La segunda fase de la revolución industrial
1830, la primera fase de la Revolución Industrial británica, la textil, había llegado a su límite. Hacia fines de 1840 comenzó una nueva fase de industrialización, proporciónó un sostén más firme para el crecimiento económico. El desarrollo del ferrocarril y los avances de las industrias de base o pesadas sacaron a Inglaterra de la crisis e iniciaron un nuevo periodo de expansión.
El ferrocarril
Durante la primera fase de la Revolución Industrial se incrementó la demanda de carbón para las maquinas a vapor de las fábricas textiles. Para transportar el carbón se utilizaban vagones que corrían sobre rieles tirados por hombres o animales. A principios del S XIX este sistema fue perfeccionado con la construcción de locomotoras de vapor. Se inventó el ferrocarril.
Inicialmente, este nuevo medio de transporte fue utilizado para trasladar los productos. Luego, su uso se difundíó para todo tipo de mercancías y pasajeros. De este modo, el ferrocarril se extendíó por todo el mundo, acortando distancias y favoreciendo la comunicación. El ferrocarril no fue solo un nuevo sistema de transporte, sino que también se convirtió en un gran consumidor que estimulo la industria de productos de base, amplio las fuentes de empleo y ofrecíó a muchos empresarios un espacio donde invertir el capital.
Los transportes y las comunicaciones
El desarrollo de los barcos de vapor también disminuyo los tiempos de viaje y facilito las comunicaciones. En la segunda mitad del SXIX su uso se extendíó por Europa, tanto por la navegación fluvial como para la transoceánica, con el fin de transportar carga y pasajeros. Otro de los inventos importantes de la época, de gran difusión a principios del S XIX, fue el motor de combustión interna. Utilizaba combustibles derivados de los hidrocarburos para generar energía. Los primeros automóviles y aviones contaban con este tipo de energía. En la década de 1840 se inventó el telégrafo, que facilito las comunicaciones y la difusión de información.
El liberal económico
Esta nueva dimensión de la economía sólo podía darse en el marco de una política económica liberal. El liberalismo económico sosténía que los Estados no debían intervenir en la economía, las actividades comerciales debía regirse según el libre juego de la oferta y la demanda, la cual regulaba el valor de las mercancías. Cualquier interferencia provocaría un desajuste en el equilibrio natural de la economía. La política librecambista beneficio a Gran Bretaña, la mayoría de las economías industriales vieron durante este periodo grandes ventajas en el avance del librecambio. Todas las naciones deseaban un comercio exportador sin restricciones y un abundante y libre abastecimiento de alimentos y materias primas a través de las importaciones. Se eliminaron las barreras arancelarias. Las principales naciones industriales firmaron una serie de tratados de libre comercio que redujeron sustancialmente las tarifas arancelarias, pero no las eliminaron. Los países no industriales también fomentaron el libre comercio y la demanda exterior, ya que sus ingresos provénían de la venta libre de sus productos agrícolas y mineros. El librecambio cumplíó un papel fundamental en la economía mundial porque bajó los precios y favorecíó la expansión de los negocios al reducir las barreras arancelarias que limitaban el libre comercio de bienes
La división internacional del trabajo
La teoría de la división internacional del trabajo y de las ventajas comparativas sustentó y explicó esta nueva dimensión liberal de la economía. Smith y Ricardo, cada país escogería libremente las mercancías que produjera mejor y a menores costos y las intercambiaría por los productos elaborados por otros países. Cada país, de acuerdo con la teoría de las ventajas comparativas, tenía aptitudes o ventajas naturales, y un cierto desarrollo histórico. Los países de mayor desarrollo industrial:
Gran Bretaña, Alemania y los Estados Unidos. Los países no industriales en proveedores de alimentos y materias primas. (La Argentina producía trigo y carne). En este contexto de liberalismo económico y división internacional los bienes destinados a ser exportados fueron impuestos, ya sea por la fuerza o por exigencias provenientes del dominio que ejercían sobre el mercado los países industriales más poderosos. La división internacional del trabajo amplió la brecha entre las economías industriales y las productoras de bienes primarios.
La crisis económica de 1873
Causas y consecuencias: La producción agrícola de regiones no industriales (América Latina) inundó los mercados mundiales (produjo baja de precios). La situación beneficio a los compradores ya que los costos de producción eran más caros en Europa (tierras explotadas) que en América (tierras fértiles)(Los agricultores emigraron y abandonaron su país). En las industrias los precios de bienes cayeron (un gran incremento sostenido en la oferta y la demanda limitada). La menor cantidad de compradores de productos manufacturados era menor que la cantidad de bienes introducidos en el mercado, generó el escaso crecimiento del mercado consumidor y la quiebra de compañías. La crisis afecto a la mayoría de países europeos y extraeuropeos para otros (EEUU- Alemania) fue una etapa de avances. La agricultura fue el sector más afectado. Como consecuencia de la producción agrícola de regiones no industriales, inundó los mercados mundiales, lo que produjo la baja de los precios agrícolas. Esta situación beneficiaba a los compradores, fue desastrosa para los agricultores europeos (los costos de producción eran más elevados).
Las migraciones y el crecimiento de las ciudades
SXIX, la población europea estaba conformada por campesinos que vivían en áreas rurales. Las explotaciones rurales dejaron de ser unidades autosuficientes, destinadas únicamente al consumo local o familiar, y pasaron a producir para el mercado nacional e internacional. Se incorporaron maquinas que disminuyeron la cantidad de mano de obra necesaria. Esto genero un desplazamiento de varios campesinos hacia las ciudades, ya que fueron expulsados de sus tierrasy se quedaron sin trabajo. Las viejas ciudades como barrios obreros e industriales. Las migraciones del campo a la ciudad conocida como “éxodo rural, otras migraciones. Las migraciones entre regiones y de una ciudad a otra, luego tomaron dimensiones mundiales. SXIX, los europeos atravesaron océanos en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. Los medios de transporte y comunicación permitíó a la población movilizarse a mayores distancias.