El Siglo XVIII trajo a España un cambio de dinastía en la monarquía hispánica, los Borbones van a sustituir a los Austrias. La muerte de Carlos II, último rey de los Austrias sin descendencia, dio lugar a un gran conflicto, ya que había dos pretendientes al trono: el duque de Anjou (nieto de Luis XIV) y el archiduque Carlos de Austria. En su testamento Carlos II se decide por el duque de Anjou, el futuro Felipe V (opción no aceptada ni por el reino de Aragón, ni por las potencias europeas Austria y Gran Bretaña). Esta decisión va a traer como consecuencia la guerra entre los dos candidatos al trono, la Guerra de Sucesión Española, que presenta una doble dimensión: 1700- 1713 en su fase internacional y 1700 – 1715 en su fase nacional. A).- Conflicto internacional: Las principales potencias europeas rechazaron al candidato francés. No veían con buenos ojos que la posibilidad de que los Borbones gobernasen a ambos lados de los Pirineos y sobre todo que ambos países quedaran bajo el poder de un mismo soberano. Pronto las potencias europeas, firmaron ‘la Gran Alianza de la Haya’, formada por Gran Bretaña, Holanda, Portugal, el Imperio austriaco y Saboyá. Como conflicto internacional, la guerra fue un conflicto dinástico entre Austrias y Borbones. B).- Conflicto nacional, entre el bando felipista: Castilla, Navarra y Vascongadas y el bando austriaco: Cataluña, Aragón y Valencia. La guerra tiene una serie de fases: – De 1704 a 1707, la guerra es favorable al bando austriaco. Carlos VI llega a España, se toma Gibraltar en 1704, el archiduque consigue llegar a Madrid. En 1706, los ejércitos del candidato austriaco son rechazados por los felipistas, el curso de la guerra va a cambiar. – De 1707 a 1714, la victorias de los felipistas en Almansa (1707) les va a facilitar la entrada e Aragón, donde se anulan sus fueros y los de Valencia. En 1707, los ingleses ocupan Menorca, pero las victorias de Brihuega y Villaviciosa y la muerte del emperador Leopoldo de Austria cambian la situación. Carlos se convierte en el heredero del trono austriaco. Consecuencias de la guerra: La guerra acaba con la paz de Utrech (1713). Va a surgir un nuevo mapa de Europa. Las potencias vencedoras son Inglaterra y Austria, España es la gran perdedora. Felipe V es reconocido como rey de España, a cambio, tiene que renunciar a sus derechos al trono francés. Gran Bretaña, obtiene Gibraltar y Menorca y el monopolio para importar esclavos de América (asiento de negros) y también obtiene el navío de permiso: una vez al año, podía comerciar con las colonias españolas americanas. Austria consigue los antiguos territorios españoles de Flandes, Nápoles, Cerdeña y el Milanesado. Saboyá se queda con Sicilia. Holanda recibe algunos enclaves y poblaciones de Flandes. La rebelión de los territorios de la Corona de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares contra Felipe V tuvo graves consecuencias para dichos territorios. En política interior Felipe V publica los decretos de Nueva Planta (los veremos más adelante). En esta guerra se habían enfrentado también dos formas de entender la monarquía, por un lado en el bando austriaco se seguían defendiendo los derechos de algunos territorios y por otro lado, estaba la postura francesa, el centralismo y la unificación entre todos los territorios.
En política exterior todo gira en torno a las relaciones exteriores con Francia. Se firman los pactos de Familia, que son acuerdos de tipo político entre los Borbones franceses y españoles firmados en el Siglo XVIII (1733-1789), para contrarrestar el poderío británico en Europa y América. Dos de ellos se firmaron en la época de Felipe V y el tercero en la de Carlos III. Los tres pactos están siempre bajo el denominador común de no permitir el desarrollo de la superioridad británica. Se puede distinguir una evidente diferencia entre el espíritu de los dos primeros, realizados bajo la voluntad política del revisionismo e irredentismo de Felipe V y la política italiana de Isabel de Farnesio, y el tercero que ponía sus prioridades en el mundo colonial americano. Por eso, hay una cierta discontinuidad entre ellos. No eran alianzas incondicionales, sino que España velaba en ella por sus intereses igual que Francia por los suyos. 1) El primer Pacto de Familia se firmó el 7 Noviembre 1733 por Felipe V de España y Luis XV de Francia en el El Escorial. Felipe V fue reconocido como rey con la condición de que los tronos de España y Francia nunca estuvieran unidos. En la guerra de Sucesión, España perdíó Menorca, Gibraltar y territorios en Italia. Ambos monarcas se aliaron en el primer pacto de familia, haciendo un frente contra Austria. Felipe lo hizo con la intención de recuperar las antiguas posesiones en Italia y finalmente recuperó Nápoles y Sicilia. España va a participar en la Guerra de Sucesión de Polonia contra Austria. Luis XV pretendía restaurar en el trono de Polonia a su suegro Estalisnao, no lo consiguió. España, por su parte, pretendía recuperar territorios de Italia. Al final, España consiguió recuperar Sicilia y Nápoles donde reinaría don Carlos (futuro Carlos III de España), hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio. Francia negoció la paz en esta guerra de forma unilaterial, sin tener en cuenta los intereses españoles. Esto provocó una cierta desconfianza entre ambos países. 2) El segundo Pacto de Familia se vuelve a firmar entre Luis XV y Felipe V, en Agosto de 1743. Ambos participaron en la guerra de sucesión austriaca. Al morir Carlos VI, hubo de nuevo varios candidatos al trono. Al final, fue su hija Mª Teresa quien se hizo con el poder y en contra de ello estaba Francia. ● El infante don Carlos quedó confirmado como rey de las dos Sicilias. Este pacto lo rompe Fernando VI, quien se niega a seguir dandóle apoyo a Francia en las guerras y actuó realmente como un país neutral. Neutralidad que le valíó para recuperar más posesiones:Milán, Parma, Guastalla y Plasencia. Posesiones que serían para el infante Felipe, quien de nuevo uníó y reinó en los antiguos estados de los Farnesio. ● El romper el pacto con Francia, por parte de Fernando VI, que se caracterizó en su política exterior, por intentar mantener el status quo reinante, le valíó a España que Inglaterra suprimiera el navío de permiso y el asiento de negros. 3) Carlos III firmó el tercer Pacto de Familia con la intención de recuperar Gibraltar y Menorca. El rey francés fue de nuevo Luis XV. Se firmó en Agosto de 1761. Lo que se pretendía con esta alianza política y militar era frenar la expansión colonial inglesa. Este pacto obligó a España a entrar en la guerra de los Siete Años (por el control de Silesia y por la supremacía colonial en América del Norte e India. El resultado se dió en la paz de París (1763) y fue muy desastroso para España. Recibe de Francia, por su participación en la guerra, la Luisiana. Pierde Sacramento, La Florida y deja el Misissipi para la libre navegación. Este pacto fue renovado en en el tratado de Aranjuez con Francia; España se toma la revancha contra Inglaterra en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1775-1783), en la que entra en ese año 1779, recuperando Menorca y las dos Floridas.
Felipe V, llegó a España con la intención de gobernar España de acuerdo con los principios de gobierno franceses y crear un nuevo modelo de Estado. Para ello llevó a cabo un triple triple programa de reformas: la reducción del poder político de los grandes, la subordinación del clero y de las órdenes religiosas y la abolición de los fueros de la Corona de Aragón, Valencia, Baleares, Cataluña con los Decretos de Nueva Planta. El programa de reformas se desarrolló en dos fases: la Primera, hasta 1714, tuvo como eje central el esfuerzo de guerra; la segunda fue planeada y ejecutada por una serie de reformistas españoles con objetivos a más largo plazo. Felipe V comenzó por garantizar que la corona era más fuerte que sus súbditos más poderosos. Degradó a los grandes políticamente, pero les dejó que se atrincherarán en sus dominios. La centralización del poder político es el nuevo modelo y para conseguirlo, Felipe V prescindíó de los virreyes, sus funciones fueron asumidas por los 5 capitanes generales. También desaparecieron las Cortes como órganos legislativos de los distintos reinos de la corona de Aragón y se aplicaron las leyes de Castilla a todo el territorio nacional. Pocas veces fueron reunidas las Cortes, era el monarca quien asumía todos los poderes. Va a surgir la figura del secretarío, como responsable de una parcela de la administración. Su papel va a ser muy importante con los Borbones. El gobierno quedó así en manos de cinco Secretarios de Estado y de Despacho, que son los antecedentes de los ministros actuales, y son los que dirigieron la vida política del país durante todo el siglo. Estas secretarías sustituyeron a los antiguos Consejos, que estuvieron monopolizados por la alta nobleza, a la que se quería apartar poco a poco de los puntos clave del Estado. Es el rey quien escoge a sus secretarios de Estado. Poco a poco los secretarios se convirtieron en personajes muy poderosos y se les fue conociendo con el sobrenombre de ministros. A finales de siglo, los secretarios se reunieron en la Junta Suprema de Estado. Se reunían regularmente y es el antecedente del actual Consejo de Ministros. El secretario de Estado asumíó el papel principal, actuando como un verdadero primer ministro (Floridablanca con Carlos III y Carlos IV). De esta forma las nuevas Cortes Generales del Reino tuvieron, casi, como única misión, el que el heredero de la Corona jurase su ‘cargo’. El Consejo de Castilla, al que se uníó el de Aragón, conservó su importancia en asuntos de carácter interno. Aparecen los intendentes, que eran los representantes de la autoridad real en cada una de las provincias. El reino se dividíó en provincias, siguiendo el modelo francés, con tres órganos de poder, controlados por el gobierno central: ● Las Audiencias, que ejercían la autoridad judicial. ● Las Capitánías Generales, eran la máxima autoridad militar. ● Los Intendentes, que eran la máxima autoridad civil y económica. Fueron de gran utilidad al gobierno central, ya que sus atribuciones eran muy amplias, desde recaudar impuestos a establecer el orden público. Antes que en provincias el Estado de dividíó en intendencias. Los intendentes, a la vez, también ejercían de corregidores en la capital de la intendencia. ● Los ayuntamientos más importantes estaban gobernados por los corregidores, que nombraba la Corona ● Los virreinatos solo se mantienen en América El máximo ejemplo de la centralización, lo vemos en los Decretos de Nueva Planta, que comenzaron en 1707 , el primero fue el de Valencia y por ello fue el más drástico de todos y daba medida del poder absoluto del monarca y de la actuación sin contemplaciones de sus representantes. A Valencia siguió Aragón. También aquí el esfuerzo de guerra y el futuro de España exigían centralización, modernización y un nuevo personal. Cataluña fue, de entre las regiones orientales, la que sucumbíó en último lugar, aunque no en menor medida, a los decretos de Nueva Planta. La experiencia fue más traumática debido a su larga historia, a la fuerza de sus instituciones y a la resistencia que había protagonizado recientemente. El balance de los decretos de Nueva Planta arrojó un saldo de ganancias. La Corona de Aragón dejó de existir como una porción separada de la monarquía española. La lucha por conseguir un Estado fuerte, centralizado y unido, se había saldado finalmente con el éxito. El absolutismo borbónico impuso que la autoridad real estaba por encima de la ley y que la corona tenía libertad para recaudar los impuestos que considerara necesarios. Gracias a estos principios, Felipe V gobernó un Estado unitario, integradas sus regiones y reducidas sus dependencias; la monarquía ya no era una aglomeración de diversos estados.