3.7. LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA ESPAÑOLA EN Europa. El Siglo XVII supuso el fin de la hegemonía española en Europa. La política exterior de Felipe III estuvo presidida por la pacificación, firma la paz con Inglaterra (1604), la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos (1609), y paz con Francia al morir Enrique IV; pero 1618 estalló la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), entre los príncipes protestantes alemanes y el emperador católico Fernando II, España participó al lado del Emperador Fernando II. Así este conflicto local se convirtió en europeo, la cuestión religiosa acabó siendo un pretexto, ya que lo que se jugaba era el orden internacional, y todos los conflictos fueron integrados en esta contienda. En el reinado de Felipe IV expiró la Tregua de los Doce Años, reanudándose la guerra. Francia entra en la Guerra de los Treinta Años a favor de Suecia y Países Bajos. La sublevación de Cataluña y Portugal 1640 merma las fuerzas españolas. La Guerra de los Treinta Años finaliza en 1648 con la firma de la Paz de Westfalia, España reconoce la independencia de Holanda iniciándose la hegemonía francesa en Europa. España mantendría la guerra en solitario con Francia hasta 1659, firma la Paz de los Pirineos cediendo el Rosellón y la Cerdaña. El acoso francés siguió en el reinado de Carlos II. Forma la liga de los Augsburgo junto a los Habsburgo alemanes, Inglaterra y Holanda, deteniendo el expansionismo francés.
3-8 PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL Siglo XVII Y SUS CONSECUENCIAS. El Siglo XVII fue un siglo de crisis en Europa. Los factores fundamentales de la crisis en España fueron: – El descenso demográfico. Como consecuencia de: grandes epidemias (tres oleadas de peste); la expulsión de los moriscos, que perjudicó sobre todo a Valencia y Aragón; las guerras constantes, y crisis de subsistencias. – La depresión económica. Al descenso demográfico se uníó el endeudamiento de la Corona, que agudizó la depresión económica. Así la producción agrícola disminuyó. La ganadería sedentaria crecíó frente a la trashumante, perjudicada por la disminución de exportaciones a Flandes. No se invertía en la industria y comercio, la artesanía castellana entró en recesión. La metalurgia vasca y la industria naval estaban en crisis. Decayó el comercio en América, agudizando el endeudamiento que supónía el mantenimiento del Imperio. Hacia 1680 se inicia una mejoría: aumenta la natalidad, y se recupera lentamente la producción y el comercio. Las consecuencias de la crisis, afectó a todos los grupos de la sociedad estamental del XVII. La nobleza y el clero aumentaron en número, la primera endeudada al disminuir sus rentas y querer mantener su nivel de vida. La burguésía intentaba ennoblecerse; y la situación de los campesinos empeoró, aumentando las revueltas y la emigración a Madrid o a la periferia. En torno a esta sociedad vivían mendigos, pobres y maleantes.
