Hasta que las nuevas ideas no se plasmaron en actos contra el orden social y contra los gobiernos y los monarcas, el pensamiento ilustrado pudo «estar de moda» en las cortes reales y en algunos sectores del clero y de la nobleza.
Por otro lado, el progreso de la economía la mejora del nivel de vida o del grado de instrucción de la población solo podían conseguirse alterando profundamente los cimientos del orden social, tras la Revolución Francesa, los monarcas abandonaron las ideas ilustradas, defendieron el absolutismo y actuaron más como déspotas que como ilustrados.
3. La primera revolución democrática
3.1. Antecedentes de la revolución
La sociedad colonial era el resultado de sucesivas oleadas de inmigrantes y no compartía el rígido sistema feudal europeo ni la nobleza hereditaria. En las colonias del sur, existía un sistema esclavista en el que 500000 esclavos negros trabajaban en las plantaciones de tabaco, azúcar y algodón.
Esta sociedad estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios de tierra; los trabajadores urbanos libres, con posibilidad de ocupar nuevas tierras y de explotar recursos en el oeste; por comerciantes, que controlaban el activo tráfico mercantil, y por la población esclava, númerosa en las colonias del sur.
3.2. La guerra de la Independencia
La insurrección de las colonias británicas de América fue tanto una guerra de independencia como una revolución
Las causas del conflicto se encontraban en que los colono se sentían injustamente tratados, ya que aportaban riqueza e impuestos a la metrópolis y , sin embargo, estaban totalmente marginados de todas las decisiones que les afectaban.
Después del triunfo de Gran Bretaña sobre Francia en la guerra de los Siete Años (1756-1763), se agravó la presión fiscal para financiar los gastos de la guerra. Así se crearon nuevos impuestos sobre el azúcar y otros productos. El 16 de Noviembre de 1773 se produjo en el puerto de Boston un grave incidente, conocido como el motín del Té. La causa de esta revuelta era un impuesto nuevo que el Gobierno de Londres había asignado al comercio del Té.
Las medidas represivas del Gobierno británico provocaron el inicio de la guerra de la Independencia, con la Declaración de independencia de Julio de 1776. Los colonos formaron un ejército de milicianos y pusieron a su mando a George Washinton (1732-1799). El primer problema con el que se encontró fue que no tenía armas, ni municiones, ni mandos suficientemente preparados con los que poder equipar a sus tropas.
Por ello, la solución consistíó en buscar ayuda de las potencias extranjeras. Francia, que era la gran rival de Gran Bretaña, le envió el armamento y las municiones que necesitaba para su ejército.
En 1779, Francia y España decidieron entrar en la guerra. Los deseos de revancha de Francia por la derrota en la guerra de los Siete Años (1756-1763), así como los deseos de recuperar posesiones perdidas por España, como Gibraltar, llevaron a estos países a movilizar sus ejércitos contra Inglaterra. En 1783, Gran Bretaña reconocía la independencia de Estados Unidos en el Tratado de Versalles.
3.3. La primera constitución democrática
La Constitución norteamericana de 1787 fue la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo político. Una vez conquistada la independencia, todas las antiguas colonias tuvieron que ponerse de acuerdo, promulgaban la creación de una confederación de estados, casi independientes unos de otros.
En 1787, cincuenta y cinco representantes de las antiguas colonias se reunieron con el fin de redactar una constitución. Se creaba un único gobierno federal, con presidente de la república y dos cámaras legislativas, cada estado podía tener un gobierno autónomo con muchas competencias en política interior.
La Constitución de 1787 estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados; establecíó un régimen republicano y democrático.
La Declaración de los Derechos del Hombre que acompañaba a la constitución no trataba con claridad el tema de la esclavitud de los negros, tan numerosos en las plantaciones de los estados sureños.
4. La Revolución Francesa
4.1. Antecedentes de la revolución
Francia era, en la segunda mitad del Siglo XVIII, un país con una economía en expansión, una estructura social conflictiva y un Estado monárquico en crisis.
El Estado francés padecía una grave crisis financiera: gastaba mucho más de lo que ingresaba y se encontraba, de manera permanente, muy endeudado. La solución pasaba por una reforma fiscal que eliminara o mitigara los privilegios fiscales de la nobleza y el clero.
Los notables exigieron que se reunieran los Estados Generales del Reino, asambleas de origen medieval en las que los estamentos se reunían por separado para dar su consentimiento a las propuestas reales; habían sido convocadas por última vez en 1614.