Clasificación y tipología
Estamos ante una serie de fragmentos def Convenio de Vergara, una fuente primaria o directa de naturaleza narrativa o histórico circunstancial. Dicho documento, importante para conocer el proceso histórico que se enmarca en el final de la Primera Guerra Carlista, está ratificado por el capitán general
Baldomero Espartero en nombre del bando liberal y por el teniente general Rafael Maroto en nombre del bando carlista.
El destinatario del documento es fundamentalmente el ejército carlista y el propósito del texto es dar a conocer a ese ejército la finalización de la guerra y los compromisos políticos y militares adquiridos por Espartero.Análisis:
El texto nos presenta una serie de fragmentos del Convenio de Vergara, compromiso suscrito en 1839 por el general Espartero y por el general carlista Rafael Maroto, que posibilitaba la rendición de las armas por las tropas de don Carlos bajo ciertas condiciones. El entendimiento sólo fue posible tras el triunfo de las tesis de los carlistas más moderados, los generales Gómez, Zaratieguí y Maroto, favorables al pacto con los isabelinos a cambio del respeto a los fueros. Por su parte los carlistas más extremistas, creían absolutamente en el establecimiento de un gobierno absolutista y se negaron a aceptar cualquier salida pacífica al conflicto. Fue el propio Maroto quien inició las negociaciones sin el consentimiento del pretendiente al trono, don Carlos, e incluso ordenó la detención y posterior fusilamiento bajo de varios generales del sector más conservador del carlismo, como los generales Guergué, acusándoles de traición.La idea fundamental es el acuerdo de paz firmado por ambos contendientes, liberales y carlistas. Las condiciones para el cese de las actividades bélicas se concretan en diez artículos, tres de ellos incluidos en el texto, de cuya lectura podemos deducir un afán abiertamente conciliatorio.En el artículo le se incluía una ambigua promesa de mantenimiento de los privilegios forales específicos de vascos y navarros. Espartero, al comprometerse a recomendar […) a proponer a los Cortes la concesión o modificación de los fueros, actuaba con notable independencia, ya que sabía que prometía algo que era de la exclusiva competencia de las Cortes soberanas. El artículo 22 supónía el reconocimiento por parte de los isabelinos de los empleos, grados y condecoraciones de los oficiales y mandos que habían servido en el bando carlista, para de este modo facilitar su reinserción en el Ejército regular español. Por último, el artículo 4®, facilitaba el retiro o la licencia a generales, brigadieres, jefes y oficiales que hubieran servido en los ejércitos de don Carlos.Contexto históricoÁ partir dé 1833 se produjo la desaparición definitiva del Antiguo Régimen, tras los dos intentos frustrados anteriores de implantar el liberalismo: el de las Cortes de Cádiz (1810-14) y el del Trienio Liberal (182023). Sin embargo el proceso que comienza con la muerte de Fernando VII y la ascensión al trono de su hija Isabel II no fue fácil, sino traumático: una Guerra Civil. En efecto, las tensiones acumuladas en los últimos años del reinado anterior estallaron cuando los absolutistas más ultras, denominados apostólicos y más tarde carlistas, no aceptaron la pérdida de la corona por parte de Carlos María Isidro, con lo que eso significaba políticamente, y comenzaron una guerra para la que llevaban ya tiempo preparándose. es una cuestión dinástica, pero con un claro trasfondo político: los carlistas pretenden mantener el Antiguo Régimen mientras que los que quieren acabar con él apoyaban la causa de Isabel II.La Primera Guerra Carlista se caracterizó por su gran crueldad y ocasiónó unos 200.000 muertos. De los choques iniciales salieron vencedores los carlistas, gracias a la eficacia y rapidez en las acciones de su general en jefe Zumalacárregui, un genial estratega que ya había participado como capitán en la Guerra de Independencia. Pese a sus éxitos iniciales y al dominio que ejercían sobre las zonas rurales del Norte, los carlistas fracasaron en su intento de conquistar ciudades importantes. Después de la muerte de Zumalacárregui en el asedio de Bilbao (1835), los liberales tomaron el control de la contienda, siendo dirigidos por el general Espartero. Sin embargo ésta se prolongó por la imposibilidad del ejército liberal de dar un golpe definitivo a sus adversarios carlistas, que habían adoptado con éxito el sistema de guerrillas y que encontraban el apoyo de la mayoría de los campesinos norteños. No obstante, el lógico desgaste que producía un conflicto tan largo y cruento explica la división del bando carlista entre los partidarios de negociar una paz honrosa y los que querían continuar a todo trance una guerra que era imposible ganar . Finalmente en Agosto de 1839 tuvo lugar en la localidad de Vergara la firma oficial del tratado de paz entre el general carlista Maroto y el liberal Espartero . Por este tratado los carlistas aceptaban a Isabel II como reina.
Conclusión
Estamos ante un documento de gran importancia, pues puso fin a la Primera Guerra Carlista. Como hemos mencionado anteriormente, este tratado supónía la aceptación de Isabel II como reina, lo que significaba la aceptación de su derrota; a cambio los isabelinos se comprometían a respetar los fueros vascos y navarros, al tiempo que permitían la incorporación de los militares carlistas en el ejército español, con plenos derechos. Sin embargo el acuerdo fue considerado como una traición por el sector más intransigente del carlismo, que, encabezado por el general Cabrera, continuó sus acciones bélicas un año más en algunas comarcas montañosas de Aragón y Valencia .Espartero consiguió con este acuerdo una enorme popularidad, que le valíó la concesión por parte de la reina Isabel del título de Duque de la Victoria y convertirse en líder del «partido progresista».
Guerra carlista resumen
El convenio de Vergara