La actitud de la monarquía española frente a la revolución francesa y el papel de Godoy
La influencia de la revolución francesa despertó a muchos intelectuales españoles, pero también produjo rechazo entre la clase dirigente, de manera que, Carlos IV cerró las fronteras y suprimíó las ideas ilustradas de su gobierno para evitar los ecos revolucionarios, Godoy principalmente promovíó medidas para el desendeudamiento del estado, aumentando las contribuciones y la desamortización del estado para ayudar a Hacienda, esto provocó el enfrentamiento con la iglesia y con el hijo del rey.
Las causas de la ocupación napoleónica de la península Ibérica y del vacío de poder que provocaron la rebelión popular y la creación de las juntas.
Con la llegada de Napoleón al poder se firmó el tratado de Fontainebleau, que autorizaba a los ejércitos franceses a entrar en la Península para conquistar Portugal, pero nada más lejos de la realidad, las tropas francesas ocuparon lugares estratégicos hasta que se convirtió en una invasión y la familia real huyó a Aranjuez, de esta manera, se produjo un vacío de poder y el desmoronamiento del Antiguo Régimen, los más nacionalistas se unieron a las clases dirigentes y formaron juntas locales que finalmente crearon una Junta Suprema Central que daba reconocimiento a Fernando VII como monarca. La población rehusaba simpatizar con las tropas francesas puesto que se trataba de una invasión y las tropas eran acusadas de destrucción y pillaje. Ante la extrema represión impuesta por los franceses estalló el levantamiento del 2 de Mayo, protagonizado por las clases populares, además de algunos miembros de otros estamentos.
El carácter de la guerra: apoyo británico y formación de guerrillas
Los ingleses comandados por el general Wellington decidieron apoyar a España para frenar la hegemonía francesa, además los españoles al tener un ejército devastado optaron por una organización del ejército en guerrillas que obligaba a atacar de forma atípica a los franceses y que los arrasaba en escaramuzas en zonas rurales.
El desarrollo militar de la guerra
En 1808 los franceses entraron de manera implacable en la península, destruyendo todo a su paso y sitiando y bombardeando ciudades, es por esto que tras la batalla de Bailén el ejército español quedó diezmado y el hermano de Napoleón pasó a ser rey de España. El momento culmen de la invasión fue en 1812 cuando el ejército francés conquistó Valencia, pero en ese mismo año, tras la entrada del emperador en Rusia, este se vio obligado a retirar efectivos del frente occidental, ocasión perfecta para un contraataque anglo-hispano que tras vencer a las tropas de Napoleón en la batalla de Arapiles comandados por el general Wellington obligaron a retroceder al ejército francés hasta la firma del tratado de valençay en el que restituyó a Fernando VII en la corona y se expulsó a los franceses de manera permanente en 1814.
Las diferentes actitudes que adoptaron los españoles ante la invasión francesa
La situación bélica en la que estaba sumido el país había empeorado enormemente a la población, se adoptaron dos posturas, una de apoyo francés, conformada por ilustrados que veían en la invasión francesa un intento por modernizar el país y de los hombres de negocios que se veían enriquecidos por los contratos con el ejército entre otras actividades, esto eran conocidos como afrancesados.
Por otro lado la oposición a los franceses consistíó sobretodo en el apoyo a Fernando VII y a la fe católica, por un lado se encontraban los nobles y el clero, que creían en el restablecimiento de la situación anterior a la invasión de 1808; por otro lado, se encontraban los moderados, que esperaban que a su vuelta, Fernando VII promoviera una serie de reformas que ayudaran a remodelar el Antiguo Régimen y, finalmente, los liberales, que querían una reforma profunda del sistema y pretendían que el monarca estableciera una constitución en la que se constituyera una soberanía nacional, una separación de poderes y libertades individuales.
