1. CARLOS MARÍA ISIDRO (1788-1855). Hijo de Carlos IV y hermano de Fernando VII fue conocido con el sobrenombre de don Carlos, infante de España. Aunque en 1830, al nacer su sobrina Isabel, había aceptado la Pragmática Sanción que derogaba la Ley Sálica, unos años más tarde, en 1833, se retractó y exigíó sus derechos al trono de España. A la muerte de su hermano Fernando VII intentó proclamarse rey con el título de Carlos V, con lo que originó la primera Guerra Carlista. Con la derrota y la firma del Convenio de Vergara se exilió en Francia y abdicó en su hijo Carlos Luis de Borbón.
2. Isabel II (1830-1904). Hija de Fernando VII y de María Cristina de Borbón sucedíó a su padre en el trono de España en el año
1833, gracias a la Pragmática Sanción que derogó la Ley Sálica. Esta decisión provocó el nacimiento del Carlismo, pero también el de la revolución liberal.
Fue reina de forma efectiva cuando cumplíó 13 años, después de las regencias de su madre y del general Espartero. Su reinado coincidíó con la consolidación de un Estado Liberal de signo muy conservador, puesto que incumpliendo su papel como árbitro del sistema se inclinaba siempre por el conservadurismo excesivo del Partido Moderado. Fue depuesta por la Gloriosa Revolución de 1868 y obligada a salir de España; en el exilio abdicó dos años más tarde, en 1870, en su hijo Alfonso XII.
3. Espartero, Baldomero. (1793-1878). Militar y político español, de ideología liberal progresista, que destacó durante la primera Guerra Carlista por ser el jefe del llamado Ejército del Norte en defensa de los intereses de la reina Isabel II y por firmar la paz con los carlistas (Convenio de Vergara). Sus éxitos militares le permitieron iniciar una importante carrera política, en la que llegó a ocupar cargos muy destacados, el más importante el de Regente, entre 1841 y 1843. Su estilo de gobernar autoritario le granjeó muchos enemigos (incluso dentro de su propio partido, el Progresista), que acabarían derribándolo en el golpe militar que en 1843 encabezó el general Narváez. Espartero se exilió en Londres y aunque más tarde regresó a España y retomó su actividad política, ya no tuvo ésta el relieve de antes. Pese a su autoritarismo Espartero fue un mito para muchos liberales, y cuando triunfó la Revolución Gloriosa de 1868, Prim le ofrecíó la Corona de España, que no aceptó por su avanzada edad (recibíó a cambio el título de Príncipe de Vergara y el tratamiento de Alteza Real)
4. CONVENIO (o Abrazo) DE VERGARA (1839). Acuerdo firmado en 1839 en la localidad guipuzcoana de Vergara entre el general isabelino Espartero y el carlista
Maroto, para poner término a la primera Guerra Carlista. A cambio de renunciar a sus derechos al trono de España ––cosa que se hizo sin el consentimiento de Carlos María Isidro, que se exilió en Francia y abdicó––, los carlistas obténían de Esparero el compromiso del mantenimiento del régimen foral de las provincias vascas y Navarra y la integración de sus oficiales en el Ejército Español.
5. NARVÁEZ, RAMÓN MARÍA (1799-1868). Militar y político de ideología liberal conservadora y líder del Partido Moderado. Dirigíó el levantamiento contra el regente Espartero en el año 1843 y fue la figura clave de la época isabelina y de la construcción del Estado Liberal (fue siete veces presidente del Consejo de Ministros). Su vida política se caracterizó por su preocupación por el mantenimiento del orden sociopolítico existente, por lo que reprimíó con dureza cualquier revuelta que demandase mayor libertad y justicia social, lo que le valíó el sobrenombre de “el Espadón de Loja”.
6. REVOLUCIÓN GLORIOSA (1868). Movimiento revolucionario que tuvo lugar en 1868 y que supuso la expulsión de España de los liberales moderados y de la propia reina Isabel II. Fue promovida por los partidos Progresista, Unionista y Demócrata y dirigida por los militares Topete, Serrano y Prim, a los que secundaron los políticos de los partidos antes citados y la mayor parte de la población de las ciudades españolas. Esta revolución marcó el comienzo del Sexenio Revolucionario o Democrático
7. AMADEO I (1845-1890). Rey de España entre 1870 y 1873. Hijo de Víctor Manuel II de Italia fue escogido por los revolucionarios de 1868 por proceder de una dinastía de reconocido carácter liberal y también porque la debilidad de su país no despertaba recelos entre las grandes potencias europeas. Aunque la propaganda de sus enemigos lo presentó como un rey incapaz, procuró ejercer su cometido como monarca constitucional de manera escrupulosa. Pero se encontró con una situación muy complicada, acentuada por el asesinato del general Prim, su principal valedor. No acertó a controlar los principales problemas el momento (Carlismo, Guerra de Cuba, problemas internos…) y se vio forzado a abdicar.
8. PI I MARGAL, Francisco (1824-1901). Político español y una de las figuras más relevantes de la política de la segunda mitad del Siglo XIX. Vinculado al Partido Demócrata participó en numerosos levantamientos y movimientos revolucionarios, hasta que triunfó la Revolución Gloriosa de 1868. Entonces ocupó cargos relevantes en el entramado institucional. Cuando Amadeo de Saboyá abdicó fue uno de los impulsores de la proclamación de la Primera República, en la que defendíó la versión más federal y socialista, por lo que conectó mejor que nadie con las demandas de la clase trabajadora y las del nacionalismo. Fue proclamado Presidente de la República cuando dimitíó Estanislao Figueras, pero él mismo tuvo que dimitir un mes después, acosado por los numerosos problemas internos.
9. CANTONALISMO. Movimiento político que propugna la organización de los Estados en cantones semiindependientes federados entre sí. En España el movimiento comenzó con la proclamación de la Primera República en 1873 y está asociado a los sectores federalistas más radicales. Estos sectores, muy molestos con la ambigüedad de las Cortes sobre la formación de un Estado federal, declararon la plena autonomía de numerosas localidades andaluzas y levantinas, con la intención de crear el sistema de abajo a arriba. El cantonalismo español terminó militarmente en unas pocas semanas, excepto en la localidad de Cartagena (Murcia), donde el cantón resistíó algunos meses, hasta Enero de 1874