TEMA 7. Alfonso XIII Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN
El reinado de Alfonso XIII comprende tres periodos claramente diferenciados:
1. Un primero, hasta aproximadamente 1914, marcado por los proyectos del regeneracionismo político.
2. La crisis del régimen de la Restauración, que culmina en 1923, caracterizado por una lenta descomposición política y social;
3. La Dictadura del general Primo de Rivera, que puso fin al sistema parlamentario y acabó arrastrando al Rey a la Monarquía.
En el ámbito internacional, el reinado de Alfonso XIII coincide con la etapa de la carrera de armamentos que desembocó en el estallido de la Primera Guerra Mundial, que tuvo repercusiones profundas en la economía y en la vida política de España. La crisis que va de 1917 a 1923 está conectada con la depresión económica de posguerra y con las consecuencias del triunfo de la revolución comunista en Rusia en 1917. La Dictadura de Primo de Rivera está relacionada con la aparición de movimientos totalitarios en la Europa de entreguerras.
1. Alfonso XIII: PROYECTOS DEL REGENERACIONISMO POLÍTICO (1902-1914)
En 1902, Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad, iniciándose la segunda etapa de la Restauración, en la que se intenta la modernización del sistema político. La primera década del S. XX estuvo marcada por los intentos de aplicar desde el gobierno las reformas regeneracionistas, que fracasan por las disputas internas entre los partidos y la crisis de liderazgo. Hasta Maura (conservador) y Canalejas (liberal), se suceden una generación de políticos influidos por el regeneracionismo que impulsaron los más importantes proyectos de reforma dentro del sistema:
1.1. Antonio Maura (1907-1909)
Durante el gobierno presidido por Maura, llamado gobierno largo tiene lugar el mayor intento reformista, cuya intención era hacer una revolución desde arriba (Maura, 1902), esto es, un intento de regeneración del sistema a partir de la formación de una nueva clase política que tuviese el apoyo social de las llamadas clases neutras, pero sin alterar las bases de funcionamiento del sistema. El objetivo era crear un gobierno fuerte, capaz de gobernar de forma eficaz, aumentar la participación activa y responsable de la población en asuntos políticos, desbancar a la casta caciquil, la intervención del Estado mediante el desarrollo de reformas de contenido social, descentralizar la administración, modernizar la economía y fomentar la conciencia patriótica.
Partiendo de estas premisas se llevan a cabo las siguientes reformas:
-Ley de Reforma Electoral de 1907, cuyo objetivo era eliminar el fraude y garantizar la limpieza en las elecciones.
-Creación del Instituto Nacional de Previsión, embrión de un futuro sistema de Seguridad Social, cuyo cometido era promover y facilitar los seguros sociales colectivos y resolver la situación de los trabajadores. Mediante el retiro obrero, el trabajador a cambio de una cotización durante su vida laboral activa, podía jubilarse con derecho a una pequeña pensión.
-Tímida y lenta legislación laboral con la Ley de Accidentes de Trabajo, Ley sobre Condiciones de Trabajo de Mujeres y Niños, Ley del Descanso Dominical, Ley de Huelgas ( hasta entonces considerada un delito), Creación de Consejos de Conciliación y Arbitraje.
-En el aspecto político, además de exigir una mayor independencia del ejecutivo frente al legislativo, se introduce una reforma, la Ley de Administración Local, por la que se creaban las mancomunidades, asociaciones de las Diputaciones de cada regíón, primer paso para un gobierno regional. Esta ley contó con el apoyo de la Lliga.
El alcance de las medidas fue limitado por el escaso apoyo del monarca, de fuertes resistencias y lo arraigado del caciquismo.
1.2. José Canalejas (1910-1912)
Con los Liberales también se llevan a cabo importantes reformas. Buscando un cierto apoyo popular, se promulgaron algunas leyes de contenido social, como la jornada de nueve horas en las minas, la regulación del trabajo de las mujeres, la abolición del impuesto de consumos. Canalejas consideraba oportuno reformar el procedimiento de financiación de la Iglesia y profundizar en la separación de la Iglesia y el Estado, pero la negativa de la Santa Sede a cualquier proceso de reforma dio lugar a la Ley del Candado (1910), que intentaba poner coto a la preponderancia de las órdenes religiosas en España y limitaba el establecimiento de otras nuevas.
Se modificó la Ley de Reclutamiento, que pasaba a ser obligatorio en tiempos de guerra y se suprime la redención en metálico. Por último, se continuó con la política de acercamiento a los catalanistas y elaboró la Ley de Mancomunidades, que permitía el autogobierno y satisfacía las peticiones catalanistas. Tras el asesinato de Canalejas en 1912, sería aprobada en 1914 con Eduardo Dato.