LA OPOSICIÓN AL SISTEMA. LOS NACIONALISMOS PERIFÉRICOS

            Además de los dos partidos políticos mayoritarios que se turnaron en el poder, existían otros partidos políticos, minoritarios. Estaban legalizados, pero tenían muy pocos afiliados y los votaba muy poca gente. Para ellos, el sistema era corrupto porque no se contaba con ellos para las decisiones importantes. Fueron muy activos y actuaban en los medios universitarios y en la prensa, a la vez que organizaban manifestaciones contra el Régimen. En el reinado de Alfonso XII y la Regencia de Mª Cristina estos partidos se organizaron y fue en el reinado de Alfonso XIII cuando comenzaron a tener importancia en la política española.

            Corresponden a diferentes ideologías: carlismo, marxismo, liberalismo, republi-canismo y nacionalismos.

            El carlismo defiende una política descentralizada de España. Se dividió en carlistas puros, carlistas separatistas y carlistas radicales.

            El marxismo es la doctrina política creada por Carl Marx, que concibe la vida política desde un punto de vista económico, ya que el sentido de la vida es un materialismo productivo. Marx divide a la sociedad en ricos (burgueses) y pobres (trabajadores o proletarios). Son dos grupos o clases sociales antagónicas y la Historia es una lucha permanente de clases. En el siglo XIX, la Revolución Industrial ha provocado duras condiciones de vida para los obreros de las fábricas, que son esclavizados por los dueños de estas. Por lo tanto, los obreros tienen que iniciar un movimiento de lucha contra el sistema liberal, el movimiento obrero. El principio básico no es la libertad del individuo sino la igualdad económica. Los obreros tienen que reformar o destruir el Estado social del momento, de modo que poco a poco todos los ciudadanos son considerados trabajadores. En 1864, Marx fundó la Internacional Socialista, en la que se propone que los obreros de todo el mundo tomen el poder en sus países. Establece como medios para alcanzarlo: los partidos políticos, llamados socialistas, los sindicatos, asociados a estos partidos, y el anarquismo revolucionario.

            En España llegaron primero los anarquistas durante el Cantón, que fueron muy violentos. Para conseguir afiliados, un grupo de periodistas dirigidos por un tipógrafo, Pablo Iglesias, fundó el PSOE en 1878 y, dos años después, en 1880, UGT, el primer sindicato oficial. En su acta fundacional se refleja la ideología marxista y plantea tres objetivos: adquirir el poder, eliminar la propiedad privada de los medios de producción, y socializar a la población, implantando sus puntos de vista. Hasta 1905 no tienen escaños y en la Segunda República obtienen el poder.

            El liberalismo defiende la libertad como principio básico, pero cambia sus puntos de vista sobre política social, económica y exterior. Como política social, defienden la cultura y la educación para que la población no sea absentista. En la política económica, defienden el liberalismo mixto, es decir, protegen algunos productos pero no otros. Además defienden que España se vuelva europea. Los dos grupos importantes son las Cámaras de Comercio y la Liga Agraria. El político más importante es Joaquín Costa, un político que funda las Cámaras de Comercio como partido político, que actualmente no lo son, y también la Liga Agraria, que crea las Cajas de Ahorro y las Mutuas.

            El republicanismo defiende la idea de que España sea una república. Después del fracaso de la Primera, se dividen en cuatro grupos: posibilistas (que colaboran con el sistema), demócratas (que son presidencialistas), federales (que quieren España sea un Estado Federal como con Pi Margall) y radicales (fundados por el catalán Alejandro Lerroux, defienden un Estado Federal español con capital en Barcelona. Este partido fue muy activo y apoyó el nacionalismo catalán).

LOS NACIONLISMOS

            Es el movimiento político de oposición a la Restauración más importante, ya que está mezclado con un fenómeno europeo que estaba provocando cambios importantes, como la unificación de Italia y Alemania, la Guerra de Independencia de Irlanda…

            Existen dos teorías respecto al concepto de nación:

            1.- Teoría anglosajona. Una nación es un Estado o varios Estados con diferentes nacionalidades que por voluntad propia deciden formar una sola nación y están unidos por una Constitución y un presidente o rey. Por ejemplo, EEUU, Reino Unido, Alemania… Son Estados Federales.

            2.- Teoría francesa. Una nación es el conjunto de personas nacidas en un mismo lugar geográfico que tienen una historia común, una lengua propia y unas costumbres que los identifican. En España, esta teoría fue la que se impuso identificándose el concepto nación española con Estado español.

