11.2. LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN FRANQUISTA. LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS: DE LA AUTARQUÍA AL
DESARROLLISMO. LOS CAMBIOS SOCIALES.
Las transformaciones económicas: de la autarquía al desarrollismo.
España era un país arruinado, el hambre y la extrema necesidad era la realidad de gran parte de la población. La solución
que dio el régimen franquista fue la autarquía de 1939-1959, una política económica cuyo objetivo era la
autosuficiencia económica del Estada, evitando importaciones, y la intervención del estado, que fijó los precios
agrícolas; esta intervención termina en el desabastecimiento, a lo que se respondíó con la creación de las cartas de
racionamiento, controlando la distribución de las mercancías asignando a cada persona cierta cantidad de los
productos básicos más escasos: azúcar, arroz, aceite, pan, judías…, que había que recoger con esa cartilla. Se creó el
Instituto Nacional de Industria (INI) para controlar la débil industria española y se establece un control del
comercio exterior, siendo necesario contar con una autorización administrativa para realizarlo. Se pusieron bajo la
explotación y administración del Estado a los ferrocarriles (RENFE, 1941) y La Compañía Telefónica Nacional de
España (CNTE, 1945). Se impulsó también la construcción de embalses y centrales eléctricas. En este contexto se
apoderaron de la economía el mercado negro y la corrupción generalizada.
El evidente fracaso del modelo autárquico condujo a que desde principios de los años 50 se produjera un giro en la política
económica. Se aplica una liberalización (incompleta) de precios, comercio y circulación de mercancías, y se pone fin
a veinte años perdidos en el desarrollo económico.
En 1952 se eliminan las cartillas de racionamiento.
En 1952 se eliminan las cartillas de racionamiento.
España obtiene créditos de EE.UU para la compra de bienes de equipo (necesarios en la industria para la producción de
bienes de consumo), imprescindibles para el desarrollo industrial (equipamiento industrial).
Sin embargo, este desarrollo trae consigo una inflación que provoca un malestar social. Franco decide en 1957 la entrada en
el gobierno de tecnócratas del Opus Dei. Comienza el desarrollismo económico de 1957 hasta 1973. Estos nuevos
ministros diseñan el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959.
Se trataba de liberalizar la economía, acabando con el periodo autárquico e intervencionista, se acorta el gasto público y
disminuye el intervencionismo del estado, se abría la economía al exterior (devaluando la peseta y liberalizando las
inversiones extranjeras). Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo, pues España inicia un acelerado
crecimiento económico. En los años 60, hasta 1973; a partir de 1963 se crean Planes de Desarrollo para dirigir por el
buen camino el desarrollo económico, basados en el incentivo fiscal (estimular la realización de una actividad de
interés público con ayuda de bonificaciones, o pago de una cantidad de dinero). En definitiva, el contexto
internacional permite abundantes inversiones extranjeras y una masiva llegada de turistas, la emigración a Europa
permite la eliminación del paro.
Tercera etapa “La consolidación del régimen franquista” (1959-1973): transformaciones políticas:
También se aplicaron pequeños cambios legislativos, aunque no cambiaron su esencia dictatorial: Franco promulgó una
nueva Ley Fundamental, la Ley Orgánica del Estado en 1966, que diseñaba cómo iba a ser España tras la muerte de
Franco. También en 1966 se aprueba la Ley de Prensa, promovida por Manuel Fraga, que disminuyó algo la censura
previa y la sustituía por multas. En este mismo año, forzada por su elevada edad, Franco finalmente tuvo que elegir su
sucesor y nombra a Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII (designado sucesor “a título de Rey”). Predominio de los
tecnócratas.
Los signos de modernidad también llegaron lentamente a través de los discursos, hablando del bienestar, la paz, el
trabajo y la prosperidad del pueblo español.
El estallido del escándalo MATESA en 1969 consistíó básicamente en un fraude que realizaba una empresa favorecida
por el Gobierno con créditos a la exportación. Esto fue aprovechado por el sector falangista para acusar a grupo
tecnócrata de corruptos y provocó una crisis en el gobierno que se soluciónó con un nuevo gabinete al mando de
Carrero Blanco, vicepresidente.
En política exterior destacan los acuerdos con EE.UU que se mantienen durante los años 60. También continuó el
proceso de descolonización de las posesiones españolas en África: se llevó a cabo la independencia de Guinea
Ecuatorial en 1968, aunque la independencia del Sáhara Occidental fue bloqueada por Carrero Blanco.
Los cambios sociales:
El desarrollo económico de los 60 trajo consigo un acelerado avance social:
– Masiva emigración rural a las ciudades y al extranjero. Con lo que se redujo el paro.
– Se reducía la tasa de mortalidad pero la tasa de natalidad se manténía (crecimiento vegetativo), y la incapacidad
para atender las necesidades de esta población en constante crecimiento llevó a que los servicios públicos fueran
insuficientes, como el caso de las escuelas educativas, la cobertura sanitaria, etc.
– Modificó las formas de vida y los valores españoles. Como el papel de la mujer y la educación.
– En la sociedad de consumo destacó la extensión del uso de electrodomésticos, televisión y coches. Lo que permitíó
a los jóvenes conseguir una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen; como la disminución
de los sentimientos católicos, y modas y costumbres que llegaban a través del turismo.
– La censura impidió el debate intelectual y científico libre (el desarrollo de la cultura y del arte), y dificultó la creación
artística. Aún así, sigue habiendo nombres importantes de la generación de posguerra como Cela, Aleixandre,
Carmen Laforet…