Los procesos de urbanización en la España de la Restauración
-Durante la etapa de la Restauración en España se produjo un gran desarrollo de las ciudades. Las ciudades empezaron a crecer desmesuradamente a causa de la expansión industrial y planteaban nuevos problemas de vivienda, tráfico, higiene, alimentación, ocio, etc. De ahí que se hicieran proyectos de ensanches de las ciudades, implicando el derribo de murallas, pero respetando el centro histórico de trazado irregular. De los ensanches iniciados en el Siglo XIX cabe destacar los de Barcelona, Bilbao, San Sebastián o Madrid. Así, se crearon planes de ordenación urbana que facilitaban la expansión de las ciudades de forma ordenada y moderna (canalización de aguas, iluminación, tranvías, etc.) A pesar de lo anteriormente citado, a inicios del Siglo XX, el 70% de la población en España vivía en el medio rural.
-Aunque no pasó de ser un hecho aislado, una de las aportaciones españolas más originales al urbanismo moderno fue la Ciudad Lineal de Arturo Soria, proyectada en 1882 para Madrid. Se trataba de una ciudad–
Jardín longitudinal con viviendas unifamiliares, rodeadas de huerta y jardín. Desgraciadamente sólo se hizo una mínima parte de este proyecto.
3. Los procesos de industrialización en la España de la Restauración
-La industrialización se inició en España hacia la década de 1830, pero la lentitud en su ritmo de crecimiento provocó que durante la etapa de la Restauración, España siguiera siendo un país esencialmente agrario. Algunos historiadores como J. Nadal, hablan del fracaso de la revolución industrial en España. Hemos de partir de la base de que la incorporación de España a la revolución industrial resultó tardía, incompleta y desequilibrada, tanto regional como sectorialmente.
-Hay varios motivos que explican este retraso de la industrialización en la España del Siglo XIX como la carencia de materias primas, la deficiente red de comunicaciones y transportes terrestres, el tradicionalismo del sector agrario, la escasa competitividad, los graves desequilibrios de la balanza comercial, el atraso tecnológico español, la escasez de capitales para invertir, la dependencia técnica, financiera y energética del exterior, o factores socioculturales como la ausencia de mentalidad empresarial o el elevado índice de analfabetismo. En líneas generales, sólo consiguieron despegar la industria textil catalana y la industria siderúrgica vasca. Otros sectores productivos como la minería, la construcción de ferrocarril o el sector financiero experimentaron un desarrollo importante, aunque con resultados irregulares.
-La industria textil que más se desarrolló en esta etapa fue la de algodón, concentrada en Cataluña. Estuvo orientada al mercado nacional, débil e irregular y hacia las colonias americanas. El proteccionismo contribuyó a mantener el retraso tecnológico y la escasa competitividad de la industria española, por lo que la pérdida de las últimas colonias en 1898, especialmente Cuba, supuso un duro revés para esta industria que quedó reducida definitivamente al ámbito español. A pesar de sus limitaciones, la industria textil catalana impulsó el desarrollo de la industria metalúrgica y la química, y absorbíó mano de obra de otras regiones españolas. A inicios del Siglo XX se crearon en Cataluña trescientas fábricas de industria textil, lo que prueba su importancia.
-En la industria siderúrgica –de sideros, hierro en griego- se impusieron los modernos altos hornos para la producción de hierro utilizado para la fabricación de maquinaria textil, instrumentos agrícolas y material ferroviario. El País Vasco fue la principal regíón productora de hierro.
Vizcaya se convirtió en un sólido núcleo industrial y financiero. En 1902 se crearon los Altos Hornos de Vizcaya, importante industria siderúrgica. Derivada de la industria siderúrgica fue la naval, aunque la mayor parte de los barcos seguían siendo adquiridos en el extranjero.
-La industria metalúrgica inició su despegue en Cataluña y en Sevilla.-En paralelo al desarrollo de la industria, la explotación de minas de hierro (Almería, Murcia, Vizcaya) y de carbón (Asturias, Sierra Morena) fue especialmente fructífera. Las minas solían ser de capital extranjero mayoritariamente (francesas, británicas y belgas). Se exportaba mucho a Europa a precios muy bajos.-Por lo que se refiere a los medios de transporte, podemos destacar el aumento notable de carreteras que se produjo en esta etapa y sobre todo el protagonismo espectacular que en España y en toda Europa tuvo el ferrocarril que resultó un nuevo medio de transporte de pasajeros y mercancías barato y rápida. La expansión del ferrocarril en esta etapa facilitó el comercio, uniendo los centros productores con los lugares de consumo, facilitando el abastecimiento de las grandes ciudades y el trasladado de alimentos, materias primas y artículos industriales de unos lugares a otros. A partir de 1918 se produjo el auge de transportes por carretera. Y por otra parte, el barco de vapor se impuso al velero. Se crearon diversas compañías marítimas con la Trasatlántica, Pinillos o Ibarra.
-Durante el primer tercio del Siglo XX, la energía del vapor fue sustituida por la electricidad y el petróleo, y se desarrolló la nueva industria del automóvil, con un gran auge de las telecomunicaciones como el teléfono, el telégrafo, y la radio.
-Por último, la estabilidad que proporciónó la Restauración, favorecíó la consolidación del sector bancario. En 1874 se concedíó al Banco de España el monopolio en la emisión de billetes, mientras que la banca privada se orientó a la financiación de la industria. El débil crecimiento de los primeros años de la Restauración se quebró nuevamente con la crisis colonial, aunque en los primeros años del Siglo XX se inició la recuperación. Madrid despuntó como centro financiero. En esta etapa se crearon grandes bancos lo que demuestra la fuerte acumulación conseguida en los negocios y la importancia de los capitales repatriados tras la pérdida colonial. La uníón estrecha entre banca e industria que se inició en estos años ha perdurado hasta la actualidad. Aprovechando la repatriación de capitales desde América se crearon el Banco Hispano Americano (1900) o el Banco de Vizcaya (1901).
4. Conclusión
En conclusión, durante la etapa de la Restauración asistimos a grandes transformaciones urbanas y a un desarrollo importante de la industria, aunque concentrada sólo en determinadas zonas, mientras se produjo el despegue del sector bancario. Aún así, España seguía siendo un país esencialmente agrario.