            En la Restauración quedaron anulados todos los privilegios de los catalanes y los vascos al perder estos la tercera guerra carlista.
La reacción de la población de estas dos regiones fue buscar signos de identidad propios, intentando que el resto de España se diera cuenta que ellos pertenecían a otras naciones, aunque estuvieran en el Estado español. Para ellos, la nación española no existe, ya que consideran que España como Estado se creó con los RRCC, pero que, durante la Edad Media, la Reconquista provocó el nacimiento de nacionalidades concretas en las zonas no controladas por el islam.

            Para ellos Castilla no es España y la capital, Madrid, ha abusado de poder. Por lo tanto, hay que recuperar la lengua, la Historia y la cultura.

            A través de la prensa (Cu-Cut, Veu, Askaltasuna) se estimulan estas ideas, que además se contagian a otras regiones españolas como Galicia y Valencia.

            El nacionalismo catalán fue el más importante. En Cataluña, se llamó a este movimiento Renaiçença.
La Universidad organiza congresos para estudiar la lengua catalana que estaba en desuso y catedráticos como Menéndez Pidal o Ramón y Cajal defienden el uso de la lengua catalana, que tiene su gramática y sintaxis propia. Se organizan juegos florales y fiestas populares catalanas. Se organiza la Primera Exposición Universal en Barcelona. El arquitecto catalán Gaudí implanta el modernismo como el estilo de vanguardia de España.

            El teórico del nacionalismo catalán, desde el punto de vista político, fue Prat de la Riba, que en 1892 elaboró las Bases de Manresa. Se trata de un manifiesto en el que los catalanes reivindican Cataluña para los catalanes. Esto significa todas las competencias: poder ejecutivos, legislativo, judicial, lengua catalana, educación catalana, pequeña unidad militar catalana (los ahora Mossos d’Esquadra)… Dos años más tarde forman un partido político que se llama La Unió (la ahora CiU, Convergència i Unió) dirigido por Cambó, que reclama ya independencia. Más adelante, se unirán otros grupos y formarán una liga, la Lliga Catalana. Su finalidad será conseguir que España sea un Estado Federal formado por otros Estados.

           En el País Vasco, no existe ningún teórico. Un antiguo carlista, Sabino Arana, afirma que el nacionalismo es un sentimiento que se remonta a antes de la época romana, la época celta, cuando hablaban las lenguas celtas. Defiende el euskera y los rasgos de identidad racional. Funda, en 1894, el PNV o Partido Nacionalista Vasco, que defiende la libertad del mismo. Este partido tuvo poca aceptación popular y generó un movimiento de rechazo entre la población vasca, que se conoció como “españolismo” defendido por Unamuno y Pío Baroja. Hasta la Segunda República, treinta años más tarde, los nacionalistas vascos no comienzan a obtener votos con forme los carlistas van perdiendo el apoyo de la población vasca y se les considera que no defienden las tradiciones vascas (jugar a la pelota vasca, las traineras vascas).

C) CONLUSIÓN

            El Régimen Canovista de los primeros 25 años de la Restauración fue positivo según el profesor Jover, por la cantidad de logros políticos, económicos y sociales: sufragio universal masculino, primera ley antiterrorista, ley de sociedades, ley de Cajas de Ahorro, ley de huelga, leyes laborales…

            Aparentemente el sistema funcionaba bien, pero en 1897, Cánovas del Castillo fue asesinado por un anarquista, Angiolillo. Esto demostró que la seguridad no estaba bien montada, calculada u organizada, y, además, al año siguiente estalla la guerra hispano-yanki. La causa fue la independencia de Cuba que desde 1895 había organizado guerrillas y reclamaba la independencia. En 1898, el barco norteamericano Maine voló en la bahía de La Habana. EEUU acusó a España y España le declaró la guerra a USA. EEUU atacó Cuba, Puerto Rico y Filipinas y hundió a la Armada española en la batalla de Cavite. El resultado fue el desastre del 98. Mueren alrededor de 10000 jóvenes y pierde todos sus territorios en el Tratado de París. España vende a Alemania todas las islas del Pacífico que aún le quedaban.

            Esta guerra provocó una crisis moral entre la población española y los políticos de la oposición, dirigidos por Joaquín Costa, comenzaron a criticar el Régimen Canovista, al que acusaron de corrupto y caciquil.

            En adelante, los partidos políticos minoritarios comenzaron a buscar el voto de la gente más pobre, que no solía votar (absentistas) prometiéndoles el fin del servicio militar e, incluso, del ejército.

            Los nacionalistas catalanes comenzaron a prometer reformas económicas que les compensaran de la pérdida de Cuba. Los partidos políticos mayoritarios no supieron negociar con estos grupos minoritarios y el sistema se volvió inoperante, corrupto y conflictivo en el reinado de Alfonso XIII