El texto a analizar corresponde al Manifiesto de Manzanares fechado en 1854, que firmado por el general
O’Donnell y redactado por Antonio Cánovas del Castillo, pretendíó acabar con los gobiernos del final de la década moderada. Se trata por tanto de una fuente histórica primaria, ya que procede directamente de la época y del momento en que se produjeron los hechos. En cuanto a su naturaleza, cabe añadir su temática político-circunstacial, pues en ella se exponen las demandas en torno a una reforma del sistema político del momento. Se trata de un manifiesto dirigido tanto al pueblo español como a las clases políticas, ya que plasma tanto una llamada a los españoles, como una declaración de propósitos de interés general. Documento que tiene por tanto un destino público, ya que estaba destinado a la difusión general, a todos los ciudadanos españoles. CONTEXTO HISTÓRICO Este texto se enmarca dentro del reinado de Isabel II, y más concretamente dentro del Bienio Progresista que estuvo en el poder entre 1854-1856. Este manifiesto tiene su origen en la década en que los moderados estuvieron en el poder e implantaron un régimen de carácter conservador que incluso se derivaba al autoritarismo. En la década moderada se gobernó mediante las llamadas “camarillas” es decir, grupos de intereses comunes cuyo objetivo era gobernar para conseguir sus intereses. Durante este periodo destacó la alianza de la corona con los moderados. Se implantó la constitución de 1845, cuyos principios eran el orden frente a la libertad, la importancia de la propiedad y el centralismo administrativo. Además, burlaba la amplia declaración de derechos de 1837. Por todo ello, en 1854 se produjo una revuelta a dos niveles: por un lado, se fragmentó el moderantismo a causa de la Vicalvarada de O`Donnell y Dulce y se creó la Uníón Liberal por el segundo; por otro lado se creó el Manifiesto de Manzanares que promovía el cambio al sistema político progresista con el general Espartero al frente. Como consecuencia, se retornó al sistema político de 1837, y se establecíó la constitución de 1856, de carácter progresista que no se llegó a promulgar. Además se realizaron reformas económicas que no tuvieron gran éxito, tales como la Desamortización de Madoz que afectó a los ayuntamientos y a las clases más bajas; y el librecambismo que no gozaba de gran aceptación. Todo esto provocó un clima de conflictividad al final del periodo, alza de precios y revueltas obreras y campesinas que fueron reprimidas por el ejército y la Guardia Civil, hasta que finalmente O´Donnell sustituya a Espartero y ponga fin al Bienio Progresista. El Manifiesto de Manzanares fue la consecuencia de la intención del gobierno de reformar la Constitución de 1845 con el objetivo de otorgar más poder al ejecutivo. Tal objetivo provocó la reacción de los progresistas y de algunos sectores moderados, tras una década en que el legislativo había tenido un papel simbólico y la vida política se había restringido a la Corte, influida por poderosos grupos de presión (camarillas) Ello condujo al pronunciamiento de Vicálvaro, dirigido por el general O’Donnell. Leopoldo O’Donnell era un moderado crítico con el gobierno, cuya extensión hizo que Isabel II llamara a los progresistas para formar gobierno, liderado por el general Espartero y con O’Donnell como ministro de guerra. En definitiva, en este Manifiesto de Manzanares quedan expuestas las reivindicaciones que darán lugar al periodo del Bienio Progresista (1854-1856). Este breve periodo de gobierno progresista viene marcado por dos cuestiones fundamentales: – La recuperación de los principios del régimen constitucional de 1837, que se concretó en una nueva desamortización y la Ley General de Ferrocarriles. – El clima de grave conflictividad social. Los progresistas quedan encerrados entre dos frentes; por un lado, sus rivales políticos, los moderados; por otro, unas capas populares a las que son incapaces de satisfacer en sus reivindicaciones y necesidades más perentorias.IDEAS PRINCIPALES La idea fundamental del texto es la transición del sistema político moderado al progresista, así como la reivindicación de una serie de principios como: – El triunfo de la libertad y las leyes, ya que durante la década moderada primaba el orden sobre las libertades y los derechos individuales y colectivos que caracterizan al Estado liberal. – La conservación del trono pero sin camarillas, es decir, sin la alianza entre moderados y la corona que caracterizó la década moderada en la que primaban los intereses comunes a ambos. – Supresión del centralismo de Estado y administrativo, que provocó el sometimiento de ayuntamientos y diputaciones a la administración central. – Restablecimiento de la Milicia Nacional para la defensa de los intereses del pueblo en su conjunto, en sustitución de la Guardia Civil, que respondía únicamente a los intereses de las clases altas y no a los del medio rural.El Manifiesto de Manzanares reivindica una serie de principios para el cambio de la situación del régimen político con vistas a un cambio progresista, como reacción a la evolución del régimen moderado hacia el autoritarismo. Mediante el Manifiesto no sólo se demandaba respetar la Constitución de 1845, sino hacerla más progresista. Se reivindicaba una reforma de la Ley electoral, libertad de imprenta, reducción de impuestos, disminución del grado de centralización, otorgando más poder a las autoridades locales y provinciales.