3.9. CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE Carlos II Y EL PROBLEMA SUCESORIO A la muerte de Felipe IV, ante la minoría de Carlos II comenzó la Regencia de Mariana de Austria (1665-1675) hasta la mayoría de edad de su hijo. La reina depositó su confianza en el jesuita Nithard, como valido. Ya con Carlos II al frente de la corona (1675-1700), la delegación del poder siguió en manos de validos como Juan José de Austria y el duque de Medinaceli. La inestabilidad política fue en aumento, privatizándose muchas funciones, situación aprovechada por la nobleza y la Iglesia. A pesar de la decadencia política, la situación económica y demográfica mejoró en las últimas décadas del siglo; ello no evitaría el tener que hacer frente a conflictos como la revuelta de los Barretines en Cataluña (1688- 1689), la Segunda Germánía en Valencia (1693) y el Motín de las Gatos en Madrid (1699). Pero el problema sucesorio fue el más importante. Hacia 1697, se intuía la muerte próxima del rey, y como este no tenía descendencia, se barajaron dos posibles sucesores: Felipe de Borbón, duque de Anjou, buscando el apoyo francés, y Carlos de Austria, de la rama austriaca de los Habsburgo. Carlos II se decantaría por el primero dejándolo como heredero al trono; el temor de algunas potencias a un bloque hispano-francés, provocó a la muerte del rey, la Guerra de Sucesión Española
4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL SISTEMA DE Utrecht. LOS PACTOS DE FAMILIA. Carlos II murió sin descendientes y dejó el trono a Felipe de Anjou; provocando una guerra internacional: el archiduque Carlos de Habsburgo, junto a la Gran alianza antiborbónica; con Felipe de Borbón apoyado por Francia y España. Y en España en una Guerra Civil, Castilla apoyó a Felipe de Anjou y Aragón al archiduque. El desarrollo de la Guerra de Sucesión (1701-1714) se alteró cuando el archiduque Carlos heredó el Imperio (1711), precipitando el fin. Los Tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714), supusieron acuerdos de carácter: – Político. Felipe V era reconocido rey de España, prohibiendo la uníón de Francia y España. Pone fin a la hegemonía francesa, pasando a un equilibrio entre: Francia, Austria e Inglaterra. – Económico. Fin del monopolio americano y del asiento de negros*, instaurando el navío de permiso*. – Territorial. Inglaterra se quedó con Gibraltar y Menorca, Austria con Flandes y territorios italianos. Recuperar estos territorios fue el objetivo de la política exterior. Felipe V, tras el fracaso en Cerdeña y Sicilia firma el Primer Pacto de Familia* (1733-Guerra de Sucesión de Polonia), recuperando Sicilia y Nápoles para Carlos. Con el Segundo Pacto de Familia (1743-Guerra de Sucesión de Austria) obtiene Parma, para Felipe. Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia (1761), participando en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y en la Guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775-1783) recuperando Florida y Menorca.
4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS. La reorganización del Estado fue obra de los tres primeros borbones (Felipe V, Fernando VI y Carlos III), establecen una monarquía absoluta fuerte, centralista y unificada, siguiendo el modelo francés. Impulsan: Reforma del Gobierno y Administración. Los Consejos son relegados (excepto el de Castilla) por los secretarios de Despacho. Los Decretos de Nueva Planta: suprimieron los fueros e instituciones de Aragón, respetándose los navarros y vascos; las Cortes serán únicas (Generales del Reino), manteniéndose las navarras; y los capitanes generales sustituyen a los virreyes. Ponen intendentes* en las provincias, crearon la Guardia Real y el regimiento* por los tercios. Reformas administrativas en América. El Consejo de Indias y la Casa de Contratación perdieron funciones a favor de las Secretarías. Se crean dos nuevos virreinatos: Nueva Granada y Río de la Plata; y cuatro Capitánías Generales: Cuba, Guatemala, Venezuela y Chile. Impulsan una reforma militar, creando un ejército americano con cuatro guarniciones militares. Control de la Iglesia. Aplicaron el regalismo* y consiguieron el Patronato Universal* (Concordato 1753). Intervención del Estado en economía. Reformaron el sistema fiscal: impuesto único* en los reinos orientales, y contribución única en Castilla (Catastro Ensenada). El Estado creó manufacturas reales.
