5.- LOS REINOS CRISTIANOS DE LA RECONQUISTA HASTA EL Siglo XIII. RECONQUISTA Y REPOBLACIÓN. Se conoce como Reconquista al proceso de expansión y lucha de los reinos cristianos frente a los musulmanes en la Península Ibérica que tuvo lugar entre el siglo VIII y el XV. La idea de Reconquista surge a partir de Siglo X cuando en la crónica de Alfonso III se mitifica y ensalza la batalla de Covadonga situándola como origen de la Reconquista, para afirmar el derecho de los cristianos, como herederos de los visigodos, sobre las tierras de Al-Ándalus. El término de Reconquista fue utilizado a partir del Siglo XIX por los historiadores españoles y solo recientemente ha estado sometido a “debate historiográfico” En el Siglo X se añade además la idea de Cruzada o guerra santa frente al infiel. Que sirvió además para dar un sentido de cohesión e identidad al elemento cristiano. Empieza a tomar forma el “mito de Santiago” iniciado tras la batalla de Clavijo (844) dando lugar al voto de Santiago y posteriormente a la peregrinación por el “Camino de Santiago” de enorme trascendencia política, cultural y económica. Santiago de Compostela va ser nombrada sede Arzobispal además de Ciudad Santa (junto a Roma y Jerusalén, los otros grandes centros de peregrinación de la Edad Media).
1ª FASE.- SIGLOS VIII-X Durante estos siglos se forman los primeros núcleos cristianos. En la MITAD OCCIDENTAL surge el reino de Asturias, con capital primero en Oviedo (Alfonso I crea el reino que se extendíó hacia Galicia y el alto Ebro, incorporando población mozárabe). Con Alfonso III, después de que Ordoño I trasladase la capital a León, se consolidó el reino asturleonés. A lo largo del Siglo X el condado de Castilla con Fernán González se independizará del reino de León. El avance es muy lento, especialmente en el siglo IX, por la resistencia que ofrece el Califato de Córdoba. La frontera se situará en el río Duero. Al sur del Duero se extiende una “tierra de nadie” semidespoblada. Hitos destacados de este periodo son las conquistas de Zamora (893), Osma, Oporto (881).
Repoblación del Valle del Duero hasta el Siglo X El valle del Duero era la zona más despoblada de la península, aunque no totalmente desierta. Esta zona satisface las necesidades de expansión para la población asturiana. Todas estas tierras fueron pobladas siguiendo una pauta similar, según el Derecho común romano. Se tenían en cuenta dos condiciones: todos estos territorios pertenecían al rey;
Y los baldíos pasaban a ser propiedad del primer cultivador que los roturase. Era el derecho de presura: el rey otorgaba después un documento acreditativo de la propiedad. El primer impulso repoblador lo protagonizarán los mozárabes huidos de Al-Ándalus, así como campesinos de los valles cantábricos y pirenaicos que se querían sacudir el yugo de la nobleza goda (en el caso asturleonés) o franca (en el caso catalana-Aragónés-navarro) La ocupación se realizó de tres formas principales: Por cesión del rey a los nobles que le prestaban servicios militares. Por repoblaciones eclesiásticas de pequeños monasterios Por repoblaciones de pequeños agricultores que se acogerán al derecho de presura. Estas últimas lograron escapar a las propiedades nobiliarias gracias a su condición de aldeas y comunidades de campesinos libres, con entidad jurídica propia. Estas eran las aldeas de behetría, que podían elegir a su señor. Las dos primeras modalidades fueron más comunes en la expansión galaico-leonesa, mientras que la tercera fue más propia del espacio castellano. En LA MITAD ORIENTAL la formación de los reinos es más tardía e indefinida. Por un lado está la Marca Hispánica establecida por Carlomagno. Fue dividida en condados dependientes del emperador Franco. En el siglo IX, navarros y aragoneses se independizaron del reino Franco, pero el dominio carolingio en tierras catalanas fue más duradero (Wilfredo el Belloso) y hasta finales del Siglo X, con Borrell II de Barcelona que se negó a renovar el juramento de fidelidad al rey Franco, no nacieron los condados catalanes. En el Siglo X, el reino de Navarra experimentó un gran desarrollo y se convirtió en el renio cristiano más fuerte en manos de Sancho III el Mayor, que dominó Aragón e incorporó Castilla además de los condados catalanes de Sograrbe y Ribagorza. Pero el concepto patrimonial de la monarquía hizo que a su muerte sus posesiones se dividieran entre sus cuatro hijos: Garacía (Navarra), Fernando I (Castilla), Ramiro (Aragón) y Gonzalo (Sograrbe y Ribagorza). Se inició una Guerra Civil entre hermanos que supuso el nacimiento como reinos de Castilla (Fernando I) y de Aragón (Ramiro I) que incorporó Navarra y Sograrbe y Ribagorza.
Repoblación de los Valles pirenaicos (Navarra y Aragón y los condados catalanes) En Navarra y Aragón la repoblación fue un proceso más complicado, puesto que sus zonas de expansión, lejos de estar deshabitadas, eran uno de los países más densamente poblados de la península: el valle del Ebro. Sólo en los valles del Pirineo tuvieron el protagonismo de la repoblación los campesinos. El peso de la repoblación de la frontera lo llevó: la nobleza guerrera en el caso Aragónés, y los grandes monasterios en el caso navarro. Eran concesiones del rey. En Cataluña, en el Siglo X, y en el XI el peso de la repoblación lo llevaron los pequeños agricultores, recurriendo al derecho de aprisio (la presura castellana). Los espacios sobre los que se extendieron fueron las llanuras costeras del Penedés, el Vallés y el Ampurdán. Pero a diferencia de las aldeas castellanas, las catalanas cayeron bajo el dominio de un señor feudal que ocupaba un castillo y que ejercíó sobre ellas amplios poderes, hasta llegar a los malos usos.
