Consecuencias del Tratado de Locarno

Las relaciones internaciones en el periodo de entreguerras


  • De 1919 a 1929: de la tensión al entendimiento.

Todas las potencias buscan lo que se llamo la seguridad colectiva, un nuevo orden mundial

presidido por alianzas de las naciones que garantizaran que no se iba a repetir otra Gran

Guerra. La integración en los pactos era una garantía de que todos los países se comprometen en la seguridad y defensa de cada uno de los miembros, el aislamiento era el peor de los males.

  1. Principios de los años veinte: Versalles y sus efectos

El principal problema era el resentimiento y las tensiones que el tratado de Versalles generaba en Alemania, que no reconocía sus clausulas y consideraba que era un imposición abusiva. Alemania no reconocía sus pérdidas territoriales, ni la ocupación de Renania. Tampoco reconoce el pago de la indemnización de guerra y los recortes militares. Esto genero a principio de los años veinte dos momentos de especial tensión.

  1. Los sucesos de 1920

En el año 1920 en la zona del Ruhr se decreto una huelga general y el gobierno de Berlín envió contingentes armados a sofocar la huelga. Francia, con el consentimiento de Bélgica, ocupa las ciudades de Frankfurt, Darmstadt y Duisburg.

La ocupación del Ruhr por los franceses en 1923

Se produjo en 1923 y duro dos años. Alemania no pudo pagar la parte correspondiente de la deuda con Francia, y esta ocupa la cuenca del Ruhr para cobrarse en carbón la deuda. Ante tal situación, el Gobierno les pagaría lo que no cobrasen. Los franceses expulsan a los obreros alemanes y los sustituyen. Francia no tiene apoyos y está aislado, y el gobierno alemán no puede pagar a los obreros despedidos. En Alemania se produce una espectacular inflación y el marco tiene que ser sustituido por una nueva moneda, el reternmark. Sesseman ordena el fin de la huelga y a cambio Francia respetaría la integridad de Alemania y el por el Plan Dawes de 1924 aceptaría la reducción de la deuda.

Alemana estaba aislada y su máximo deseo era romper el aislamiento. Lo consiguió con la firma del Tratado de Rapallo con la URRS el 16 de Abril de 1922. En este tratado se reconocen mutuamente y prometes neutralidad en el caso de un ataque de terceros países. Se comprometen a mejorar sus intercambios comerciales y la URRSS prometía fabricar armamento para Alemania y a cambio, ella abastecer de productos industriales a la Uníón Soviética.

  1. Tratado de Locarno y el entendimiento


En 1925 Stresemann se declaro a favor de aceptar las fronteras occidentales consagradas en Versalles, es decir, la integración de Alsacia y Lorena en Francia.

Destaca la firma del Tratado de Locarno el 16 de Octubre de 1925, entre Francia, Alemania , Gran Bretaña y Bélgica donde se confirma las clausulas del tratado de Versalles, Alemania se incorpora a la SDN.

Las consecuencias del tratado de locarno fueron muy positivas, contribuyen a bajar la tensión en las cancillerías europeas, y un clima de concordia y colaboración reinaba en el viejo continente.

En 1928 se firmo un pacto llamado Briand Kellog entre quince países condenando la guerra como medio para solucionar los conflictos internacionales. La nueva década traería nuevos problemas.

  • De 1929 a 1933: camino hacia un nuevo conflicto.

La crisis en 1929 sacudíó a todo el mundo y cada país busco soluciones por su parte. Se redujeron los intercambios comerciales y el espíritu de cooperación y solidaridad desaparecíó totalmente. Como consecuencia muchos países se inclinaron por la senda del autoritarismo. Ane la agresividad de estos países y de Japón, la SDN s muestra inoperante y el sistema de seguridad colectiva desaparece. La política expansionista de estas naciones no es frenada a tiempo.

Las relaciones internacionales antes de 1933

El fin de entendimiento se manifiesta especialmente en dos momentos:

Con la excusa del sabotaje chino de la vía férrea japonesa del sur de Manchuria, Japón ocupa toda la provincia China y la convierte en un estado vasallo. La SDN se muestra impotente y solo castiga a Japón de una manera simbólica, lo que demuestra que la Sociedad de Naciones no tiene ya una fuerza disuasoria. A partir de ahora los conflictos no dependerán de acuerdos colectivos sino de las decisiones y el juego de las grandes potencias.

Un segundo momento es el fracaso de la conferencia de desarme de 1933 que es convocada como un intento de frenar la carrera armamentística. Esto no arregla nada las cosas y al final no se llega a ningún entendimiento. La consecuencia es que no hay ley que evite la carrera de armamentos.

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