1. Las causas de la guerra:

A principios del Siglo XX Europa se vio sometida a una serie de tensiones y crisis. Francia y Reino Unido desconfiaban del creciente poder alemán y del giro expansionista que Guillermo II dio a su política exterior. A estos factores se sumaban otros factores de inestabilidad internacional. Las tensiones territoriales tuvieron como primeros escenarios Marruecos y la zona de los Balcanes. A todo esto se sumo las aspiraciones nacionales de diversos pueblos de esa zona y de Centroeuropa agravaban la situación. Todas esas tensiones dieron lugar a un rearme masivo y a un clima de enfrentamiento que en cualquier momento podía estallar.

1.1Las rivalidades entre las grandes potencias europeas:

Las relaciones entre Francia y Alemania eran muy tensas por las reivindicaciones territoriales francesas sobre Alsacia y Lorena perdidas en 1870, a raíz de la guerra Franco-prusiana. Esto se reavivó a comienzos del Siglo XX debido a las rivalidades coloniales. A esta tensión se uníó la disputa entre los imperios austrohúngaro y ruso por el control político y económico de la zona de los Balcanes. También las rivalidades económicas generaron un clima de enfrentamiento. El notable impulso de las relaciones comerciales y financieras, especialmente de Reino Unido y Alemania, los dos estados con mayor desarrollo industrial y con más actividad comercial, provocó en ocasiones rivalidades en la batalla económica por conseguir nuevos mercados. Alemania consideraba que para impulsar su rápido desarrollo industrial necesitaba extenderse por nuevos mercados y formar un Imperio colonial en el que situar sus manufacturas. Por su parte, Reino Unido veía en el expansionismo Alemán una amenaza para su Imperio colonial y su hegemonía comercial. Un punto importante de la desconfianza de Reino Unido radicaba en la política naval germana, que tenía como objetivo crear una poderosa marina de guerra equiparable a la británica. Por todas esas razones, Reino Unido abandonó su tradicional aislamiento y buscó la alianza con Francia.

1.2 La formación de los bloques y la carrera de armamentos:

A partir de 1907 las principales potencias europeas estaban divididas en dos bloques opuestos: la Triple Alianza y la Triple. Tras la dimisión de Bismarck en 1890, el emperador Guillermo II y su gobierno dieron un giro a la política exterior alemana que se caracterizó por un nacionalismo expansionismo, el militarismo y el desarrollo de una poderosa flota de guerra. La triple alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, se creó en 1882. Sus objetivos fueron lograr un equilibro en Europa favorable Alemania, aislar diplomáticamente a Francia y evitar así cualquier intento francés de revancha; asegurar a los austriacos la protección de su frontera sur en caso de conflicto con Rusia en los Balcanes, mientras que Italia recibía garantías frente a un ataque francés. Este bloque perdíó a Italia, tras la ocupación italiana de Libia, que la enfrentó con el Imperio turco y con Austria. El otro bloque, la Triple Entente, formada por Francia, Rusia y Reino Unido, Se formó en 1907 a través de una serie de acuerdos: -En 1893 Francia y Rusia firmaron un pacto militar por lo que se comprometían a movilizar sus tropas en caso de ser atacadas por un miembro de la Triple Alianza. Así, Francia lograba romper su aislamiento. -Reino Unido y Francia firmaron la entente cordial en 1904, por la que Francia renunciaba a sus ambiciones sobre Egipto a cambio del apoyo británico a la aspiración francesa de establecer un protectorado sobre Marruecos. De esta forma Francia Reino Unido zanjaban sus rivalidades coloniales. Con esta alianza, además, Reino Unido pensaba contrarrestar el poderío naval alemán. En 1907 se adquiríó a esta alianza el Imperio Ruso y se formó la Triple Entente. Este sistema de alianzas en sí mismo no implicaba un paso hacia la guerra. Pero se convirtió en un instrumento cada vez más incontrolable a medida que se desestabilizaba la situación internacional. La carrera de armamentos constituyó otro paso decisivo hacia el conflicto bélico. Entre 1890 y 1914 los ejércitos de todas las potencias europeas, salvo Reino Unido, doblando sus efectivos militares de tierra y mar. Se estabilizó el servicio militar obligatorio, que permitía una movilización de tropas masivas y rápidas. Además, mejoro mucho la tecnología armamentística gracias a la aplicación militar de los grandes avances de la Segunda Revolución Industrial. El punto culminante de esta etapa, lo que ha sido denominada paz armada, tuvo lugar en los años que precedieron a la guerra. La carrera de armamentos causó una gran inquietud en la opinión pública. Los gobiernos y sus estados mayores se vieron forzados a insistir en el peligro inminente de la guerra para justificar sus políticas ante la población. En Alemania y Francia las ligas nacionalistas destacaron una campaña de exaltación bélica, pero solo arrastraron a una minoría de partidos del enfrentamiento.