2º FASE .- SIGLOS XI-XII Tras la desintegración del Califato (1031) se produce el gran avance cristiano. La debilidad de los reinos Taifas facilita la incorporación de grandes extensiones y el cobro de parias o tributos a los reyes musulmanes. Ante el avance cristiano los musulmanes llamarán en su ayuda a los almorávides, y más tarde a los almohades, que convirtieron Al-Ándalus en provincias de sus respectivos imperios norteafricanos ZONA OCCIDENTAL:
RECONQUISTA DEL EL VALLE DEL TAJO Reino de Castilla y León La conquista del reino taifa de Toledo por Alfonso VI (Rey de Castilla y León) 1085, lleva la línea de conquista a los Valles del Tajo. Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid Campeador) había conquistado para Castilla el reino de Valencia. (1094) Los reyezuelos musulmanes se ven obligados a solicitar el auxilio de los almorávides que detienen temporalmente el avance de la reconquista derrotando a los castellanos en Sagrajas cerca de Badajoz (1086), reconquista de Valencia (1102) y Uclés (1108). Más tarde Alfonso VII continuó con las conquistas y su preeminencia entre los cristianos fue tal que fue llamado “Emperador” por el vasallaje que le rindieron los reyes de Navarra y Aragón. A su muerte Castilla y León volvieron a separarse acrecentándose cierta debilidad y enfrentamiento entre ellos.
La repoblación castellana y leonesa sobre la Extrema Durii en el Siglo XI Entre los siglos XI y XIII los reinos cristianos comienzan a expandirse hacia el sur, sobre territorios poblados del califato de Córdoba. Así pues, antes de la llegada de campesinos hace falta que el rey (y la nobleza) aseguren las tierras. No cabe una repoblación espontánea y siempre se necesita la autorización del rey En esta zona de Frontera del valle del Duero la repoblación suele ser denominada concejil. Se trata de una repoblación dirigida, planificada, en el que se daba fuero a un concejo y se le asignaba un alfoz, al que luego iba a vivir la población. El territorio se denominaba comunidad de villa y tierra, con un núcleo central administrativo y defensivo (donde se ubicaba el entorno defensivo o castillo) Este espacio entre el Duero y el Sistema Central se organiza como una sociedad de frontera, dedicada a la ganadería extensiva que requería menos protección y mano de obra. En la zona de Castilla surgieron en estas villas la caballería villana, formada por plebeyos que ejercieron funciones guerreras al servicio real, disponiendo de caballos y armas obteniendo muchas veces el privilegio de no pagar impuestos, frente al resto de los campesinos pecheros que sí los pagaban.
La repoblación de Castilla y León la de la submeseta sur en el Siglo XII, El reinado de Alfonso VI es crucial en la expansión del reino castellano-leónés hacia el sur. En el 1085 conquista Toledo. Es la primera vez que se conquista una gran ciudad musulmana. El valle del Tajo y la submeseta sur, se conquistan en el Siglo XII, y ofrecen condiciones totalmente distintas al valle del Duero. Los habitantes son musulmanes, y la vida urbana es mucho más activa que en los reinos cristianos. Se crean grandes señoríos territoriales. En estas zonas más expuestas, La Mancha y Extremadura, la repoblación corre a cargo de los nobles y las grandes órdenes religiosas militares Reino de Portugal
El condado de Portugal era un territorio dependiente del reino de León. El conde Enrique de Borgoña fue nombrado conde al casarse con una hija natural de Alfonso VI a la muerte de este rey, se sintió desligado de sus obligaciones de vasallaje y proclamó la independencia.Alfonso Enriquez sus sucesor se proclamará rey de Portugal (1139) iniciando un periodo de expansión a costa de sus vecinos tanto musulmanes en 1147 tomó Lisboa.
ZONA ORIENTAL
LA RECONQUISTA DEL VALLE DEL EBRO Reino de Aragón Alfonso I el Batallador de Aragón une las coronas de Aragón y Navarra en 1118 y conquista otro importante reino Taifa: Zaragoza, llevando la frontera cristiana hasta el valle del Ebro. Avanzando hacia el Sur con razias sobre Al-Ándalus, llegando a conquistar Cuenca.
Condados Catalanes
Por su parte Ramón Berenguer IV completó la conquista del territorio catalán con la ocupación de Tortosa y Lérida (1149). Su hijo Alfonso II une el reino de Aragón al principado de Cataluña, surgiendo la Corona de Aragón Los avances cristianos habían traído la presencia de los Almohades que derrotan a los castellanos en la batalla de Alarcos en 1195.
La Repoblación del Valle del Ebro
La repoblación del valle del Ebro por parte de Cataluña y Aragón tienen rasgos distintos con la castellana, ya que este era un territorio muy poblado; y los naturales eran musulmanes. Todas las ciudades conquistadas tuvieron actas de capitulación en las que se establecía que la población musulmana debía abandonar su recinto amurallado en un plazo de tiempo, aunque conservaban sus propiedades, sus costumbres y su legislación. La zona conquistada tras la formación de la Corona de Aragón se conocerá como Cataluña la nueva, en donde no se impondrán los malos usos como en Cataluña la vieja, debido a los fueros favorables que se concedían. Los cristianos que se establecían en esta zona lo hacían por concesión real.
