2.2. La industria siderúrgica, el carbón y el ferrocarril
Después de la del algodón, la industria que más crecíó durante la Revolución Industrial fue la siderúrgica, suministradora de bienes de capital –se denomina así a los bienes con los que se producen y transportan los de consumo; por ejemplo, fábricas, maquinaria, camiones, ferrocarriles, carreteras…–. Un primer tirón de la demanda de hierro provino de la revolución agraria, del crecimiento de la industria textil y de la de la construcción urbana. Sin embargo, debieron transcurrir varias décadas para que esa demanda se disparara. Desde 1840-1850, el ferrocarril, la mecanización de un mayor número de industrias, el mayor proceso de urbanización y los mercados externos elevaron espectacularmente el consumo de productos siderúrgicos. Como en el caso del algodón, la mayor demanda pudo ser abastecida gracias a innovaciones tecnológicas y de organización del trabajo. Aumentar la producción siderúrgica presentaba dos problemas. El primero era la utilización de carbón vegetal, de oferta limitada, ya que se obténía talando los bosques. Una segunda rémora procedía de la energía hidráulica toda vez que fuelles, martillos y laminadoras se movían lentamente y dejaban de funcionar en los períodos de estiaje de los ríos. Ambos problemas generaron desafíos que hallaron respuestas tecnológicas que, a su vez, originaron nuevos retos e innovaciones. El primer cuello de botella –la escasez relativa de carbón vegetal– terminó en 1767, cuando William Watson logró transformar la hulla en coque. El segundo cuello de botella –la utilización de energía hidráulica en los altos hornos– se resolvíó gracias a John Wilkinson, que en 1776 construyó fuelles movidos por vapor. Estas dos innovaciones elevaron el rendimiento de los altos hornos, surgiendo así otro desafío: hallar un método más rápido de afinar el colado. El reto encontró respuesta en 1784, cuando Henry Cort ideó la pudelación
El método de Cort fue un procedimiento para pudelación y laminación que permitíó la producción de hierro forjado en gran escala con carbón. Las carácterísticas del uso de este método son: Se utiliza sólo carbón mineral, (abaratar los costes) que alcanzaba el lingote de hierro al ser forjado por carbón vegetal. O Mejora la calidad del lingote de hierro británico. O Unificó operaciones de pudelación, martilleo y laminación; que hasta entonces se hacían por separado. El nuevo sistema elevó la productividad en la fase de obtención de hierro dulce, por lo que aparecíó el desafío de aumentar los rendimientos en la producción de barras y planchas, cosa que se logró a fines del Siglo XVIII al sustituir la energía hidráulica por el vapor en martillos y laminadores. Finalmente, el aumento de la producción de barras y planchas chocó con la baja productividad de los herreros. Este último reto no halló una respuesta definitiva hasta la década de 1840, cuando se generalizaron las perforadoras, las fresadoras, las trefiladoras y los tornos movidos a vapor instalados en fábricas, de manera que, durante la Revolución Industrial, hubo que recurrir a tres formas de organización de la producción de bienes siderúrgicos finales. (Verlagssystem) La mayor productividad de la industria siderúrgica redujo costes y precios, haciendo que crecieran la demanda y la producción de hierro. Gran Bretaña, Francia, Alemania o Bélgica aumentaron extraordinariamente su producción de hierro colado, lo que, a su vez, provocó economías de aglomeración en las regiones siderúrgicas de estos países.El aumento de la producción industrial no se limitó al algodón y al hierro, ya que durante la Revolución Industrial crecíó todo el sector secundario. Es preciso destacar que durante la Revolución Industrial adoptaron la energía de vapor y el sistema fabril muy pocas industrias: algodón, hierro, producción de máquinas, herramientas, minería, papel y alguna rama de la cerámica. Las demás continuaron produciendo mediante el Verlagssystem o la manufactura. La demanda de productos industriales crecíó por tres causas que actuaron simultáneamente: más población, mayor renta per cápita y mercados externos.
