Fernando VII y la reacción absolutista

Fernando VII


Donde se defendía la restauración de la monarquía absolutista y se pedía la derogación de la obra de las Cortes de Cádiz. Comenzó una durísima persecución de liberales y afrancesados que provoco el exilio de varios miles de españoles. SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820). El rey abolíó la libertad de prensa y repuso la Inquisición. También retornaron los jesuitas. La restauración supuso la vuelta al Antiguo Régimen: derogación de la obra de Cádiz, restablecimiento de los señoríos. Pretendían liquidar el absolutismo de Fernando VII y poner en vigor la Constitución gaditana. En 1820, el comandante Riego logro arrastrar algunas guarniciones y obligar al Rey a jurar la Constitución de 1812. TRIENIO CONSTITUCIONAL (1820-1823).Las principales medidas tomadas por los liberales fueron: la eliminación de la Inquisición, la adopción del sistema fiscal aprobado en Cádiz, la supresión de los señoríos, la expulsión de los jesuitas y la confirmación de los derechos y libertades de los ciudadanos, entre ellas la de la imprenta. Se decreto también la supresión de las órdenes monacales y la desamortización de tierras de los monasterios. La división de las reformas provocó una división entre los liberales: por un lado, los participantes en las Cortes de Cádiz, los doceañistas, ahora moderados; por otro lado, los seguidores de Riego, veinteañistas o exaltados, que se atribuían el triunfo de la revolución de pueblo mediante un sufragio limitado y una cámara alta en las cortes. Por el contrario, los exaltados defendían el sufragio universal y unas Cortes de una sola cámara. La oposición absolutista se manifestó en numerosas partidas armadas de voluntarios realistas, que contaban con el apoyo de Fernando VII, a quien se presento como un prisionero de los liberales. Alentados por amplios sectores de la Iglesia, la insurrección gano terreno en Navarra y Cataluña. En Abril de 1823, un ejercito francés respaldado por las potencias absolutistas de Europa y al mando del duque de Angulema entro en España con el fin de restablecer a Fernando VII en la plenitud de su soberanía. Década ABSOLUTISTA (1823-1833). No fue restaurada la Inquisición, aunque se crearon algunas Juntas de Fe. Surgíó el cuerpo de policía y, como brazo armado, los Voluntarios Realistas. Se creo el Consejo de Ministros, se reorganizo la Hacienda, se establecíó el presupuesto anual del estado y se abordo el permanente problema de la deuda pública. En 1826 se inicio una protesta expresada en el Manifiesto de Los realistas Puros. En 1827 la rebelión de los realistas agraviados triunfó en zonas rurales de Cataluña. Cuando Fernando VII llego a Barcelona, la burguésía le manifestó su apoyo. PROBLEMA SUCESOCIO A LA MUERTE DE Fernando VII. En 1829 murió sin descendencia la esposa de Fernando VII y el sector reformista del gobierno reacciono rápidamente forzando un nuevo matrimonio del rey con María Cristina. Antes del nacimiento de Isabel, su padre había hecho publicar una Pragmática Sanción que abolía la Ley Sálica permitiendo reinar a las mujeres. Esto excluía del trono a Carlos María Isidro y significaba un triunfo de los círculos moderados y liberales que apoyaban a la reina. Los partidarios de Carlos aprovechando la enfermedad del rey obtuvieron un nuevo documento en el que se derogaba la Pragmática Sanción. Recuperado Fernando VII, confirmo los derechos sucesorios de su hija Isabel. En Septiembre de 1833 murió Fernando VII y su viuda, heredo en nombre de su hija Isabel la corona de España. Carlos María Isidro no acepto esta decisión y se puso al frente de los defensores del Antiguo Régimen. Comenzó así una Guerra Civil. FACTORES DEL INDEPENDENTISMO. La oposición al control mercantil de la metrópoli que impedía a los criollos comerciar libremente con competidores anglosajones y el reformismo de Carlos III había supuesto un mayor control sobre la administración colonial. Por otro lado, actuaba como un ejemplo la emancipación de las colonocias británicas del norte. Los escritos de la Ilustración Francesa y el ejemplo de los E.U animaban a los criollos a llevar a la practica sus deseos de independencia. EL PROCESO INDEPENDENTISTA. Con la abdicación de Fernando VII en 1808, los españoles y americanos se organizaron en Juntas locales. Al poco tiempo aparecieron las primeras proclamas de libertad. Aprovechando el vacío del poder de la metrópoli, algunas Juntas declararon la independencia. La lucha por la independencia degeneró en Guerra Civil. Fernando VII respondió a los independentistas con el envío de un modesto ejercito que logro pacificar algunos territorios, pero que no consiguió evitar la independencia formal de Argentina en 1816. En México, el miedo a una revolución igualitaria e indigenista mantuvo a los terratenientes burgueses y alto clero fieles a la metrópoli. No obstante, los intentos de reforma agraria eclesiástica del Trienio
Liberal empujaron a los notables y a la Iglesia a apoyar el movimiento independentista del general Agustín de Iturbide, que en 1822 se proclamo emperador del nuevo Estado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *