Política exterior de la monarquía hispánica de Felipe II.
La política exterior de Felipe II se basó en preservar la hegemonía en Europa (sublevación de los Países Bajos), la lucha contra el turco y la defensa de la ortodoxia católica. Destaca también el enfrentamiento contra Inglaterra. Las ideas de Calvino y el deseo de rebelión de Flandes explican la Guerra de los 80 años. En 1648 se reconoce la derrota española tras la Guerra de los Treinta años y la independencia de las Provincias Unidas. La ofensiva contra los turcos cobra importancia cuando se forma a Liga Santa (1570) y cuando, liderados por D. Juan de Austria, consiguen la victoria de Lepanto (1571). Con respecto a Inglaterra, Felipe II fue rey consorte de Inglaterra hasta 1558 (que los intereses americanos habían cambiado), e Inglaterra apoyaba a los sublevados holandeses. En 1588 la Armada Invencible intenta invadir las Islas Británicas, y fracasa, firmando la paz en 1604 (con Felipe III). A nivel colonial España obtiene las islas Filipinas.
Decretos de Nueva Planta y Centralismo Borbónico.
Los Decretos de Nueva Planta se aplicaron a la antigua corona de Aragón, defensora de Juan de Austria. Eliminan sus fueros y sus Cortes, centralizan la administración en el Rey, uniformizan política y jurídicamente España, imponen el castellano e intentan crear un impuesto único (Catastro de Ensenada, que fracasa). La uniformidad política, administrativa y jurídica era el objetivo, pero se entendíó como un atentado contra los derechos históricos, sobre todo en Cataluña. Las Cortes de Castilla serán únicas, junto a las navarras. Se dividen en tres estamentos y carecen de poder legislativo. En la Administración Central, los Consejos pasan a ser «Secretarios de Estado y del Despacho Universal», salvo el de Castilla, que será el Ministerio de la Gobernación y de Tribunal Supremo de Justicia. La Administración Territorial divide el territorio en Intendencias (salvo en América que se divide un Virreinatos y posteriormente en intendencias), a cargo de un Capitán General, asesorado por magistrados y “ayudado” por un Intendente, encargado de administrar la Hacienda, lo que hace que se incrementen los ingresos, racionalizando la administración.
Sufragio censitario, Sufragio universal y consecución del voto femenino
El derecho al sufragio aparece con la revolución liberal, iniciada en España en las Cortes de Cádiz (que regularon el primer sufragio censitario-indirecto de España). La Constitución de 1812 establecíó el sufragio universal masculino indirecto, y desde 1834 moderados y progresistas defenderán el sufragio censitario hasta 1868. En España se establecerá el sufragio universal masculino durante el Sexenio Democrático, las Cortes Constituyentes de 1875, y a partir de la Ley Electoral de 1890. Sin embargo, desde 1978 hasta 1890 la Ley Electoral regulaba un sufragio censitario masculino basado en la instrucción y la riqueza. Además aparecen en el s. XX agrupaciones y asociaciones femeninas como la Junta de Damas de la Uníón Ibero-Americana de Madrid, la Agrupación Femenina Socialista, la Uníón de Mujeres de España, la Juventud Universitaria Feminista etc. Primo de Rivera concedíó el voto a las mujeres, y en la Asamblea Nacional (1927) se reservaron algunos escaños para mujeres. La Constitución de 1931 reconocíó el sufragio femenino, igualando sus derechos políticos y electorales para las elecciones generales de 1933. En todo el proceso destacan Clara Campoamor y Margarita Kent.
“Puedo prometer y prometo”: Adolfo Suárez y la UCD en la Transición.
En Julio de 1976, Arias Navarro es sustituido por Adolfo Suárez como nuevo presidente del gobierno. A pesar de la amplia oposición que tuvo su nombramiento, fue una figura trascendental para la transición. Suárez elabora la Ley de Reforma Política para crear las futuras Cortes bicamerales democráticas, impone la legalización de los partidos políticos, y del PCE, y la disolución del Movimiento Nacional. Aprueba decretos (legislación electoral, libertad de expresión…), y convoca elecciones, las cuales gana (con mayoría simple) bajo la UCD (partido de centro derecha que acoge a muchos políticos de ideales diferentes). Abordará las reformas económicas y la lucha contra el terrorismo con un gobierno moderado, que elabora y aprueba la Constitución de 1978. A pesar de los éxitos políticos y de las victorias electorales, aparece una desintegración paulatina del partido y el abandono del apoyo a Suárez, por lo que presenta su dimisión en Enero de 1981. Leopoldo Calvo Sotelo fracasa (Golpe de Estado de Tejero), y en 1982 el PSOE gana por mayoría absoluta, imponiéndose el bipartidismo en España, sin grandes alteraciones hasta el período que vivimos.