4.3 LA ESPAÑA DEL Siglo XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA. La economía estaba limitada por la falta de competencia, la propiedad de la tierra y una oposición al cambio. La agricultura, tenía en el régimen de propiedad (tierras amortizadas) su obstáculo. Con Carlos III, se tomaron medidas: arrendamientos municipales, colonización de tierras, pero no acometíó la Ley Agraria de Jovellanos. La industria se incentivó por: el aumento población, demanda de productos y aumento de rentas de nobles y eclesiásticos, y nueva política comercial con América. El principal obstáculo era el sistema gremial. Los reyes la potenciaron con: el proteccionismo, manufacturas reales y el fomento de la construcción naval. Al comercio llegaron las ideas ilustradas (Sociedades Económicas de Amigos del País). El comercio interior inició una política proteccionista, y se creó el Banco de San Carlos. La política comercial con América se reforzó; se adoptaron medidas: nuevas compañías comerciales (Compañía Guipuzcoana de Caracas), introducción de navíos de registro y se promulgó el Reglamento de Libre Comercio (1788). Destaca el despegue económico de Cataluña. Duplicó su población; el campesino se orientó al mercado, se desarrolló una burguésía agraria innovadora (comercio de vinos), aumentaron los intercambios peninsulares y con el exterior; su industria se vio favorecida por el proteccionismo. El crecimiento generó excedentes de capital, invirtiendo en modernizar el sector textil, sentando las bases de la revolución industrial del s. XIX.
4.3 LA ESPAÑA DEL Siglo XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA. La economía estaba limitada por la falta de competencia, la propiedad de la tierra y una oposición al cambio. La agricultura, tenía en el régimen de propiedad (tierras amortizadas) su obstáculo. Con Carlos III, se tomaron medidas: arrendamientos municipales, colonización de tierras, pero no acometíó la Ley Agraria de Jovellanos. La industria se incentivó por: el aumento población, demanda de productos y aumento de rentas de nobles y eclesiásticos, y nueva política comercial con América. El principal obstáculo era el sistema gremial. Los reyes la potenciaron con: el proteccionismo, manufacturas reales y el fomento de la construcción naval. Al comercio llegaron las ideas ilustradas (Sociedades Económicas de Amigos del País). El comercio interior inició una política proteccionista, y se creó el Banco de San Carlos. La política comercial con América se reforzó; se adoptaron medidas: nuevas compañías comerciales (Compañía Guipuzcoana de Caracas), introducción de navíos de registro y se promulgó el Reglamento de Libre Comercio (1788). Destaca el despegue económico de Cataluña. Duplicó su población; el campesino se orientó al mercado, se desarrolló una burguésía agraria innovadora (comercio de vinos), aumentaron los intercambios peninsulares y con el exterior; su industria se vio favorecida por el proteccionismo. El crecimiento generó excedentes de capital, invirtiendo en modernizar el sector textil, sentando las bases de la revolución industrial del s. XIX.
4.4 IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN. EL DESPOTISMO ILUSTRADO: Carlos III. La Ilustración es la corriente de pensamiento que se difundíó por Europa en el s. XVIII, y en España constituyó la base intelectual de las reformas, especialmente con Carlos III. Los rasgos de esta ideología son: el empleo de la razón y la crítica, el fomento de la economía nacional, el desarrollo del conocimiento científico y de la educación como base del avance técnico y económico, la difusión del progreso y de la felicidad. Se difundíó a través de: Academias, consulados, Sociedades Económicas de Amigos del País* y la prensa. Destacan intelectuales y artistas: Jovellanos, José Celestino Mutis, José Cadalso y Moratín. Con Carlos III (1759-1788), se instaura el despotismo ilustrado. Ilustrado por un lado e inmovilista por otro. Se rodéó de secretarios: Campomanes, Floridablanca, Esquilache. Este último protagonizó el Motín de Esquilache (1766) al liberalizar los precios del trigo e incrementar los impuestos. El motín acarreó consecuencias: sustitución de Esquilache por el conde de Aranda, expulsión de los jesuitas (1767); manteniendo la política regalista, y los privilegios de la nobleza y derechos señoriales. En política económica, Olavide, Jovellanos y Campomanes abordan la Ley Agraria. Olavide supervisó el plan de colonización de Sierra Morena. Se creó el Banco Nacional de San Carlos y comienza la emisión de vales reales. También emprendíó reformas en la educación, justicia y ejército (más profesional y al servicio del Estado).