Hasta el último tercio del siglo XIX (1868), la lucha obrera se plasmó en movimientos de protesta espontáneo. Las primeras asociaciones obreras surgieron en Cataluña, especialmente en Barcelona. Pero el primer episodio de lucha obrera sucedió en Alcoy (Alicante), con la destrucción de máquinas de hilar, acciones de carácter ludita.
La lucha contra el maquinismo fue la causa de la primera huelga de la historia de España, al oponerse los obreros a los nuevos telares mecánicos a mitad del siglo XIX.En 1840 se constituyó en Barcelona la Asociación Mutua de Obreros de la Industria Algodonera, con tendencia benéfica. Barcelona fue el principal núcleo de obrerismo. En el mundo rural, el malestar social diferenció en el motín o algarada, en el que un grupo de jornaleros asaltaban hornos u ocupaban tierras.
Tras el triunfo de la revolución de 1868 se reconoció por primera vez el derecho de reunión y de asociación. Los obreros se sintieron defraudados con la política tradicional, a la que consideraban instrumento de la burguesía. Por ello se decantaron por las ideas revolucionarias anarquista y socialista (marxismo).
A partir de 1868 se produce el triunfo de las ideologías obreras. La primera ideología social fue el socialismo utópico (ideal), base del movimiento obrero.
Las organizaciones obreras del mundo intentaron unir sus luchas y crear la primera Asociación Internacional de Trabajadores (AIT)
El movimiento obrero en España en un principio fue partidario del mutualismo , el incipiente movimiento obrero español a partir de 1868 se va a inclinar hacia el anarquismo y la influencia de la I Internacional o Asociación Internacional de Trabajadores (AIT).
El anarquismo prendió con mayor rapidez y fuerza que el marxismo entre los obreros españoles. El primer congreso obrero español tuvo lugar en Barcelona, en 1870, de tendencia bakuninista (anarquista). Dentro del anarquismo surgió una corriente partidaria de la acción sindical, el anarconsindicalismo y otra corriente violenta, partidaria del terrorismo.
Durante la Restauración, junto al anarquismo se desarrollaron las organizaciones obreras socialistas. En la primera época de la Restauración, toda asociación era considerada delictiva, pero a partir de 1887, la Ley de Asociaciones reconoció la libertad sindical, se legalizó UGT y PSOE.
La formación de un núcleo socialista en 1872 en Madrid fue el origen del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado en 1879 por Pablo Iglesias. La Unión General de Trabajadores (UGT), una organización sindical de orientación socialista, se creó en 1888, gracias a la libertad sindical de la Ley de Asociaciones.
El crecimiento del socialismo fue muy lento, y a fines de siglo solo estaba bien implantado en Madrid, Vizcaya y Asturias.
El anarquismo fue la ideología obrera fundada por Fanelli. En esta etapa se centró en la acción terrorista, por lo que los anarquistas fueron clandestinos y perseguidos, la mayor difusión tuvo durante la regencia de María Cristina.
Era un movimiento de acción violenta con diversas manifestaciones como la organización La Mano Negra. El anarquismo tuvo tres tendencias a finales del siglo XIX:
-Anarcosindicalistas, que defendían la libertad de asociación y la lucha obrera.
-Los revolucionarios, que defendían la huelga general y la violencia terrorista.
-Los anarco-comunistas, que defendían la propiedad social.
La tercera vía de las luchas obreras fue la del sindicalismo católico. La “doctrina social de la Iglesia. El sindicalismo católico pretendía disminuir las duras condiciones de trabajo de los obreros mediante la relación paternalista del patrono que protegía a sus obreros.
En el movimiento obrero a principios del S.XX el número de afiliados era escaso en España y solo en las zonas industriales de Madrid, Barcelona, Asturias y Vizcaya habían más afiliados. Hasta bien entrado el siglo XX no se formó un verdadero sindicalismo de masas, y las organizaciones obreras se estructuraban en sociedades de ayuda mutua
El anarquismo siempre mantuvo su negativa a participar en política. A comienzos del siglo XX el anarquismo estaba en las zonas industriales y urbanas de Cataluña, y también en el campesinado de Andalucía y Extremadura.
Había dos tendencias enfrentadas: La estrategia terrorista y el sindicalismo. Se extendió la influencia del sindicalismo revolucionario francés, que consideraba la huelga general como el instrumento revolucionario más eficaz. Bajo el impulso de las sociedades obreras anarquistas catalanas se fundó, en 1910, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La CNT reafirmó la acción directa.
El anarquismo prendió con mayor rapidez y fuerza que el marxismo entre los obreros españoles. El primer congreso obrero español tuvo lugar en Barcelona, en 1870, de tendencia bakuninista (anarquista). Dentro del anarquismo surgió una corriente partidaria de la acción sindical, el anarconsindicalismo y otra corriente violenta, partidaria del terrorismo.
Durante la Restauración, junto al anarquismo se desarrollaron las organizaciones obreras socialistas. En la primera época de la Restauración, toda asociación era considerada delictiva, pero a partir de 1887, la Ley de Asociaciones reconoció la libertad sindical, se legalizó UGT y PSOE.
La formación de un núcleo socialista en 1872 en Madrid fue el origen del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado en 1879 por Pablo Iglesias. La Unión General de Trabajadores (UGT), una organización sindical de orientación socialista, se creó en 1888, gracias a la libertad sindical de la Ley de Asociaciones.
El crecimiento del socialismo fue muy lento, y a fines de siglo solo estaba bien implantado en Madrid, Vizcaya y Asturias.
El anarquismo fue la ideología obrera fundada por Fanelli. En esta etapa se centró en la acción terrorista, por lo que los anarquistas fueron clandestinos y perseguidos, la mayor difusión tuvo durante la regencia de María Cristina.
Era un movimiento de acción violenta con diversas manifestaciones como la organización La Mano Negra. El anarquismo tuvo tres tendencias a finales del siglo XIX:
-Anarcosindicalistas, que defendían la libertad de asociación y la lucha obrera.
-Los revolucionarios, que defendían la huelga general y la violencia terrorista.
-Los anarco-comunistas, que defendían la propiedad social.
La tercera vía de las luchas obreras fue la del sindicalismo católico. La “doctrina social de la Iglesia. El sindicalismo católico pretendía disminuir las duras condiciones de trabajo de los obreros mediante la relación paternalista del patrono que protegía a sus obreros.
En el movimiento obrero a principios del S.XX el número de afiliados era escaso en España y solo en las zonas industriales de Madrid, Barcelona, Asturias y Vizcaya habían más afiliados. Hasta bien entrado el siglo XX no se formó un verdadero sindicalismo de masas, y las organizaciones obreras se estructuraban en sociedades de ayuda mutua
El anarquismo siempre mantuvo su negativa a participar en política. A comienzos del siglo XX el anarquismo estaba en las zonas industriales y urbanas de Cataluña, y también en el campesinado de Andalucía y Extremadura.
Había dos tendencias enfrentadas: La estrategia terrorista y el sindicalismo. Se extendió la influencia del sindicalismo revolucionario francés, que consideraba la huelga general como el instrumento revolucionario más eficaz. Bajo el impulso de las sociedades obreras anarquistas catalanas se fundó, en 1910, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La CNT reafirmó la acción directa.