INTRODUCCIÓN:
La romanización es la asimilación de los elementos propios
De la cultura romana por los pueblos que habitaban en la península ibérica.
Este proceso se vio favorecido por la red de calzadas, el uso del latín como
Lengua oficial, el comercio, el arte, la integración de Hispania en el sistema
Económico del Imperio y la cohesión territorial. También destaca el papel del
Ejército como medio de integración de los indígenas y la extensión de la
Ciudadanía romana por el emperador Caracalla a todos los hombres libres en el
212 d.C. Pero en el siglo III d.C. Se inicia el declive del Imperio romano, que
Finaliza con su caída y la llegada de pueblos bárbaros a la península.
DESARROLLO:
La romanización comienza con la conquista, que supone el
Dominio y control del territorio peninsular por parte de Roma. Fue un proceso
Dilatado en el tiempo (218-19 a C.). Se inicia como consecuencia de la Segunda
Guerra Púnica (218-197 a.C.), que le enfrenta con Cartago; continua con la conquista
Del interior peninsular (197-31 a.C.) en la que destacan las guerras lusitanas
Y el sitio de Numancia, y finaliza con el sometimiento de los pueblos de la
Cornisa cantábrica (31-19 a.C.).
Algunos de los aspectos más destacados de la romanización Son:
La Organización político-administrativa
El territorio fue dividido en Provincias, cada una dirigida por un pretor asesorado por el Consilium. Inicialmente fueron dos: la Citerior (costa mediterránea y valle del Ebro) y la Ulterior (valle del Guadalquivir y Occidente de la península ibérica). Se Subdividían en conventos jurídicos. Había dos tipos de provincias: senatoriales (controladas por el Senado romano) o imperiales (controladas por el emperador). Ya dominado todo el territorio, Augusto (27 a.C.) creó tres provincias: Bética, Con capital en Corduba; Lusitania, con capital en Emérita Augusta, y Tarraconense, con capital en Tarraco. Posteriormente, Diocleciano en el siglo IV d.C. Subdividíó en cinco provincias: Tarraconense, Cartaginense, Bética, Lusitania y Galecia. Se añadieron dos después, la Baleárica y la Mauritana-Tingitana.
Las Calzadas
Tuvieron una gran importancia puesto que comunicaban todo el Territorio peninsular e integraban a la península en los circuitos comerciales Y culturales de Roma. Las principales calzadas eran la Vía Augusta, la Vía de La Plata y la Vía transversal.
El Desarrollo de las formas de vida urbanas
Las ciudades eran centros Político-administrativos, económicos, sociales y culturales. No todas poseían El mismo estatus. Distinguimos entre colonias (Tarraco, Emérita Augusta…) y Ciudades indígenas, entre las que podemos distinguir ciudades estipendiarías (obligadas a pagar un tributo y sometidas al pretor), federadas (conservaban Sus derechos, pero debían prestar auxilio a Roma y víveres para el ejército) e Inmunes (con gran autonomía y sin impuestos).
La Economía
El aumento de la producción agrícola y el comercio dio lugar al Crecimiento de la población (7 millones). Se crearon grandes latifundios en Manos de la aristocracia senatorial y se repartieron tierras entre colonos. La Producción se basaba en la trilogía mediterránea: trigo, vid y olivo. Hispania Exportaba garum, aceite de oliva, minerales y esclavos, entre otros.
La Sociedad
Estaba muy jerarquizada. Entre la población libre encontramos: el Orden senatorial (ciudadanos romanos dueños de grandes latifundios) el orden Ecuestre (la aristocracia de los pueblos sometidos con cargos políticos locales Y provinciales) y la plebe (pequeños propietarios agrícolas, artesanos, etc.) No todos poseían los mismos derechos, que se distinguían entre ciudadanos Romanos, latinos y súbditos, hasta que en el 212 d.C, Caracalla concedíó la Ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio. Por debajo Encontramos a los esclavos, que no tenían derechos ni eran libres.
Todo lo dicho culmina con la asimilación de la cultura, las Leyes, costumbres y religión romana. El uso del latín se extendíó, y algunos Relevantes autores latinos fueron de origen hispano: Mela, Séneca, etc. El Derecho romano se impuso y regulaba las relaciones privadas, las instituciones Políticas y su funcionamiento. Sirvió para cohesionar la sociedad y difundir Los principios de justicia y convivencia. Las creencias religiosas romanas se Fueron imponiendo, como el culto a los tres dioses de Roma, aunque se Respetaron los cultos ya existentes. A partir del siglo III d.C. Se difundíó También el cristianismo en Hispania, al principio perseguido, pero el Edicto de Milán (313 d.C.) decretó la libertad religiosa y lo reconocíó legalmente.
Muestras visibles del proceso de romanización son las Diferentes estructuras arquitectónicas, como el teatro de Cartagonova, el Acueducto de Segovia, diversos templos… También destaca la forma en la que Estaban construidas sus ciudades, rodeadas por una muralla, con dos calles Principales: cardum y decumanum, que se cruzaban en el foro.
Pero durante el siglo III el Imperio Romano entra en crisis, Caracterizada por el debilitamiento del poder imperial, revueltas campesinas, Guerras civiles, presión de los pueblos bárbaros, etc. La vida en las ciudades Comenzó a decaer y el pueblo entregó sus posesiones a terratenientes (el Sistema de colonato). Finalmente, ante la creciente presión de los pueblos Bárbaros (suevos, alanos, visigodos…) el Imperio romano cayo en el 476 d.C.
CONCLUSIÓN:
La integración de la península ibérica en las estructuras
Del Imperio romano tiene una enorme importancia política, social, económica y
Cultural. Tanto es así que el origen etimológico de la palabra “España” es
Hispania, nombre con el que los romanos se referían nuestro territorio. Desde
Un punto de vista político-territorial, supuso la primera integración
Administrativa de todo el territorio peninsular, aunque fuese dependiente de
Roma; y económicamente, su integración en las rutas comerciales del
Mediterráneo. Hechos que sin duda han influido en el devenir histórico
Posterior: unificación territorial del reino visigodo, reconquista frente a los
Musulmanes, Reyes Católicos… Y respecto a la cultura, destaca la difusión del
Derecho, la filosofía, las lenguas derivadas del latín y el cristianismo.
Finalmente, señalar a emperadores como Adriano y Trajano, nacidos en la
Península ibérica.