3ª FASE EL Siglo XIII EL VALLE DEL GUADIANA Y EL GUADALQUIVIR
En el XIII, tras la derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), a cargo de una coalición de reinos cristianos comandados por el rey de Navarra Sancho VII, junto a castellanos, portugueses, aragoneses, caballeros francos y el apoyo papal . El impulso conquistador se acelera Extremadura, es conquistada por leoneses y castellanos, por parte del reino de León, Alfonso IX, conquistará Cáceres (1227) y Badajoz (1228). Fernando III, rey de Castilla y de León, (definitivamente unidas bajo su reinado) toma Córdoba (1236) y Sevilla (1248). Su hijo Alfonso X el Sabio, se apodera de Murcia y Cádiz (1265).
La repoblación castellana de Andalucía y Murcia en el Siglo XIII, hasta 1492. Al igual que en valle del Tajo, los musulmanes no convertidos huyeron hacia el sur, por lo que el vacío demográfico fue organizada por la corona a través de las concesiones territoriales a la nobleza guerrera y a las Ordenes Militares, constituyéndose los grandes latifundios Para repoblar las ciudades se impulsó la formación de Concejos Reales mediante fueros y privilegios (Cartas Puebla)
6. LOS REINOS CRISTIANOS EN LA BAJA Edad Media (SIGLOS XIV Y XV
). EVOLUCIÓN POLÍTICA Y LA CRISIS BAJOMEDIEVAL
Se suele dar un periodo cronológico a esta crisis entre la Peste Negra (1348) y el reinado de los RRCC (1474). La Península, al igual que el resto de Europa, vivíó tiempos de: Catástrofes demográficas Crisis económicas
Enfrentamientos civiles Transformaciones políticas.
Crisis demográfica
Al hambre y la carestía, debida a una sucesión de malas cosechas, le sucedíó el impacto de la Peste Negra (1348) que provocó una enorme mortalidad tanto en Castilla como en Aragón.
Crisis económica
El retroceso demográfico agravó la situación económica sostenida con una agricultura rudimentaria y anticuada.
Enfrentamientos sociales
La disminución del número de campesinos supuso el abandono de de muchas explotaciones agrícolas, el retroceso del espacio cultivado, el avance del bosque y de eriales, la reducción de la producción agrícola y el aumento de los precios, También se produjo una importante caída de las rentas feudales ante la que los señores reaccionaron incrementando los impuestos señoriales y las sujeciones feudales de los campesinos. Estos hechos provocaron numerosas revueltas sociales sobre todo de campesinos de carácter anti-señorial: la revuelta de los irmandiños (Castilla) o de los palleses de remensa (Aragón) En las ciudades el malestar social reinante desembocó en acciones violentas contra las minorías, especialmente contra los judíos (progroms)
Transformaciones políticas
Se va a producir el enfrentamiento entre una monarquía que quiere afianzarse en base a una unidad territorial más o menos cohesionada (las monarquías nacionales) frente a una nobleza que está padeciendo las consecuencias de las crisis socioeconómica y no quiere perder su papel político. Las ciudades están surgiendo como un contrapeso en el que los monarcas a veces se van a apoyar en su enfrentamiento con la nobleza.
LA CRISIS BAJOMEDIEVAL EN Castilla
La crisis demográfica afectó de muy diversa manera al extenso territorio de la Corona de Castilla. Se dejó sentir menos en Galicia, Asturias y País Vasco, y mucho más en los territorios recién conquistados y más densamente poblados: Valles del Guadiana y Guadalquivir, así como los territorios castellanos de la costa mediterránea. Se calcula un descenso de población de un 25 %, aunque la recuperación demográfica hizo que Castilla entrara en un proceso expansionista que sentó una de las bases de su potencial en el inicio de la Edad Moderna.
La crisis económica
El despoblamiento de tierras, en general las más pobres, hizo que se tomaran medidas repobladoras, que los monarcas fomentaron con Cartas-Puebla incluso en fechas tan tardías del Siglo XV. La depresión agrícola y la reducción del espacio cultivado fueron contrarrestadas por el auge sin precedentes de la ganadería lanar. La coyuntura internacional derivada de la Guerra de los Cien Años que supuso el fin del abastecimiento inglés de lanas a la industria textil de Flandes, convirtió a Castilla en la principal suministradora de lana, fortalecíéndose las relaciones de Castilla con Borgoña. De este estímulo comercial se beneficiaron los grandes propietarios de ovejas merinas: los nobles, los eclesiásticos y las Órdenes Militares, que incrementaron sus rebaños y acumularon grandes riquezas. También se aprovechó la Corona que dio facilidades y privilegios a la Mesta (creada en 1273 por Alfonso X “el Sabio”) perjudicando a los agricultores, ya que de la trashumancia obténían grandes ingresos con el impuesto de “servicio y montazgo”. Estos hechos provocaron numerosas revueltas sociales sobre todo de campesinos que en Castilla no derivaron en movilizaciones generales. Destacó la revuelta de los irmandiños en Galicia (entre 1467 y 1469) que crearon la Santa Irmandade para exigir el fin de los abusos señoriales.
Conflictos políticos
Desde el punto de vista político destaca el enfrentamiento entre la nobleza y la monarquía en un proceso largo y complejo de afianzamiento progresivo del poder real, pero no exento de concesiones reales a una nobleza permanentemente dividida y enfrentada entre sí. Alfonso X “el Sabio” consolidó la autoridad de la monarquía unificando legislativamente la Corona de Castilla con la “Siete Partidas” (1256) base del derecho castellano posterior. Alfonso XI intentó aplicar los contenidos de las Partidas a la nobleza a través del “Ordenamiento de Alcalá” (1348) que permitía el nombramiento de los regidores por parte de la Corona. Sin embargo los enfrentamientos continuaron siendo uno de los más virulentos el que tuvo lugar durante el reinado de Pedro I “el Cruel” (1350-1369) que coincidíó con el momento de mayor depresión económica del Siglo XIV. El conflicto derivó en una Guerra Civil que enfrentó en un bando al rey que se apoyó en la baja nobleza y los judíos, defendiendo la autoridad real, contra la alta nobleza y su hermano bastardo, Enrique de Trastámara. El conflicto interfirió en la “Guerra de los dos Pedros” iniciada en 1356 entre el rey castellano, Pedro I, y Pedro III el Ceremonioso de la Corona de Aragón, que se disputaban la hegemonía peninsular en el marco de la “Guerra de los Cien años” Francia, Navarra, Portugal apoyaron a Aragón, mientras que Inglaterra apoyó a Castilla. Así Enrique de Tratámara consiguió el apoyo del monarca Aragónés. El conflicto se resolvíó a favor de Enrique II de Trastámara que se impuso como rey de Castilla al matar a su hermano. El sector de la nobleza que le había apoyado (los Manrique, los Pimentel, Los Mendoza…), consiguió enormes privilegios a cambio de su ayuda militar (“mercedes enriqueñas”), de manera que surgíó una nobleza de servicio que desplazó a la vieja nobleza castellana (grandes propietarios) Ya en el Siglo XV, los intentos de los Trastámara por fortalecer la monarquía (disminución del poder de las Cortes), reorganizar la administración real (desarrollo de instituciones reales como la Audiencia, el Concejo Real y la figura del condestable y del corregidor) y la Hacienda real, chocaron con la oposición de la poderosa nobleza castellana. Castilla ofrecíó en este siglo un panorama caótico con la formación de bandos nobiliarios, enfrentamientos, intrigas, abusos de una poderosa nobleza territorial que impulsó a los más débiles a reclamar la protección real ante la indefensión de las “banderías nobiliarias”. El conflicto se convirtió en Guerra Civil generalizada en el reinado de Juan II (1406-1454) tras la muerte del que había sido regente durante su minoría de edad (y ahora rey de Aragón), Fernando de Antequera. En este conflicto se enfrentaban, “los infantes de Aragón”, hijos del regente que se opónían al rey, los partidarios de la monarquía, encabezados por Don Álvaro de Luna, y la alta nobleza castellana. La gran vencedora fue la nobleza. Durante el reinado de Enrique IV (1454-1474), reinó el caos, la crisis, el desorden y la debilidad frente a las peticiones de los linajes más poderosos de Castilla. Los nobles apoyaron el nombramiento de su hermana Isabel como heredera de la Corona de Castilla, y su matrimonio con ´Fernando de Aragón (1476) abríó el camino a la uníón territorial de ambos reinos.
LA CRISIS BAJOMEDIEVAL EN ARAGÓN
Las catástrofes demográficas fueron muy importantes en los reinos de la Corona de Aragón. Fue en Cataluña donde la mortalidad se llevó al 40% de la población entre la segunda mitad del Siglo XIV y el Siglo XV. En el caso de la ciudad de Barcelona llegó al 60%. Las consecuencias para la economía fueron tan graves, que entró en una crisis irreversible. Valencia y Mallorca también sufrieron los efectos de la peste, pero sus consecuencias se suavizaron ya que el progreso de su economía comercial, atrajo emigrantes de otros territorios de la Corona. El retroceso demográfico acentuó la crisis agrícola apareciendo los “mansos ronecs”, casas de payeses abandonadas por la muerte de sus dueños. La reducción de la producción agrícola y la caída de las rentas feudales, los señores exigieron mayores concesiones territoriales y políticas a través de rebeliones e incrementaron los impuestos señoriales y endurecieron las sujeciones feudales de los campesinos, limitando su movilidad y forzando su adscripción señorial. En el caso de Cataluña, los llamados payeses de “remensa”, quedaron adscritos a la tierra y no podían abandonarla sin pagar la “redimensa”. Se endurecieron los “malos usos”, tributos y servidumbres de los campesinos que habían caído en desuso y que se vuelven a cobrar. Esta situación provocó un gran malestar social que produjo numerosos levantamientos campesinos contra la nobleza. En el caso de Cataluña, la reacción antiseñorial se convirtió en una movilización general conocido como el conflicto de remensa. Los campesinos se organizaron en el gran sindicato remensa, se levantaron contra los señores y exigieron la anulación del régimen señorial y de los malos usos. La revuelta se inició a finales del Siglo XIV y se prolongó durante más de cincuenta años, entrelazándose con la Guerra Civil que afectó a Cataluña a mediados del siglo siguiente. La Corona de Aragón, y especialmente en Cataluña, sufríó el hundimiento del comercio del Mediterráneo (por el avance de los turcos) y de sus actividades manufactureras y artesanales ante la caída de la demanda. Esto debe añadirse a las crisis demográficas y agrícolas que también afectaron profundamente su economía. La monarquía y los municipios aumentaron los impuestos al ver reducidos sus recursos, y recurrieron a los créditos y la emisión de deuda pública. Esto favorecíó la transformación de muchos nobles y burgueses en rentistas o prestamistas, en vez de realizar inversiones productivas. El declive de Cataluña se mantuvo durante los dos siglos, mientras que Valencia se recuperó con mayor rapidez de la crisis y se convirtió en el principal puerto comercial y centro económico de la Corona de Aragón Problema político el problema de la sucesión dinástica tras la muerte sin descendencia de Martín el Humano (1410). La crisis se resolvíó con el Compromiso de Caspe (1412) donde tres representantes de cada uno de los reinos, eligieron a Fernando de Antequera como rey, con lo que una rama de los Trastámara castellanos pasó a reinar la Corona de Aragón. Fernando I continuó la tradición pactista de la monarquía aragonesa en un principio, con amplias concesiones a las Cortes. El rey Alfonso IV el Magnánimo (1416-1458) intentó recuperar el poder real, adoptando disposiciones contrarias a las leyes tradicionales, supusieron la oposición de la nobleza; además, intentando buscar recursos, había apoyado a los payeses de remensa (Sentencia Interlocutoria por la que se suspenden provisionalmente las servidumbres (1455), y había apartado a la oligarquía urbana del gobierno de Barcelona. Cuando Juan II subíó al trono (1458-1479) el enfrentamiento entre la monarquía, con el apoyo de los remensas y las clases populares urbanas, contra la oligarquía de Cataluña, degeneró en una Guerra Civil (1462-1472) muy compleja donde se enfrentaron distintos intereses: En lo social, se reavivó el problema de los payeses de remensa al ser apoyados por la monarquía en contra de los intereses nobiliarios. En lo político, la Generalitat, representante de la oligarquía urbana, se enfrentó a la monarquía que pretendía acabar con la tradición pactista e imponer la autoridad real. Además fue un conflicto urbano por el control municipal que enfrentó a la Biga (oligarquía urbana rentista) y la Busca (mercaderes y artesanos) que pretendían democratizar el gobierno y devaluar la moneda par favorecer sus ventas. La oligarquía urbana se uníó a los señores del campo frente a la monarquía. La Biga se hizo de nuevo con el control municipal. Juan II se impuso pero optó por la reconciliación en la Paz de Pedralbes en 1472, aunque sin solucionar los problemas que habían provocado la guerra. El problema de los payeses de remensa se soluciónó con la Sentencia Arbitral de Guadalupe, dada por Fernando el Católico en 1486, que abolíó la remensa y los malos usos pero confirmó el régimen señorial. El conflicto entre monarquía e instituciones también lo resolvíó el rey Fernando en las Cortes de Barcelona de 1480 donde establecíó un pactismo moderado que obligaba al rey a jurar las leyes pero le otorgaba la capacidad de intervenir en las instituciones (Generalitat y Consejo del Ciento).
LA FORMACIÓN DEL ESTADO ESPAÑOL. LA MONARQUÍA AUTORITARIA DE LOS REYES CATÓLICOS. ESQUEMA Guerra Civil CASTELLANA
1468 – Rey de Castilla Enrique IV – acuerdo con su hermana Isabel – Pacto de los Toros de Guisando. 1469 – Matrimonio de Isabel con Fernando de Aragón (Enrique considera roto el pacto y nombra a su hija Juana, heredera. 1474 – Muere de Enrique IV 1475 – Sentencia Arbitral de Segovia. – funcionamiento del gobierno conjunto de los RRC 1475-1479 Guerra Civil castellana. 1479 – Tratado de Alcáçovas – Alianza entre Portugal y Castilla
LA FORMACIÓN DEL ESTADO ESPAÑOL. MONARQUÍA AUTORITARIA DE LOS RRCC
Uníón dinástica – uníón personal de dos reinos diferenciados Modelo autoritario. O Control de la Administración central: Sistema de Consejos. O Control de la Administración local: nombramiento de Corregidores o Control de la Administración territorial: Sistema de Virreinatos Unidad territorial o Conquista de Granada. O Conquista del Rosellón y Cerdaña o Conquista de las Islas Canarias o Conquista de Navarra. Unidad religiosa o Tribunal del Santo del Oficio de la Inquisición. O Expulsión de los judíos. O Los mudéjares. Política Exterior: o Política matrimonial o Expansión atlántica – descubrimiento de América y Tratado de Tordesillas. O Guerra de Italia.
LA Guerra Civil CASTELLANA Y EL ACCESO AL PODER DE LOS RR.CC
La Guerra Civil castellana de finales del Siglo XIV es una consecuencia más de la crisis de la Baja Edad Media que afectó a los reinos peninsulares en el secular enfrentamiento entre la nobleza y el intento de los monarcas de afianzar el poder real. Entre Enrique IV” el impotente” y su hermana Isabel, se llegó al Pacto de los Toros de Guisando 1468. Por el que Enrique reconocía a Isabel como su sucesora en detrimento de su hija Juana “la Beltraneja”. El matrimonio en 1469 entre Fernando heredero de la corona aragonesa e Isabel, hizo que Enrique IV considerara roto el pacto de los Toros de Guisando, proclamando sucesora a su hija Juana. El monarca contaba con el apoyo de una liga nobiliaria, y los intereses con una alianza matrimonial entre Juana y el reino de Portugal. Frente a los que Isabel tenía el apoyo de algunos linajes castellanos y los intereses de un entendimiento con Aragón. En Diciembre de 1474 muere Enrique IV, siendo apresuradamente proclamada reina Isabel. En Enero de 1475 se firmó la Concordia de Segovia o Sentencia Arbitral de Segovia por la que se acuerda el gobierno conjunto de Fernando e Isabel Este acuerdo confirma que Isabel era la única propietaria del reino como única heredera, de modo que, a su muerte, sus títulos pasarían a sus descendientes directos. Fernando recibíó el título de rey y no quedó relegado a consorte, de modo que los documentos oficiales, la moneda, el sello y los pregones quedarán encabezados por el nombre de ambos con precedencia de Fernando, pero las armas de Castilla tendrían precedencia a las de Aragón, fórmula que quedó en la intitulación del resto de los reyes de la Monarquía española. Los partidarios de Juana la Beltraneja no reconocen a Isabel como reina estallando una Guerra Civil que tuvo connotaciones internacionales. A Isabel y Fernando les apoyaron los aragoneses, más los borgoñones y los ingleses (yorkistas). A Juana le apoyaba su prometido Alfonso V de Portugal y Francia. La derrota del partido juanista se consuman en el tratado de Alcaçovas con Portugal (4 de Septiembre de 1479) pone fin a la guerra: doña Isabel y don Fernando quedan reconocidos como reyes de Castilla; doña Juana —«la Beltraneja»— renuncia a sus supuestos derechos y se la obliga a pasar el resto de su vida en un convento de Coimbra (allí muere en 1530); se arreglan los desposorios del infante don Alfonso, hijo del príncipe heredero de Portugal, con la infanta Isabel, primogénita de los Reyes Católicos; Castilla acepta la expansión portuguesa en África y el Atlántico a excepción de las islas Canarias. A finales del mismo año 1479 muere Juan II de Aragón y Fernando es proclamado soberano de la Corona aragonesa, En 1481 Fernando le reconocíó a Isabel los mismos derechos sobre el reino que a él le habían sido concedido por la Concordia de Segovia.
LA MONARQUÍA AUTORITARIA DE LOS RRCC. EL SISTEMA Político Y LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO
Con los RRCC se inicia en los reinos hispánicos el modelo de estado nacional que está formándose en otros estados europeos (Inglaterra, Francia, Borgoña, Portugal)
UníÓN DINÁSTICA
Los Reyes Católicos no fundan la unidad nacional en España. Lo que se inicia en 1474, con la subida de Isabel al trono de Castilla, y en 1479, con el advenimiento de Fernando al trono de Aragón, es una mera uníón personal. Las dos coronas siguen siendo independientes, a pesar de estar reunidas en la persona de sus respectivos soberanos. En el futuro, las conquistas comunes pasarán a integrar una u otra de las coronas: Granada, las Indias, Navarra, formarán parte de la Corona de Castilla; Nápoles, de la Corona de Aragón. En la doble monarquía, las dos coronas no se encuentran exactamente equiparadas; existe un desequilibro indudable a favor de Castilla, una tendencia a la castellanización que irá acentuándose en la próxima centuria. desde el punto de vista demográfico: 4.5 millones a 1 millón desde el punto de vista territorial: 3 a 1 desde el punto de vista económico: dinamismo económico frente a retroceso desde el punto de vista de zonas de influencia: Castilla hacia Europa del Norte-Aragón hacia el Mediterráneo (en conflicto por la expansión otomana) El objetivo de los reyes era dar a la institución monárquica un prestigio y una autoridad que la situaran muy por encima de las demás fuerzas sociales de la nacíón —nobleza, Iglesia, Cortes… Los Reyes Católicos no crean un Estado absoluto, pero sí inauguran un Estado autoritario, en el que el soberano es la fuente del poder MONARQUÍA AUTORITARIA
Reorganización política-administrativa: sistema políticos y órganos de gobierno A) ADMINISTRACIÓN CENTRAL Consejos Cortes EL CONSEJO REAL Y EL SISTEMA DE CONSEJOS
Las Cortes de Toledo de 1480 reformarán el Consejo Real que además de denominarse Consejo de Castilla se transformó en el organismo principal de gobierno. Va a estar constituido por miembros fieles a la monarquía en donde la alta nobleza solo tendrá función consultiva desplazando a la nobleza feudal de sus posiciones en el Estado. Para el gobierno de los distintos territorios se establecerá un SISTEMA POLISINODAL, es decir el gobierno a través de Consejos que entenderán de aspectos específicos sobre el gobierno o sobre determinados territorios: Consejo de Castilla (1480) Consejo del Santo Oficio de la Inquisición (1484) Consejo de Aragón (1494) Los monarcas Habsburgo (Carlos I y Felipe II) irán perfeccionando este sistema.
LAS CORTES
LAS INSTITUCIONES QUE EQUILIBRAN EL PODER Las Cortes también vieron su influencia rebajada. Las Cortes asumen teóricamente la representación del reino frente al soberano. Como su misión fundamental es la de consentir el servicio, es decir, votar los impuestos necesarios a la vida del Estado, la nobleza y el clero se desatendieron su representación que quedó en manos de los procuradores de las ciudades que, en teoría, llevan la voz de los pecheros. Las Cortes de la Corona de Aragón que se reúnen por reinos separados: Aragón, Cataluña y Valencia, también fueron desprovistas de su poder.B)
ADMINISTRACIÓN LOCAL
SISTEMA DE CORREGIDORES (en Castilla) En las ciudades y villas más importantes, los reyes nombran con carácter permanente funcionarios que gozan de muy amplias facultades políticas, administrativas, financieras y, sobre todo, judiciales, capaces, por lo tanto, de intervenir de modo eficaz en cualquier asunto en nombre del poder monárquico C) ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL:
Sistema de Virreyes en Aragón. A partir de los Reyes Católicos, se nota la tendencia de los monarcas a residir preferentemente en Castilla. Se inicia así, en los territorios de la Corona de Aragón, un proceso de gobierno caracterizado por el absentismo del soberano: un virrey o lugarteniente lo representa en cada uno de los territorios; a partir de 1494, el Consejo de Aragón sirve de lazo entre los distintos reinos y el monarca. Los estados de la Corona de Aragón supieron resistir al creciente autoritarismo de los monarcas, manteniendo una tradición de federalismo y pactismo UNIFICACIÓN TERRITORIAL REINO DE Granada
Se preparó como una cruzada contra los infieles (ya aparece el sesgo religioso) al emitir el papa Sixto IV la bula de cruzada a todos cuantos contribuyeran a financiar y participar en dicha campaña Los monarcas consiguieron que participara la nobleza y la Iglesia en esta empresa, así como, aunque de manera desigual, tanto castellanos como aragoneses, fue pues una tarea para la que la monarquía movilizó todos sus recursos, lo que hizo que al conseguir la victoria saliera más reforzada. En las Capitulaciones de rendición firmadas en el Tratado de Granada de Noviembre de 1491, se condecían unas condiciones nada desfavorables, se les garantizaba a los musulmanes el libre ejercicio de su religión, ley, lengua y costumbres. La realidad fue muy diferente y el respeto de los cristianos a estas Capitulaciones duró muy poco tiempo, siendo sustituidas una cruel represión ROSELLÓN Y LA CERDAÑA
En 1493, el rey Carlos VIII de Francia, que quería tener las manos libres antes de lanzarse a la empresa italiana, que estaba preparando, firmó un acuerdo (tratado de Barcelona) por el cual restituía al rey de Fernando y a la Corona de Aragón el Rosellón y la Cerdeña
LAS ISLAS Canarias Y EL NORTE DE ÁFRICA Desde el 1402 noble castellano habían intentado conquistar las islas. En 1478 apoyando los deseos de los comerciantes andaluces se inicia la conquista definitiva de las Islas Canarias que se incorpora a la Corona de Castilla. En 1479 El tratado de Alcaçovas con Portugal, reconoce el derecho de Portugal a la expansión por la costa de África desde las Islas Canarias. En 1493 se inicia la última fase de su conquista que se culmina en 1502 cuando se consigue la definitiva pacificación de Tenerife. En 1497 se conquista la ciudad de Melilla, donde se habían refugiado muchos musulmanes tras abandonar Granada y con el objeto de asentar una serie de bases en la costa norteafricana del mediterráneo para frenar a los piratas berberiscos apoyados por el Imperio Turco. La conquista de Melilla (1497) y de Orán (1509), junto al establecimiento de protectorados en Bujía, Trípoli y Argel, parecía adelantar la conquista española del Magreb. Tras la conquista de Melilla, Portugal y España delimitan las zonas de influencia de cada corona tomando como referencia la ciudad portuguesa de Ceuta, dejando la vertiente atlántica para Portugal y la mediterránea para Castilla
.REINO DE Navarra
El reino de Navarra se veía inmerso en una Guerra Civil entre dos facciones nobiliarias los Beamonteses que apoyaban al príncipe Carlos de Viana y los Agramonteses que apoyaban a su padre Juan II de Aragón, regente de Navarra y a que a la muerte de su mujer la reina Blanca de Navarra no cedíó el poder a su hijo. Esta guerra se decantó con la victoria de los Agramonteses que contaban con el apoyo de Aragón y la muerte del propio Carlos de Viana no terminó con las disputas entre un trono debilitado y unas facciones poderosas. Fernando el católico acordó con el rey de Francia la anexión de Navarra y a partir de 1495 Navarra estaba prácticamente ocupado por tropas castellanas, la definitiva conquista se realizará en 1512, incorporándose a la Corona de Castilla.
UNIFICACIÓN RELIGIOSA
A Isabel y Fernando les fue concedido el título de “Majestad Católica” en 1493, por el Papa Alejandro VI, al año siguiente de que el mismo Papa concediera al Rey de Francia el título de “Cristianísima Majestad”, por lo que fueron denominados Reyes Católicos. Isabel y Fernando van a hacer de la política religiosa un eje más de su política de reforzamiento del poder de la monarquía a través de varios aspectos: La restauración de la Inquisición La actitud ante los practicantes de otras religiones: o La expulsión de los judíos o La situación de los mudéjares La restauración de la Inquisición El Papa Sixto IV va a instaurar en 1478 la Inquisición en Castilla cediendo a los monarcas su control. La Inquisición se va a convertir en un órgano que depende directamente de la Corona y va a ser la primera institución de la monarquía con jurisdicción en todos los territorios de las dos coronas de Castilla y Aragón. La función del Santo Oficio consistía en la persecución de la desviación de la ortodoxia católica y tuvo en el ferviente Fray Tomás de Torquemada, (posiblemente un judeoconverso radical) Inquisidor General de Castilla y Aragón, un duro instrumento para imponer la fe católica. Por tanto, solo los cristianos bautizados era el objeto de vigilancia de la Inquisición, no los judíos ni los mudéjares, pero sí los judíos bautizados (judeoconversos o marranos) y los musulmanes convertidos (moriscos). Sobre estos como sobre cualquier brote de protestantismo se va a ejercer una dura represión para mantener la fe católica. Represión religiosa que muchas veces tuvo carácter de control político.