O’Donnell y redactado por Antonio Cánovas del Castillo, pretendíó acabar con los gobiernos del final de la década moderada. Se trata por tanto de una fuente histórica primaria, ya que procede directamente de la época y del momento en que se produjeron los hechos. En cuanto a su naturaleza, cabe añadir su temática político-circunstacial, pues en ella se exponen las demandas en torno a una reforma del sistema político del momento. Se trata de un manifiesto dirigido tanto al pueblo español como a las clases políticas, ya que plasma tanto una llamada a los españoles, como una declaración de propósitos de interés general. Documento que tiene por tanto un destino público, ya que estaba destinado a la difusión general, a todos los ciudadanos españoles. CONTEXTO HISTÓRICO Este texto se enmarca dentro del reinado de Isabel II, y más concretamente dentro del Bienio Progresista que estuvo en el poder entre 1854-1856. Este manifiesto tiene su origen en la década en que los moderados estuvieron en el poder e implantaron un régimen de carácter conservador que incluso se derivaba al autoritarismo. En la década moderada se gobernó mediante las llamadas “camarillas” es decir, grupos de intereses comunes cuyo objetivo era gobernar para conseguir sus intereses. Durante este periodo destacó la alianza de la corona con los moderados. Se implantó la constitución de 1845, cuyos principios eran el orden frente a la libertad, la importancia de la propiedad y el centralismo administrativo. Además, burlaba la amplia declaración de derechos de 1837. Por todo ello, en 1854 se produjo una revuelta a dos niveles: por un lado, se fragmentó el moderantismo a causa de la Vicalvarada de O`Donnell y Dulce y se creó la Uníón Liberal por el segundo; por otro lado se creó el Manifiesto de Manzanares que promovía el cambio al sistema político progresista con el general Espartero al frente. Como consecuencia, se retornó al sistema político de 1837, y se establecíó la constitución de 1856, de carácter progresista que no se llegó a promulgar. Además se realizaron reformas económicas que no tuvieron gran éxito, tales como la Desamortización de Madoz que afectó a los ayuntamientos y a las clases más bajas; y el librecambismo que no gozaba de gran aceptación. Todo esto provocó un clima de conflictividad al final del periodo, alza de precios y revueltas obreras y campesinas que fueron reprimidas por el ejército y la Guardia Civil, hasta que finalmente O´Donnell sustituya a Espartero y ponga fin al Bienio Progresista. El Manifiesto de Manzanares fue la consecuencia de la intención del gobierno de reformar la Constitución de 1845 con el objetivo de otorgar más poder al ejecutivo. Tal objetivo provocó la reacción de los progresistas y de algunos sectores moderados, tras una década en que el legislativo había tenido un papel simbólico y la vida política se había restringido a la Corte, influida por poderosos grupos de presión (camarillas) Ello condujo al pronunciamiento de Vicálvaro, dirigido por el general O’Donnell. Leopoldo O’Donnell era un moderado crítico con el gobierno, cuya extensión hizo que Isabel II llamara a los progresistas para formar gobierno, liderado por el general Espartero y con O’Donnell como ministro de guerra. En definitiva, en este Manifiesto de Manzanares quedan expuestas las reivindicaciones que darán lugar al periodo del Bienio Progresista (1854-1856). Este breve periodo de gobierno progresista viene marcado por dos cuestiones fundamentales: – La recuperación de los principios del régimen constitucional de 1837, que se concretó en una nueva desamortización y la Ley General de Ferrocarriles. – El clima de grave conflictividad social. Los progresistas quedan encerrados entre dos frentes; por un lado, sus rivales políticos, los moderados; por otro, unas capas populares a las que son incapaces de satisfacer en sus reivindicaciones y necesidades más perentorias.IDEAS PRINCIPALES La idea fundamental del texto es la transición del sistema político moderado al progresista, así como la reivindicación de una serie de principios como: – El triunfo de la libertad y las leyes, ya que durante la década moderada primaba el orden sobre las libertades y los derechos individuales y colectivos que caracterizan al Estado liberal. – La conservación del trono pero sin camarillas, es decir, sin la alianza entre moderados y la corona que caracterizó la década moderada en la que primaban los intereses comunes a ambos. – Supresión del centralismo de Estado y administrativo, que provocó el sometimiento de ayuntamientos y diputaciones a la administración central. – Restablecimiento de la Milicia Nacional para la defensa de los intereses del pueblo en su conjunto, en sustitución de la Guardia Civil, que respondía únicamente a los intereses de las clases altas y no a los del medio rural.El Manifiesto de Manzanares reivindica una serie de principios para el cambio de la situación del régimen político con vistas a un cambio progresista, como reacción a la evolución del régimen moderado hacia el autoritarismo. Mediante el Manifiesto no sólo se demandaba respetar la Constitución de 1845, sino hacerla más progresista. Se reivindicaba una reforma de la Ley electoral, libertad de imprenta, reducción de impuestos, disminución del grado de centralización, otorgando más poder a las autoridades locales y provinciales.