Algodón:
La industria que más crecíó en los inicios de la Revolución Industrial . Ello se debíó a razones de demanda (crecimiento de la población, aumento de la renta per cápita y mercados externos) y de oferta (innovaciones tecnológicas y nuevas formas de organización del trabajo). La producción de tejidos requiere de estas operaciones: hilar, tejer, lavar, blanquear y colorear. Las dos primeras son mecánicas, y las otras, químicas. Elhilado se hacía con ruecas manuales o con tornos de pedales. Los hilos se tejían en pequeños telares movidos manualmente. Las telas se lavaban y suavizaban mediante sustancias orgánicas. Los tejidos se blanqueaban exponiéndolos al sol durante días y, para tintarlos, se utilizaban sustancias animales o vegetales. Todas estas operaciones se realizaban de forma dispersa en hogares campesinos y talleres. Por lo general, el hilado y el tejido se efectuaban en el campo, y los otros procesos, en las ciudades. La industria textil estaba organizada mediante el Verlagssystem o Putting out system. El sistema consistía en que comerciantes compraban la materia prima distribuyéndola entre los hogares campesinos y pagando a hiladores y a tejedores un tanto por pieza. Luego, pasaban los tejidos a artesanos a quienes adelantaban las sustancias orgánicas necesarias para lavar, suavizar y colorear, pagándoles también un tanto por pieza. Terminado el producto, los comerciantes se hacían cargo de su transporte y venta. Las principales innovaciones tecnológicas nacieron en Inglaterra por las condiciones más favorables:artesanado cualificado, un efectivo sistema de patentes y empresarios emprendedores. La primera innovación fue la lanzadera volante de John Kay (1733). La incorporación d la lanzadera elevó la productividad. El desafío era ahora telares que no fueran movidos por el hombre, lo logró en 1786 Edmund Cartwright al construir uno accionado, primero, por caballos y, luego, mediante energía hidráulica. El progreso tecnológico no se detuvo aquí. Dio un gran salto adelante cuando, finales del XVIII, comenzó a aplicarse a las máquinas de hilar y tejer. La máquina de vapor la ideó en 1769 James Watt, Perfeccionada por él y por Matthew Boulton pudo acoplarse a hilaturas y a telares. La mecanización y el vapor se aplicaron, primero, a la industria del algodón, y posteriormente a lana, lino y seda.
El aumento de la productividad en las operaciones mecánicas de hilar y tejer generó otro desafío,en las operaciones químicas. Era preciso sustituir el uso sustancias orgánicas por inorgánicas más abundantes y baratas. Se aplicaron innovaciones de la industria química a la del algodón: sosa cáustica, ácido sulfúrico y cloro permitieron lavar, suavizar y blanquear un número cada vez mayor de tejidos. Posteriormente aparecíó el uso de colorantes animales y vegetales. La nueva maquinaria obligó a pasar del Verlagssystem al sistema fabril. Durante algunas décadas, la lanzadera volante y la spinning jenny reforzaron el trabajo doméstico y el Verlagssystem, (funcionaban accionadas por un único hilador). En el futurohubo la necesidad de crear fábricas connueva maquinaria y donde se procedíó a una nueva organización (división y especialización)del trabajo ). El nuevo sistema fabril dio un gran impulso a la productividad haciendo que costes y precios descendieran. Este descenso incrementó su demanda, provocando la crisis del Verlagssystem. Parte de los trabajadores a domicilio y artesanos encontraron empleo en las fábricas, pero otros se vieron abocados al paro, lo que explica la aparición del ludismo, un movimiento de destrucción de máquinas que se dio en varios países y que se denomina así porque en Gran Bretaña lo líderó un artesano llamado Ned Ludde. Dado que no existen estadísticas sobre la producción de tejidos de algodón durante la Revolución Industrial, utilizaremos la evolución de las importaciones de algodón en rama como indicador de aquella. El crecimiento de la industria textil provocó economías aglomeración en las regiones donde se concentró, y también tuvo efectos de arrastre sobre industrias de otras regiones. Ejemplo lo sucedido en las regiones británicas que se especializaron en la producción de tejidos.
1) En las regiones textiles, aparecieron industrias auxiliares que proveían a la de tejidos de inputs. 2) La industria textil y sus auxiliares provocaron un intenso proceso de urbanización. 3) El crecimiento del transporte y de los demás servicios. (efectos de arrastre de la industria del algodón)