Las consecuencias y los costes de la guerra
Fue una guerra larga y de una crueldad extrema, en la que se destruyeron los motores económicos del estado, como la tierra y la industria lanera, la primera fue arrasada junto a las ciudades y los pocos campesinos que aún quedaban eran sometidos a pillaje por parte de las tropas, así como préstamos forzosos, además aumentó considerablemente tanto la natalidad como la mortalidad, la segunda fue destruida a causa del sacrificio de las ovejas merinas, que servían de alimento a las tropas. El comercio también se vio afectado a causa de la incautación de los animales de tiro, el coste de la guerra fue extraordinario y se vio traducido en un déficit que superaba 20 a los ingresos del estado, situación que se agravó con la pérdida de las colonias americanas.
Las consecuencias y los costes de la guerra
Fue una guerra larga, de una crueldad extrema y muy destructiva (se devastaron tierras, ciudades…). Los contendientes y las guerrillas se aprovisionaban sobre el terreno mediante requisas, préstamos forzosos, saqueos y robos. A esto se le sumó la mortalidad entre la población civil, que era más elevada que en las tropas y llegó a alcanzar el 50% en algunas zonas, y la consiguiente caída de la natalidad. En términos económicos, la producción agraria quedó destruida, y la industrial, colapsada, ya que desaparecieron algunos sectores como el lanero en Castilla, pues las ovejas fueron sacrificadas como alimento de las tropas. El comercio se paralizó y el transporte quedó afectado por la incautación militar de bueyes, mulos y caballos. El coste global fue extraordinario y provocó una deuda pública inasumible: en 1815, el déficit de las finanzas públicas era 20 veces superior a los ingresos del Estado, que disminuyeron con los procesos de independencia de las colonias.
El impacto político y social de las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 y valorarlo
Las circunstancias de la guerra dificultaron o imposibilitaron la puesta en práctica de estas reformas, así como de la Constitución, que contaron con la oposición de los sectores absolutistas, que anhelaban el regreso de Fernando VII para restablecer la situación anterior a 1808.
¿Por qué se convocaron Cortes, quiénes las compónían y el carácter revolucionario de las mismas?
En medio del conflicto bélico, la Junta Central Suprema organizó una consulta al país y, ante el hundimiento del Estado, puso en marcha la convocatoria de las Cortes. Las respuestas señalaban que los responsables de la situación eran los gobiernos de Carlos IV, formulaban quejas y planteaban la necesidad de reformas que limitasen el poder del monarca. Pero, la Junta no pudo sobreponerse a las derrotas militares y al hostigamiento de sectores absolutistas, por lo que cesó en sus funciones y fue reemplazada por la regencia del obispo de Orense, el cual terminó de organizar las Cortes, convocadas en Cádiz. Los diputados no siempre pudieron ser elegidos con normalidad por la guerra y el sufragio no pudo celebrarse, y fueron reemplazados por personas presentes en Cádiz. Con 300 diputados, se acordó que las Cortes serían unicamerales y no estamentales, y se inauguraron en 1810. El primer día, los liberales consiguieron un triunfo al poder ejercer poder en representación de los ciudadanos que formaban la nacíón. Acordaron la división de poderes y reconocían a Fernando VII como rey de España, adquiriendo un carácter revolucionario ya que rompían con la soberanía del rey y liquidaban los privilegios estamentales al establecer que todos los ciudadanos eran iguales ante ley y tenían los mismos derechos.
Cómo se realizó la primera restauración absolutista y cuáles fueron sus carácterísticas
En Marzo de 1814, Fernando VII regresó a España, este había jurado mantenerse fiel al régimen constitucional. Pero a través de la conspiración y apoyándose en las peticiones de los absolutistas procedíó a restablecer el Antiguo Régimen. De manera que cuando llegó a Madrid anuló la constitución y los decretos de Cádiz e inició la persecución de liberales y afrancesados. Las carácterísticas de este anacrónico régimen fueron la restauración de las antiguas instituciones y el régimen señorial, no se tomaron medidas para emprender reformas, tampoco para reconstruir la sociedad de posguerra ni la Hacienda. Además, del proceso de independencia de las colonias americanas lo que cortó los flujos monetarios que llegaban de ultramar.
