1.1 Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre. Los primeros homínidos aparecen en la Península ibérica en el Paleolítico. Los restos más antiguos de la Península se encuentran en Atapuerca. Durante este periodo, el más largo de la historia, el hombre era Depredador (cazador – recolector), nómada y no conocía la división del trabajo. Presentaban una organización social colectiva y vivían en pequeños grupos, sin una clara jerarquía social. Durante el Mesolítico aparecen los Microlitos y el inicio de la sedentarización y jerarquización social (la cultura aziliense y la Asturiense). Durante el Neolítico se da la Revolución Neolítica surge la cerámica, la cestería y la industria textil, así como el conocimiento De la agricultura y la ganadería. El hombre deja de ser depredador, para producir sus propios alimentos; a pesar De esto no abandona del todo la caza, la pesca y la recolección. Estos descubrimientos dieron lugar a un importante incremento demográfico, especialización del trabajo, la jerarquización social y la aparición de los Primeros poblados estables. Se desarrolla el arte rupestre en la zona Franco- cantábrica (cuevas de Altamira), Representa animales y símbolos, naturalista, se realiza en cuevas, utiliza los salientes para dar relieve, con colores Intensos y de carácter mágico-religioso. En el mediterráneo surge la escuela levantina con escenas de caza y Recolección, representaciones esquemáticas y monocromáticas hechas en abrigos rocosos (Cogull).
Ibérica se prolongó desde finales del siglo III a.C., hasta principios del siglo V d.C., con las siguientes fases: Primera Fase 218-197 a. C.: conquista de la zona mediterránea en el contexto de la Segunda Guerra Púnica. Conquistan rápidamente las zonas del este y el sur, los pueblos que más en contacto habían estado con los colonizadores. Segunda Fase 193-29 a.C.: conquista del centro y Occidente. En estas zonas encontraron fuerte resistencia. La guerra lusitana con Viriato y la celtíbera con Numancia simbolizan esta resistencia. También hay guerras civiles. Tercera fase: en tiempos de Augusto 29-19 a.C. Se produjo el sometimiento de los pueblos del norte. Llamamos romanización al proceso de imposición de los principios de administración, cultura, organización social y autoridad militar a los pueblos que habitaban la Península por parte de Roma. Este proceso es más intenso en el este y el sur, y es débil en el norte. Los vehículos de romanización fueron: división administrativa: Hispania fue dividida en las provincias Citerior y Ulterior. En tiempos de Augusto fue dividida en Tarraconense, Bética y Lusitania. En tiempos de Diocleciano Gallaecia, Tarraconense, Bética, Lusitania, Cartaginense. Urbanismo. Las ciudades son el centro social, político y económico. Algunas tienen un régimen jurídico similar al de Roma, otras eran denominadas estipendiarías. Realizaron también numerosas fundaciones siguiendo el modelo de la capital con plano ortogonal. Se construyeron obras públicas, construcciones urbanas para satisfacer las necesidades de los habitantes de las ciudades y simbolizar la fortaleza de Roma. La religión: En principio se toleran las religiones de los pueblos, se va extendiendo el culto al emperador. El cristianismo penetró en todo el Imperio, pero fueron perseguidos. Con el Edicto de Milán de 313 se toleró y con Teodosio I el Grande pasó a ser religión oficial. La sociedad romana era esclavista. Se estructuraba según su riqueza y sus derechos legales. Con el Edicto de Caracalla o Constitutio Antoniniana (212 d.C.) se otorga la ciudadanía a todos habitantes libres del Imperio. La economía estaba basada en la agricultura (vid, olivo y trigo), la ganadería ovina, las salazones de pescado, la minería, y la producción artesanal de cerámica, orfebrería y mosaicos. El denario romano y sus divisiones se convirtieron en la unidad monetaria. Con fines mercantiles y militares se construyó una importante red de calzadas (Vía Augusta en la costa mediterránea, Vía de la Plata Astorga- Mérida- Sevilla, Vía de Astorga a Burdeos (Camino de Santiago) El principal legado cultural es el latín que se impuso y desplazó a las lenguas prerromanas y es la base de las lenguas romances, y el derecho romano base de nuestra legislación que regulaba la convivencia en una sociedad compleja.
Se llevaron a cabo en total 18 Concilios de Toledo, los dos primeros Concilios de Toledo, tuvieron el carácter de asambleas eclesiásticas puras. Desde el tercero, del año 589, que fue testigo de la conversión del rey Recadero del arrianismo al catolicismo, los concilios de Toledo constituyeron un punto de confluencia entre las autoridades del Estado y la Iglesia.