10. 1 LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA: LA CONSTITUCIÓN
DE 1931. EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931, dieron un claro vuelco a la situación política del país. Con la victoria de los republicanos en las grandes ciudades, el día 14 de madrugada se proclamó la República en Éibar. Alfonso XIII suspendíó la potestad real (no abdicó) abandonó el país partiendo hacia el exilio. El Comité Revolucionario establecido en San Sebastián se convertía en el nuevo gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora. El mismo día que se proclamaba la república en Madrid, Francesc Macià, líder de Esquerra republicana de Cataluña proclamaba en Barcelona la República Catalana independiente. Esto implicaba una desautorización del nuevo gobierno provisional, pero este se comprometíó a buscar una solución inmediata para la autonomía catalana. En Junio de 1931 se celebraban elecciones a Cortes Constituyentes. Obtuvieron la mayoría una coalición de republicanos y socialistas. (El PSOE obtuvo 116 escaños, seguido del Partido Radical de Lerroux, 90 escaños, que se había convertido en un partido de derecha moderada). El primer cometido de estas cortes era elaborar un nuevo texto constitucional.
La CONSTITUCIÓN DE 1931 reflejaba un pensamiento democrático y avanzado y buscaba una redistribución de la riqueza y la creación de un estado del bienestar que alcanzara a toda la sociedad. Como Sistema político establecía una república democrática, bajo soberanía popular, con estricta separación de poderes, quedando el legislativo en manos de unas cortes unicamerales, elegidas por sufragio universal que, por primera vez, incluía a las mujeres. El ejecutivo se constituía según la mayoría parlamentaria. El presidente de la República era elegido cada seis años por los diputados. Además, se contempla para Cataluña y el País Vasco un estatuto de Autonomía.
La Declaración de Derechos, además de la libertad de expresión en todas sus formas (opinión, expresión, imprenta, cátedra) y de asociación, recogía derechos como el del trabajo, la educación y la cultura, o a la igualdad de los cónyuges en el matrimonio, además de establecerse el matrimonio civil, el divorcio y la equiparación de derechos para los hijos legítimos e ilegítimos. Se impuso un Estado aconfesional, pero se reconocía la libertad de conciencia y la práctica de cualquier religión, lo que levantó una gran polémica y dividíó a la cámara, prohibíéndose a los religiosos dedicarse a la enseñanza. Esta postura desató ataques por parte de la Conferencia Episcopal (Cardenal Segura), que fue respondida con una oleada anticlerical con ataques al clero y quema de conventos. La Constitución fue aprobada en Diciembre de 1931, formándose el primer gobierno constitucional presidido por Manuel Azaña como presidente del gobierno, e integrado principalmente por republicanos de izquierdas y socialistas. La presidencia de la República quedó en manos de Alcalá Zamora. Este primer periodo de la República se denomina BIENIO REFORMISTA (1931-33). Da comienzo al formarse el primer gobierno (1931) el cual impulsó una serie de reformas: • Las reformas laborales llevadas a cabo por el líder de UGT y Ministro del Trabajo (Largo Caballero) que incluían medidas como el seguro de enfermedad, las vacaciones pagadas, la jornada de ocho horas o el salario mínimo. La CNT, que no quiso colaborar en las reformas, convocó violentas huelgas revolucionarias. • La Reforma Agraria (1932-33) intentó atajar el problema de la redistribución de la tierra (el 50% de la tierra estaba en manos de terratenientes). Sin embargo, no se abordó a fondo por temor a que la oposición de los terratenientes pudiera acabar con la República. El Instituto de Reforma Agraria solo expropió algunas fincas, donde serían asentados campesinos sin tierras, a cambio de una indemnización. Los resultados fueron limitados por la falta de presupuesto, dificultades burocráticas y el bloqueo de los propietarios. La reforma no soluciónó los graves problemas del campo y los campesinos comenzaron ocupaciones de tierras • La reforma militar de Azaña pretendía reducir el número excesivo de oficiales y garantizar su lealtad al nuevo régimen. Para ello se ofrecíó a muchos oficiales pasar a la reserva activa con toda la paga. En Agosto de 1932 algunos militares y el general Sanjurjo se pronunciaron en Sevilla, pero fracasaron. Se creó la Guardia de Asalto como cuerpo encargado del orden público, con el fin de sustituir al ejército en esta función. • El problema religioso: La “Ley de Congregaciones” limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y la quema de conventos e iglesias supuso que la Iglesia y los católicos dejaran de apoyar la República. • El problema regionalista también dividíó a la sociedad española entre los que defendían la unidad de España (el Ejército, la CEDA, los Carlistas o la Falange, el PSOE y el PC) y los regionalistas catalanes y vascos. En 1932 Cataluña obténía su Estatuto de Autonomía (la Generalitat quedaba bajo la dirección de Companys, de Esquerra Republicana) y en 1936 el País Vasco, bajo el gobierno del PNV. • La política educativa: en este ámbito se centraron los mayores esfuerzos en la enseñanza primaria, se crearon 10.000 nuevas escuelas y el presupuesto se aumentó un 50 %. Se propónía un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. La República contó desde sus comienzos con el apoyo de escritores, músicos, pintores, etc. Como Ortega y Gasset, la generación del 27, Dalí y Juan Ramón Jiménez entre otros. Además, el mismo presidente del gobierno, Manuel Azaña era un importante escritor. Por otro lado se impulsó la cultura con programas como las Misiones pedagógicas que intentaron llevar la cultura al mundo rural (La Barraca). La República permitíó asumir a la mujer un papel relevante, no sólo en política, sino también en ámbitos culturales destacando Rosa Chacel o Carmen Conde por sus trabajos literarios.
