejandro II había decretado la abolición de la servidumbre.
- Burguesía: Escasa y con poca influencia, aunque en crecimiento.
- Proletariado urbano: Sus condiciones sociolaborales eran muy difíciles.
Una Economía Anticuada
La economía rusa era esencialmente agraria y orientada a la subsistencia. Existía una incipiente industria que se desarrolló tarde con respecto al resto de Europa y que estaba controlada por el Estado y concentrada en ciudades como San Petersburgo y Moscú, y en las cuencas mineras. A pesar de su tardío inicio, experimentó un gran crecimiento industrial.
La Oposición al Zarismo Político
En el plano político, Rusia era una autocracia, un régimen absoluto bajo la autoridad todopoderosa del zar. Los reinados de Alejandro III y su sucesor Nicolás II acabaron con las libertades políticas individuales y los derechos de los pueblos que formaban Rusia, imponiendo una intensa política de rusificación.
Revolución de 1905
El deterioro de las circunstancias sociales, económicas y políticas era evidente: empobrecimiento del campesinado, rebaja de las condiciones de vida de los obreros industriales, huelgas, atentados y agitaciones. La derrota de Rusia ante Japón (1904-1905) exacerbó la situación. El día 22 de enero de 1905, una manifestación pacífica formada por el pope Gueorgui Gapón se dirigió hacia el Palacio de Invierno en San Petersburgo para presentar al zar una demanda de mejoras laborales. La represión de esta manifestación se conoce como el Domingo Sangriento.
La represión de la revuelta provocó múltiples protestas en el interior del país, abriendo el camino hacia el estallido revolucionario de 1905. Las huelgas y las protestas se extendieron tanto a otras ciudades como al campo. Los obreros constituyeron soviets (consejos), destacando el de San Petersburgo, liderado por León Trotski.
Revolución de 1917
La participación rusa en la Primera Guerra Mundial, las derrotas del ejército en diferentes batallas, las elevadas pérdidas humanas y territoriales, así como las miserias padecidas por la población, activaron el fenómeno revolucionario de 1917. Este año estuvo marcado por dos grandes eventos:
- Febrero: Terminó con la caída del zar y la instauración de una república democrática.
- Octubre: El poder fue tomado por los bolcheviques, liderados por Lenin.
Revolución de Febrero
En Petrogrado se convocó una huelga general. Inicialmente, el ejército reprimió duramente a los manifestantes, pero la guarnición de Petrogrado pronto se puso del lado de los huelguistas. Se formó un soviet de obreros y soldados. La Duma, controlada por los liberales, estableció un Gobierno Provisional, presidido por el príncipe Lvov. Los soviets decidieron, en un primer momento, negociar con el gobierno. Ante la presión, el zar Nicolás II abdicó.
Gobierno Provisional
La Revolución de Febrero había generado un doble poder en Rusia: el del Gobierno Provisional y el de los soviets. El gobierno reconoció derechos y libertades básicas, concedió una amnistía a los presos políticos y prometió elecciones a una Asamblea Constituyente, pero decidió continuar la guerra. Tampoco acometió reformas sociales profundas, como la intervención de los obreros en las empresas o el reparto de las tierras.
En estas circunstancias, llegó Lenin a Petrogrado procedente de su exilio. Su programa se resumió en el lema «Paz, Pan y Tierra». Los bolcheviques intentaron un primer golpe de Estado en julio, pero el Gobierno Provisional logró frenarlo. Lenin tuvo que huir a Finlandia. El príncipe Lvov dimitió y se constituyó un nuevo gobierno de coalición de mencheviques y socialistas revolucionarios dirigido por Aleksandr Kerensky.
El Gobierno Provisional tuvo que hacer frente a un nuevo desafío: el general zarista Lavr Kornílov intentó dar un golpe de Estado en Petrogrado para implantar una dictadura militar. Este intento fue sofocado con la ayuda de los bolcheviques, lo que aumentó su popularidad.
Implantación del Estado Soviético
Tras la toma del poder en octubre de 1917, los bolcheviques, a través del II Congreso de los Soviets, aprobaron una serie de decretos fundamentales:
- Decreto de Paz: Proponía la inmediata salida de Rusia del conflicto mundial. El 3 de marzo de 1918, se rubricó la paz de Brest-Litovsk con las Potencias Centrales.
- Sobre la Propiedad de la Tierra: Las tierras de los grandes terratenientes, de la Corona y de la Iglesia Ortodoxa fueron confiscadas y repartidas por los soviets locales entre los campesinos. La propiedad privada de la tierra fue abolida.
- Sobre el Trabajo: Los soviets de obreros tomaron el control de las fábricas y de las minas. Se nacionalizaron los bancos.
- Sobre la Prensa: Las publicaciones contrarias al gobierno de los Comisarios del Pueblo fueron clausuradas. Se creó la Cheka, una policía política cuyo cometido principal fue acabar con la oposición a los bolcheviques.
La Era de Stalin
Tras la muerte de Lenin en 1924, se abrió una lucha por el poder dentro del Partido Comunista. Los principales contendientes fueron León Trotski y Iósif Stalin.
- Trotski: Pertenecía al ala más radical del partido, partidario de la revolución permanente (extender la revolución en Europa), de la cancelación de la NEP (Nueva Política Económica) para profundizar en el socialismo y de fomentar un funcionamiento más democrático del partido.
- Stalin: Representaba una concepción más conservadora, centrada en construir el socialismo en la URSS sin esperar a la revolución mundial («socialismo en un solo país»). Era partidario de mantener la NEP inicialmente y ejercía un fuerte control del partido gracias a su puesto de Secretario General.
Stalin logró imponerse, marginando y finalmente exiliando a Trotski, sentando las bases de su futuro poder absoluto.
Guerra Civil y Comunismo de Guerra
La revolución no triunfó en todas las zonas de Rusia, e incluso en algunas surgió la oposición al carácter autocrático del nuevo régimen. Esto desencadenó una Guerra Civil entre 1918 y 1921. La oposición a los bolcheviques se dividió en varios bandos:
- Ejército Blanco: Formado por sectores antirrevolucionarios del antiguo ejército zarista, liberales y socialistas moderados.
- Grupos revolucionarios: Anarquistas y socialistas revolucionarios, marginados por los bolcheviques.
- Intervención Extranjera: Potencias como Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón apoyaron directamente a los blancos con tropas, capitales y armamento, pretendiendo evitar el contagio revolucionario.
- Diferentes Pueblos: Minorías nacionales que luchaban por su independencia.
Los bolcheviques pusieron en pie el Ejército Rojo para defender el nuevo régimen. El encargado de su organización fue Trotski, quien impuso una disciplina muy rigurosa. El Ejército Rojo logró frenar las ofensivas y, entre 1921 y 1922, se proclamó vencedor.
Durante la guerra, los bolcheviques aprovecharon para imponer el Comunismo de Guerra, una política económica de intervención estatal radical con el doble propósito de generar los recursos suficientes para obtener la victoria militar y avanzar hacia la supresión de la propiedad privada y la estatalización de la industria.