1)Nos encontramos ante un texto de carácter político, firmado por el Comandante General de Canarias, Francisco Franco, en Santa Cruz de Tenerife el 18 de Julio de 1936, y publicado en el diario La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria días después. El General Francisco Franco Bahamonde se dirige directamente a los españoles, y especialmente a los militares que engrosan “(…) las filas del Ejército y de la Armada”, solicitándoles su colaboración para defender a la patria, porque, en su opinión, la situación es cada vez más crítica. A fin de justificar la sublevación presenta un paisaje catastrófico de la España nacida tras las elecciones de Febrero de 1936, y el ascenso al poder del Frente Popular:
En el primer párrafo nombra algunos ejemplos de los males que afectan a España: la anarquía y las huelgas revolucionarias: “(…) La anarquía reina en la mayoría de sus pueblos y campos… Huelgas revolucionarias de todo orden paraliza la vida de la
nacíón”. Olvida que fueron los españoles y las españolas los que democráticamente habían decido libremente quiénes deseaban que rigiesen su futuro.
En el segundo párrafo acusa a los políticos y gobernantes de los males de la nacíón, tachándoles de “explotadores de la política” y “engañadores del obrero honrado”. Además, hace hincapié en que: “es España entera se levanta pidiendo paz, fraternidad y justicia” y, por ello justifica la intervención del ejército para “defender la patria”. Por último, en la frase final parece anunciar el uso de la fuerza si hay resistencias, como al final ocurríó y, por ello, comenzó la Guerra Civil.
2)En el contexto internacional, la situación española no era muy diferente al resto de Europa. La crisis económica de 1929 (iniciada en EEUU y propagada por el continente europeo), la crisis social, los negativos efectos del fin de la Primera Guerra Mundial (humillación de los vencidos) y el miedo a la extensión del comunismo tras la Revolución Rusa supusieron el desprestigio de las democracias liberales y el apogeo de las ideologías totalitarias (comunismo en la URSS, nazismo en Alemania y fascismo en Italia). La Guerra Civil española fue el prólogo de la Segunda Guerra Mundial. El miedo a la extensión del comunismo, más que al fascismo, y los intereses de los países totalitarios explican la actuación internacional ante el comienzo de la Guerra. En Septiembre de 1936, a iniciativa de británicos y franceses, se alcanzó un compromiso internacional para aislar el conflicto, impedir su expansión a todo el continente, evitar la participación de otros países, y prohibir la venta de material bélico a los bandos en lucha. Para ello se creó un Comité de No Intervención al que se adhirieron casi todos los países europeos. Este acuerdo, además de perjudicar a la República, se convirtió en una farsa continuamente saboteada por Alemania, Italia y la URSS.
En cuanto al contexto nacional, la proclamación de la Segunda República pusoen marcha un espíritu democrático y modernizador durante el Bienio Progresista, que chocó contra los intereses de importantes poderes económicos y sociales: oligarquía terrateniente, industrial y financiera, iglesia, ejército, etc. Ante las reformas agraria, militar, de la enseñanza, territorial o el intento de separar la Iglesia y el Estado estos sectores se movilizaron de diversas formas: pronunciamientos (Sanjurjo), presentación de alianzas electorales (CEDA) y uso de la violencia callejera (extrema derecha). Cuando consiguieron el poder en el Bienio Conservador paralizaron todas las reformas. La llegada al poder del Frente Popular supónía la vuelta de las reformas y actuaciones concretas contra sus intereses. Por ello, desde los inicios del año 1936 grupos de militares se habían reunido para planear un Golpe de Estado en el caso de que los partidos de izquierdas ganaran, como así sucedíó. Con la victoria del Frente Popular la sociedad se radicaliza, la Falange queda prohibida por el gobierno, se produce un gran número de asesinatos, se declara la amnistía para los presos de la revolución de 1934 y se dispersa a los militares proclives a dar un Golpe de Estado (Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Pamplona).
El 12 de Julio se produjo un doble asesinato político que aumentó la tensión en el país ya que pistoleros falangistas asesinaron al teniente Castillo, y sus compañeros, los Guardias de Asalto, contestaron asesinando al diputado monárquico de ultraderecha, Calvo Sotelo. En la tarde de 17 de Julio se inicia la sublevación en la guarnición de Melilla, los oficiales rebeldes se hicieron con la ciudad sin excesivas dificultades, situación que se repitió esa misma tarde en Ceuta y Tetuán. Esa noche, Franco emprendía vuelo desde Canarias para ponerse al frente del Ejército de África. El General Mola actuó como cerebro y organizador del alzamiento, mientras que Sanjurjo tomaría el mando superior tras el Golpe.
Con este llamamiento, Franco consiguió movilizar a una parte del ejército, aunque el alzamiento fracasó, sobre todo en las ciudades y zonas industriales. Pero el gobierno de la República tampoco logra controlar la situación en todo el país, por lo que se va a producir una larga Guerra Civil. Desde el comienzo del Golpe de Estado, Franco contó con los apoyos de la España tradicional, defensora de la familia cristiana, el orden, la propiedad privada y la religión católica. También contó con el apoyo de las clases medias de las pequeñas y medianas ciudades españolas y, por supuesto, de las élites económicas, la Iglesia Católica y parte del Ejército. A todo ello habría que añadir el apoyo internacional de Hilter, Musolini y Salazar. Por el contrario, el bando republicano estaba mucho más dividido internamente, fue apoyado por la URSS y por las Brigadas Internacionales y fue el que perdíó la Guerra.