Mientras se realizaban estas reformas, crecíó la tensión social. La derecha empezó a organizarse. La C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas Autónomas) se convierte en el aglutinante de monárquicos y críticos contra la República. Por otro lado, aparecen organizaciones de extrema derecha, influidas por el fascismo italiano y el nazismo (Falange, J.O.N.S.). En la extrema izquierda, C.N.T. Aumenta su afiliación, U.G.T. Se radicaliza y el P.C.E crece. En Septiembre de 1933 finaliza este primer bienio, por las maniobras políticas del Partido Radical de Lerroux para echar a los socialistas del gobierno, la pérdida de prestigio y apoyo popular del gobierno, y sobre todo, por los acontecimientos de Casas Viejas (Enero de 1933). En Casas Viejas, Cádiz, los campesinos se sublevaron y atacaron a la Guardia Civil, lo que justificó el envío de la Guardia de asalto. Estos hechos hicieron que se rompa la coalición republicana, el PSOE rompíó con Azaña y los anarquistas se alejaron del juego político (abstención) Finalmente, Azaña presentó la dimisión y Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones para Noviembre de 1933.
DE 1931. EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931, dieron un claro vuelco a la situación política del país. Con la victoria de los republicanos en las grandes ciudades, el día 14 de madrugada se proclamó la República en Éibar. Alfonso XIII suspendíó la potestad real (no abdicó) abandonó el país partiendo hacia el exilio. El Comité Revolucionario establecido en San Sebastián se convertía en el nuevo gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora. El mismo día que se proclamaba la república en Madrid, Francesc Macià, líder de Esquerra republicana de Cataluña proclamaba en Barcelona la República Catalana independiente. Esto implicaba una desautorización del nuevo gobierno provisional, pero este se comprometíó a buscar una solución inmediata para la autonomía catalana. En Junio de 1931 se celebraban elecciones a Cortes Constituyentes. Obtuvieron la mayoría una coalición de republicanos y socialistas. (El PSOE obtuvo 116 escaños, seguido del Partido Radical de Lerroux, 90 escaños, que se había convertido en un partido de derecha moderada). El primer cometido de estas cortes era elaborar un nuevo texto constitucional.
La CONSTITUCIÓN DE 1931 reflejaba un pensamiento democrático y avanzado y buscaba una redistribución de la riqueza y la creación de un estado del bienestar que alcanzara a toda la sociedad. Como Sistema político establecía una república democrática, bajo soberanía popular, con estricta separación de poderes, quedando el legislativo en manos de unas cortes unicamerales, elegidas por sufragio universal que, por primera vez, incluía a las mujeres. El ejecutivo se constituía según la mayoría parlamentaria. El presidente de la República era elegido cada seis años por los diputados. Además, se contempla para Cataluña y el País Vasco un estatuto de Autonomía.