El contenido y la importancia de la Constitución de 1812
Las Cortes aprobaron una serie de leyes y decretos, así como la primera Constitución de la España contemporánea, lo que permitíó sentar las bases de un nuevo sistema liberal y acabar con el Antiguo Régimen. Fue un texto de contenido muy avanzado para la época, que convirtió a el país como referencia en Europa y América. En los artículos se definían los derechos del ciudadano, las libertades civiles y la igualdad jurídica y fiscal a través del reparto proporcional de impuestos. Se establecíó el sufragio universal masculino para mayores de 25 años, mediante un sistema de elección indirecto. Además, se garantizaba la seguridad individual a través de la inmovilidad del domicilio, los derechos penales y procesales y la abolición de la tortura. La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes. El poder legislativo recaía en las Corte, que poseían la potestad de laborar leyes, aprobar los presupuestos y los tratados internacionales y comandar el ejército, entre otras funciones. El monarca era la cabeza del poder ejecutivo, por lo que poseía la dirección del gobierno e intervénía en la elaboración de las leyes a través de la iniciativa y la sanción. El poder judicial era competencia de los tribunales y se establecían los principios básicos de un Estado de derecho. La Constitución reconocía la confesionalidad del Estado, establecía la enseñanza primaria obligatoria y la creación del ejército nacional con un servicio militar obligatorio. Organizaba territorialmente el Estado en provincias y municipios, que se gobernaban por diputaciones y ayuntamientos electivos, y se regulaba por primera vez la Milicia Nacional como cuerpo de ciudadanos armados para defender lo preceptos liberales ante quienes se opusieran a su desarrollo.
Las principales reformas liberales que impulsaron las Cortes
Además de la Constitución, las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar el Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como un régimen liberal. De este modo, se abolíó el régimen señorial, pero las tierras se mantuvieron en manos de los señores que se transformaron en propietarios -lo que originó conflictos con los campesinos, que las reclamaban-, pero perdieron sus antiguas prerrogativas judiciales y administrativas. También se intentó iniciar una reforma agraria, mediante la expropiación de los bienes de los conventos suprimidos por el gobierno de Napoleón, la venta o reparto de terrenos baldíos y bienes comunales y la limitación de los mayorazgos. También se introdujeron medidas próximas al liberalismo económico, con la finalidad de la creación de un mercado nacional. Por lo que se decretó la libertad de comercio, de industria y de trabajo, suprimiendo los gremios y las aduanas interiores.
La organización de la oposición liberal
La oposición liberal se dividía en dos grupos:
Moderados
Gobernaron hasta 1822. Eran partidarios de reformas más favorables a las élites sociales (nobleza y burguésía propietaria), que no provocasen conflictos con el rey y estaban a favor de la negociación política con los realistas, a los que persiguieron con poca determinación.
Exaltados
Estaban organizados en sociedades patrióticas, planteaban la defensa de las libertades, el desarrollo de la Constitución y la necesidad de reformas radicales más próximas a las clases medias y populares. Eran partidarios de acabar sin contemplaciones con los realistas, a los que derrotaron a finales de 1822.
Los inicios del Trienio Liberal, la política reformista que llevó a cabo y los problemas a los que tuvo que hacer frente.
El 1 de Enero de 1820 triunfó un levantamiento en favor de la Constitución encabezado por el coronel Rafael del Riego, al frente de un ejército en espera de viajar a América desde Sevilla. Ante esta situación y la pasividad del ejército real obligaron al rey a aceptar la constitución de 1812, el nuevo Gobierno que se formó permitíó el
regreso de liberales y afrancesados mediante a través de una amnistía, y se convocaron elecciones, ganadas por los liberales. Las nuevas Cortes promovieron una importante obra reformista en la que se pregónó la libertad de imprenta, asociación y reuníón, lo que facilitó el impulsó de la prensa y las sociedades patrióticas liberales. También se formó la Milicia Nacional, una institución con carácter policial, además, de una nueva división del territorio en provincias y organizar los nuevos ayuntamientos y diputaciones por medio del sufragio. Además se promovíó un primer código penal, se reformó el ejército y se impulsó la educación, se organizó en tres grados: Primario, secundario y universitario. El monarca desde que pudo frenó estas reformas liberales, haciendo uso de su derecho de veto, principalmente en la desamortización de la tierra es más, buscaba la alianza con las potencias absolutistas europeas para imponer de nuevo el orden tradicional.
Los orígenes del movimiento realista durante el Trienio y cómo consiguió capitalizar el malestar de parte del campesinado.
El descontento de los campesinos se tradujo en protestas y levantamientos. Las reformas del Trienio, si bien abolían los señoríos jurisdiccionales, no incorporaban aspiraciones básicas como el acceso a la propiedad de la tierra y una efectiva rebaja de los impuestos. Se procedíó a desamortizar la tierra, pero los mismos señores volvieron a comprarlas, eso sí, sin señoríos y sin poder ejercer justicia, esto enfrentó a los campesinos a la realidad del pago monetario y a ser expulsados si no realizaban estos a tiempo, esto provocó que los campesinos quedaran indefensos ante el capitalismo en una sociedad en donde se practicaba el trueque como forma intercambio predominante, es por esto que se unieron a la causa antiliberal. Es por esto que la nobleza tradicional y la Iglesia, perjudicadas por la supresión del diezmo y los privilegios, y por la venta de bienes monacales, estimularon la revuelta contra los gobernantes del Trienio. Consiguieron capitalizar parte del descontento de los campesinos al responsabilizar al sistema constitucional de los problemas existentes y vincular su solución al restablecimiento del orden tradicional.
La invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, cómo se organizó y las consecuencias que se derivaron de ella
Cuando triunfa el liberalismo en España, las potencias que habían formado la Santa Alianza (Prusia, Rusia, Austria y Francia) cuyo objetivo era intervenir militarmente ante amenazas liberales se alarmaron. Las demandas de ayuda de Fernando VII dieron lugar a la formación de un ejército francés, los Cien Mil Hijos de San Luis, que bajo el mando del duque de Angulema atravesó los Pirineos en 1823 con el objetivo de restablecer el orden tradicional. La resistencia del ejército liberal fue escasa. En Cataluña las tropas se enfrentaron a los invasores, sin éxito. Tampoco se consiguió la intervención ciudadana ni la ayuda británica. Tras la ocupación de Madrid, se nombró un Consejo de Regencia y un gobierno absolutista, que derogó las normas y decretos establecidos durante el Trienio. Fernando VII recuperó su condición de monarca absoluto, inició inmediatamente la persecución de liberales e implantó un régimen de terror, la Etapa Ominosa.
¿Por qué se emanciparon las colonias americanas?
Al principio del Siglo XIX existía una rica burguésía criolla, próspera e ilustrada, que se sentía apartada de la administración política colonial y perjudicada por los excesivos impuestos, y por el control qué ejercía España sobre la economía, mayoritariamente en el comercio. Este malestar se acompañaba del impacto de la revuelta de las colonias americanas contra Gran Bretaña y la difusión de las ideas de la Revolución Francesa. Entonces, cuándo en España tras la invasión napoleónica se produjo un vacío de poder, los criollos formaron juntas, que inicialmente tenían lazos con Cádiz. Pero ni las reformas de las Cortes ni la Constitución de 1812 alcanzaron a las colonias. Las juntas de América se enfrentaron con las autoridades coloniales y emergieron como nuevos poderes. Poco a poco se forjaron tres focos independentistas: Buenos Aires, el Virreinato de Nueva Granada y Venezuela, y México. El restablecimiento del absolutismo en España significó una política de intransigencia hacia las colonias, y se tradujo en el envío de soldados para acabar con las revueltas, lo que provocó la expansión del movimiento libertador y tuvo costes económicos elevados para Fernando VII. Así, la guerra se extendíó por todo el continente a partir de 1816 y la victoria de Simón Bolívar en Ayacucho hizo irreversible la independencia y la constitución de nuevas repúblicas.