Impacto de la Revolución Rusa y el Directorio Civil de Primo de Rivera en España (1917-1930)

Impacto de la Revolución Rusa en España (1917-1921)

La influencia de la Revolución Rusa (1917), en la que por primera vez un partido obrero accedía al poder, influyó tanto sobre los movimientos obreros como sobre los grupos sociales dominantes. La conflictividad social, debido a la crisis económica que siguió al final de la Primera Guerra Mundial y a la influencia de la Revolución Soviética de 1917, provocó la movilización obrera en todo el mundo y un espectacular crecimiento del sindicalismo. En España, los conflictos laborales tuvieron una fase de ascenso que se conoce como “Trienio Bolchevique” (1918-1921).

Repercusiones sobre las organizaciones obreras

  • Fascinación ante lo ocurrido en Rusia: Mostró a los trabajadores que la revolución no era una quimera, sino una realidad que, en cualquier momento y lugar, se podría hacer efectiva. Aunque ya se habían empezado a organizar huelgas en 1916 reclamando al gobierno la contención de los precios (antes de la Revolución Rusa), a partir de este momento la capacidad de movilización de los sindicatos obreros aumentó: el proletariado tomó conciencia de su situación como clase social.
  • Crecimiento de las organizaciones obreras: Como consecuencia, las organizaciones obreras se hicieron más numerosas. Así, la UGT pasó de 77.000 afiliados en 1911 a 211.000 en 1920, y la CNT de 15.000 en 1915 a 714.000 en 1919. Mientras tanto, el PSOE aumentó su número de afiliados al mostrarse partidario del parlamentarismo y de una política moderada, y de hecho consiguió representación parlamentaria.
  • Incremento de la conflictividad social: Se multiplicaron huelgas, asesinatos anarquistas y ocupaciones de fincas.
    • En Cataluña: El crecimiento de la CNT continuó y se impuso como corriente mayoritaria la anarcosindicalista frente a la socialista, más moderada. En consecuencia, las huelgas, sabotajes y atentados (“terrorismo rojo”) fueron respondidos por bandas armadas y pistoleros contratados para asesinar a dirigentes obreros y sindicales (“terrorismo blanco”, que lleva a cabo el “pistolerismo”).
    • En Andalucía: Bajo la dirección de los dos grandes sindicatos (UGT y CNT), se sucedieron las huelgas, se ocuparon campos, se repartieron tierras y se tomaron ayuntamientos. La respuesta del Gobierno fue una represión desmedida (Ley de Fugas).
  • División en el socialismo: Surgió un enfrentamiento entre dos concepciones del obrerismo socialista: una más evolutiva y gradualista frente a otra más radical o revolucionaria. Se produjo una escisión en el PSOE y se creó el Partido Comunista de España (PCE) en 1921.

El Directorio Civil de Primo de Rivera (1925-1930)

Una vez resueltos los problemas más urgentes, hubiera sido una buena ocasión para dejar el poder y restablecer el orden constitucional. Sin embargo, Primo de Rivera, aprovechando la favorable coyuntura internacional de los «felices años veinte», decidió continuar, sustituyendo el Directorio Militar por otro Civil. Su objetivo era institucionalizar su régimen e impulsar el desarrollo económico y social del país.

Institucionalización y Política Económica

  • En 1927 se creó la Asamblea Nacional Consultiva, una cámara totalmente corporativa que pretendía ser una especie de Parlamento, pero con carácter meramente consultivo.
  • En economía, el objetivo fue aumentar la producción nacional, para lo que:
    • Se aplicó una política económica nacionalista y fuertemente intervencionista del Estado en la economía.
    • Se establecieron fuertes aranceles (proteccionismo).
    • Se impulsaron el desarrollo industrial y minero (con la concesión de ayudas estatales a las empresas que no podían competir en el exterior), las obras públicas y la política hidráulica.
    • Como resultado, la producción de energía eléctrica aumentó sensiblemente, avanzando en el proceso de electrificación del país. Todo esto trajo como consecuencia un aumento en el endeudamiento del Estado.

Política Social y Oposición Creciente

  • Desde el punto de vista social y laboral, se establecieron corporaciones integradas por patronos y obreros para sustituir la actividad sindical anterior. La UGT participó en las mismas.
  • La dictadura aplicó una política social paternalista para intentar ganarse el apoyo de las clases populares.
  • El consenso inicial que había tenido el golpe de Estado se fue resquebrajando poco a poco: Primo de Rivera fue perdiendo apoyos y la oposición a la Dictadura fue en aumento. Esta estuvo representada por las clases medias de las ciudades, estudiantes, intelectuales, nacionalistas (dado que el gobierno era cada vez más represivo con ellos), así como la CNT y el PCE (que convocaron huelgas y manifestaciones, lo que provocó que fueran declaradas ilegales).

Decadencia y Fin de la Dictadura

Entre los síntomas de su decadencia destacan:

  • El rechazo a su proyecto de institucionalización del régimen a través de la aprobación de una nueva Constitución.
  • La oposición declarada con virulencia en las Universidades y las críticas de los intelectuales (como Unamuno, Ortega y Gasset, Menéndez Pidal, etc.).
  • Las conspiraciones de un sector del Ejército por el favoritismo hacia los “africanistas”.

A todo esto, habría que sumar el fin de la expansión económica (Crack de 1929) y el cansancio y la debilidad física provocados por el precario estado de salud del dictador, que acabaron por provocar su dimisión en enero de 1930 (moriría dos meses después en su exilio de París).

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