La Declaración de Derechos, además de la libertad de expresión en todas sus formas (opinión, expresión, imprenta, cátedra) y de asociación, recogía derechos como el del trabajo, la educación y la cultura, o a la igualdad de los cónyuges en el matrimonio, además de establecerse el matrimonio civil, el divorcio y la equiparación de derechos para los hijos legítimos e ilegítimos. Se impuso un Estado aconfesional, pero se reconocía la libertad de conciencia y la práctica de cualquier religión, lo que levantó una gran polémica y dividíó a la cámara, prohibíéndose a los religiosos dedicarse a la enseñanza. Esta postura desató ataques por parte de la Conferencia Episcopal (Cardenal Segura), que fue respondida con una oleada anticlerical con ataques al clero y quema de conventos. La Constitución fue aprobada en Diciembre de 1931, formándose el primer gobierno constitucional presidido por Manuel Azaña como presidente del gobierno, e integrado principalmente por republicanos de izquierdas y socialistas. La presidencia de la República quedó en manos de Alcalá Zamora. Este primer periodo de la República se denomina BIENIO REFORMISTA (1931-33). Da comienzo al formarse el primer gobierno (1931) el cual impulsó una serie de reformas: • Las reformas laborales llevadas a cabo por el líder de UGT y Ministro del Trabajo (Largo Caballero) que incluían medidas como el seguro de enfermedad, las vacaciones pagadas, la jornada de ocho horas o el salario mínimo. La CNT, que no quiso colaborar en las reformas, convocó violentas huelgas revolucionarias. • La Reforma Agraria (1932-33) intentó atajar el problema de la redistribución de la tierra (el 50% de la tierra estaba en manos de terratenientes). Sin embargo, no se abordó a fondo por temor a que la oposición de los terratenientes pudiera acabar con la República. El Instituto de Reforma Agraria solo expropió algunas fincas, donde serían asentados campesinos sin tierras, a cambio de una indemnización. Los resultados fueron limitados por la falta de presupuesto, dificultades burocráticas y el bloqueo de los propietarios. La reforma no soluciónó los graves problemas del campo y los campesinos comenzaron ocupaciones de tierras • La reforma militar de Azaña pretendía reducir el número excesivo de oficiales y garantizar su lealtad al nuevo régimen. Para ello se ofrecíó a muchos oficiales pasar a la reserva activa con toda la paga. En Agosto de 1932 algunos militares y el general Sanjurjo se pronunciaron en Sevilla, pero fracasaron. Se creó la Guardia de Asalto como cuerpo encargado del orden público, con el fin de sustituir al ejército en esta función. • El problema religioso: La “Ley de Congregaciones” limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y la quema de conventos e iglesias supuso que la Iglesia y los católicos dejaran de apoyar la República. • El problema regionalista también dividíó a la sociedad española entre los que defendían la unidad de España (el Ejército, la CEDA, los Carlistas o la Falange, el PSOE y el PC) y los regionalistas catalanes y vascos. En 1932 Cataluña obténía su Estatuto de Autonomía (la Generalitat quedaba bajo la dirección de Companys, de Esquerra Republicana) y en 1936 el País Vasco, bajo el gobierno del PNV. • La política educativa: en este ámbito se centraron los mayores esfuerzos en la enseñanza primaria, se crearon 10.000 nuevas escuelas y el presupuesto se aumentó un 50 %. Se propónía un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. La República contó desde sus comienzos con el apoyo de escritores, músicos, pintores, etc. Como Ortega y Gasset, la generación del 27, Dalí y Juan Ramón Jiménez entre otros. Además, el mismo presidente del gobierno, Manuel Azaña era un importante escritor. Por otro lado se impulsó la cultura con programas como las Misiones pedagógicas que intentaron llevar la cultura al mundo rural (La Barraca). La República permitíó asumir a la mujer un papel relevante, no sólo en política, sino también en ámbitos culturales destacando Rosa Chacel o Carmen Conde por sus trabajos literarios.
Mientras se realizaban estas reformas, crecíó la tensión social. La derecha empezó a organizarse. La C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas Autónomas) se convierte en el aglutinante de monárquicos y críticos contra la República. Por otro lado, aparecen organizaciones de extrema derecha, influidas por el fascismo italiano y el nazismo (Falange, J.O.N.S.). En la extrema izquierda, C.N.T. Aumenta su afiliación, U.G.T. Se radicaliza y el P.C.E crece. En Septiembre de 1933 finaliza este primer bienio, por las maniobras políticas del Partido Radical de Lerroux para echar a los socialistas del gobierno, la pérdida de prestigio y apoyo popular del gobierno, y sobre todo, por los acontecimientos de Casas Viejas (Enero de 1933). En Casas Viejas, Cádiz, los campesinos se sublevaron y atacaron a la Guardia Civil, lo que justificó el envío de la Guardia de asalto. Estos hechos hicieron que se rompa la coalición republicana, el PSOE rompíó con Azaña y los anarquistas se alejaron del juego político (abstención) Finalmente, Azaña presentó la dimisión y Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones para Noviembre de 1933.