La situación de las comunidades religiosas
No se puede interpretar que la política religiosa de los RRCC pusiera fin a siglos de “tolerancia y convivencia pacífica” entre cristianos, musulmanes y judíos, que se soportaban sin amarse. La animosidad contra los judíos era mayor tanto desde el aspecto del fanatismo religiosos que resurge en épocas de crisis (les consideraban deicidas), como desde el aspecto social, los judíos eran una clase urbana, más o menos enriquecida, que prestaba servicios a los poderosos y disfrutaba de una situación holgada. Hacia los mudéjares, modestos campesinos, la animosidad era menor.
A) La Expulsión de los Judíos
Fue el episodio final de la persecución contra una comunidad que durante toda la Edad Media no se había integrado. El decreto de 31 de Marzo de 1492 supone la orden de expulsión para todos los territorios de la monarquía y que continuaron los otros reinos peninsulares en 1496 Portugal y en 1498 Navarra. El saldo del decreto de expulsión se estima en que 150.000 personas abandonaron Castilla y 30.000 Aragón, procedíéndose a unos 50.000 bautismos.
B) La situación de los Mudéjares
La situación respecto a los musulmanes denominados mudéjares si vivían en suelo cristiano, es bastante distinta incluso en su percepción territorial, más importante su presencia en Aragón que en Castilla, y dedicados a tareas del campo. Sin embargo, las capitulaciones de Granada fueron bastante permisivas con los vencidos, permitíéndoseles el mantenimiento de costumbres, leyes y religión. Amparó esta actitud tolerante el primer arzobispo de Granada. Fray Hernando de Talavera, el cual procedíó a aplicar una política de conversión suave, evitando amenazas y coerciones. De hecho, impidió que la Inquisición se estableciera en Granada. Sin embargo, esta política de mano blanda tuvo un éxito bastante limitado, ganándole reproches. En 1499 el Cardenal Cisneros, nuevo Arzobispo, lleva a emplear métodos más enérgicos, forzando las conversiones, lo que llevaría a la rebelión a musulmanes y «moriscos” en los motines de la Alpujarra que duran hasta 1501, duramente reprimidos. En 1502 una Pragmática les obliga a bautizarse o exiliarse a todos los mudéjares de Castilla. En 1518 se les prohibíó el uso de su lengua y costumbres. En Aragón estas medidas no se aplican y la presión sobre la comunidad mudéjar es menos agresiva en tanto en cuanto constituyen la mayor parte de la población labradora en ciertos territorios de Aragón o Valencia.
5.- POLÍTICA EXTERIOR
La percepción de la unidad de la que tantas veces se ha hablado es una cuestión que empieza a percibirse en el aspecto de la política exterior; la convicción política de los pueblos hispanos de participar en un destino común: “el Imperio”, será lo que le dé cierta cohesión a la monarquía de los Reyes Católicos y sus sucesores la dinastía de los Austrias; mientras tanto los distintos pueblos serán celosos defensores de sus diferencias. Por otro lado, si se va a apreciar una castellanización de la política peninsular. Al ser Castilla, la más poderosa desde el punto de vista económico y demográfico. La política aragonesa de Fernando en Italia no hubiera podido hacerse sin los recursos castellanos. La Política Exterior de las dos coronas va a estar orientada a las líneas de expansión y alianzas tradicionales reforzadas por la política matrimonial enlazando a sus hijos con los herederos de las casas reinantes de Portugal (Isabel y más tarde María)) Borgoña-Austria (Juan y Juana) e Inglaterra (Catalina) De esta manera Castilla va a seguir manteniendo sus alianzas tradicionales con Inglaterra, Borgoña y el Papado. Y una línea de expansión orientada hacia el Atlántico lo que le va a llevar a cierta rivalidad con Portugal atemperada por estos enlaces matrimoniales. Aragón va a mantener la línea de expansión por el Mediterráneo lo que le llevará al enfrentamiento también tradicional contra Francia y también contra el Imperio Turco. Con Portugal los tratados de Alcaçovas (1479) y Tordesillas (1494) vienen a significar el afianzamiento de los lazos matrimoniales poniendo fin a una intervención portuguesa en los asuntos castellanos y en fijar las líneas de demarcación de la expansión atlántica. Con el tratado de Alcaçovas se fijó el paralelo de las Canarias, aunque el descubrimiento de América hizo que se acordara un meridiano de referencia en el Atlántico que se fijaría en el Tratado de Tordesillas, y que luego revisado permitiría la presencia portuguesa en el Brasil. En este entramado de relaciones diplomáticas Francia aparece como el enemigo al que enfrentarse e Italia será el campo de este enfrentamiento. Castilla había tenido buenas relaciones con Francia, pero el fortalecimiento francés a expensas de Inglaterra había hecho de Francia otra potencia atlántica. Además, Aragón y Francia se disputan el dominio de Italia, actuando el Papado como un interesado valedor de los intereses aragoneses frente a los franceses. Nápoles será el objeto de la discordia al intentar Francia anexionarse el Reino de Nápoles y Sicilia, Fernando organiza una alianza anti francesa con Inglaterra, Borgoña, Austria y el Papado (1495), su primer gran éxito diplomático internacional. El Tratado de Granada de 1500 entre el Rey de Francia y los Reyes Católicos, significó el reparto de Nápoles y la expulsión del Rey Ferrante de Nápoles, si bien los franceses intentaron anexionarse el reino lo que llevó al inicio de una guerra en que los éxitos en del ejército dirigido por Gonzalo Fernández de Córdoba, “el Gran Capitán” en Ceriñola y Garellano permitieron expulsar en 1504, a los franceses, con lo que Nápoles por el tratado de Lyon, se sumó a las posesiones de la corona de Aragón con Fernández de Córdoba como Virrey