Consecuencia de la revolución francesa en el continente americano

Revolución Rusa: Proceso revolucionario que se inicia en el Imperio zarista en 1905 y culmina en Octubre de 1917 constituye  junto a la Francesa y la Industrial, la trilogía revolucionaria más influyente de la época contemporánea. Sirvió, tras la Primera Guerra Mundial, de respuesta y alternativa a la crisis del capitalismo y el liberalismo, porque -por vez primera- se ponían  en práctica los principios y esquemas del socialismo como fundamento de un Estado.


Crisisdel29: El Crack de la Bolsa de Nueva York de Octubre de 1929 inauguró la mayor crisis económica de la historia del capitalismo y una etapa marcada por una profunda recesión que se extendíó a lo largo de la de la década de los Treinta y que tuvo serias repercusiones no sólo en el ámbito económico, sino también en el social y político. Supuso un importante bache en la producción, desajustes en el mercado laboral y contribuyó a la exaltación del ultranacionalismo y autoritarismo fascistas.


Triple Entente: Compromiso alcanzado  por Gran Bretaña, Francia y
Rusia con el fin de oponerse a la Triple Alianza y obtener garantías de apoyo militar en el supuesto enfrentamiento con Alemania. La búsqueda del equilibrio de fuerzas que persiguen estas alianzas militares va a terminar provocando una tensión antagónica en las relaciones de los países implicados que desembocará en una guerra general cuando surja un pretexto (el asesinato del Archiduque Francisco en Sarajevo en Junio de 1914) y se iniciará la I Guerra Mundial (1914-1918).


Triple Alianza: Acuerdo defensivo firmado en 1.882 por el Imperio alemán, el Imperio austro-húngaro e Italia. Renovable cada cinco años. El inspirador fue Otto von Bismark. Las tres potencias se comprometen a respetar sus áreas de influencia y de expansión. Prometen ayudarse mutuamente en caso de conflicto armado con Francia. Será la base de uno de los dos bloques de la Iª Guerra Mundial conocido como «las potencias centrales», aunque al estallar la guerra Italia se declarará neutral y posteriormente entrará con los aliados de la Triple Entente.


I Guerra Mundial: también llamada “la Gran Guerra”  Comenzó en 1914 y finalizó en 1918. Los antecedentes se hallan en los enfrentamientos entre las potencias europeas por controlar la economía en otros continentes, mediante centros  financieros y medios de comunicación. Esto inevitablemente llevó a rivalidades territoriales y económicas.
Lo que se inició como una guerra circunscrita a las viejas potencias que se alinearon en dos bandos opuestos: los Aliados de la Triple Entente y las Potencias Centrales de la Triple Alianza europeas, se extendíó por el resto del mundo merced a las posesiones coloniales. En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares,  lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia


Época victoriana: Desde 1837 a 1901, bajo el reinado de Victoria I, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda alcanzó su máximo apogeo, su  política exterior se resume con la famosa expresión: “espléndido aislamiento” donde El Reino Unido extendía su Imperio por ultramar desentendíéndose de los asuntos europeos siempre que no alteraran sus intereses navales.
Al principio de su reinado la hegemonía británica era indiscutible. Era la primera potencia industrial y naval  del mundo, al final de siglo, surgieron nuevas potencias, como EEUU, Japón, y Alemania que hacían peligrar esa hegemonía. Esta nueva situación obligaría a los británicos a participar en el juego de alianzas  y abandonar el “esplendido aislamiento”


Unificación italiana: proceso histórico que a lo largo del Siglo XIX llevó a la uníón de los diversos estados en que estaba dividida la península Itálica. El origen del proceso tuvo lugar en los territorios del norte, los más industrializados, ricos y socialmente avanzados. Fue allí donde se desarrollaron una serie de revueltas anti austriacas, de carácter liberal, enmarcadas en un movimiento intelectual, cultural y unitario denominado “Risorgimento”.


Unificación alemana: fue un proceso para lograr la integración y la posterior unificación de diferentes estados germánicos en una sola Alemania, se inicio a mediados del Siglo XIX y finalizó en el año 1871. El proceso fue dirigido por el primer ministro Prusiano Otto von Bismarck, que partidario de la “pequeña Alemania” logro la unificación a través de una serie de guerras: Guerra de los Ducados, Guerra Austro- prusiana y Guerra Franco-prusiana. Culminaría con la formación del Segundo Reich «Segundo Imperio Alemán”.


Guerra de la independencia:  (1808-1814) fue un enfrentamiento militar entre España y el Primer Imperio Francés, provocado por la pretensión de Napoleón de instalar en el trono español a su hermano José Bonaparte. Destaca en primer lugar, por la intensidad del conflicto, que durante varios años desangrará nuestro país   participando en ella no sólo el ejército regular sino también el pueblo de todas las zonas de España, unido frente a una invasión extranjera.
Por otro  lado, es una Guerra Civil que divide a los españoles en dos, los que apoyan a la nueva monarquía bonapartista y los que la rechazan y, finalmente, es el marco en el que se inicia la revolución liberal en España con la convocatoria de nuevas Cortes y la proclamación de la Constitución de Cádiz de 1812


Santa Alianza: Como consecuencia de la Revolución francesa los monarcas europeos tomaron una serie de medidas para protegerse ante la posibilidad de nuevos brotes revolucionarios. Con este fin fundaron la Santa Alianza, caracterizada por ser: una alianza personal entre los firmantes y no un tratado entre Estados y una alianza “santa” firmada entre príncipes cristianos.


Congreso de Viena: Los vencedores de Napoleón se reunieron en Viena en 1814-1815 con el objetivo de proceder al reajuste territorial de Europa. En él participaron las principales potencias, representadas por sus respectivos embajadores: Austria (Metternich), Gran Bretaña, Rusia, Prusia  y Francia. Su objetivo era: intento de restaurar el Antiguo Régimen, La idea de legitimismo que reafirmaba el origen divino del poder de los reyes, la solidaridad entre los estados y  la búsqueda de un equilibrio entre las cinco potencias.


Napoleón:  Militar y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del Golpe de Estado del 18 de Brumario que le convirtió en Primer Cónsul de la República; cónsul vitalicio desde el 2 de Agosto de 1802 hasta su proclamación como Emperador de los franceses en 1804.
Consolidó e instituyó muchas de las reformas de la Revolución Francesa. Asimismo, fue uno de los más grandes militares de todos los tiempos, conquistó la mayor parte de Europa e intentó modernizar las naciones en las que gobernó.


Revolución francesa: El proceso que conocemos como Revolución Francesa supuso la caída del Antiguo Régimen en uno de los países más poderosos del mundo.  Las repercusiones de tal conflicto no afectaron exclusivamente a Francia, sino que, en mayor o menor medida, sirvieron de referente a aquellos que en Europa conspiraban en contra de las monarquías absolutas y luchaban por la abolición de las desigualdades del régimen feudal. El suceso, que conmociónó a Europa, inició una época de revoluciones que asentarían las bases del mundo actual.


Despotismo Ilustrado: Constituyó una forma de gobierno que trataba de conciliar el absolutismo con las nuevas ideas de la Ilustración, intentando para ello conjugar los intereses de la monarquía con el bienestar de los gobernados  todo ello, sin embargo, respetando la esencia del régimen absolutista y la división estamental de la sociedad. Se desarrolló durante la segunda mitad del Siglo XVIII. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.


Ilustración:   Movimiento filosófico, literario y científico que se desarrolló en Europa y sus colonias a lo largo del Siglo XVIII («de las Luces”). Representó una importante modernización cultural y el intento de transformar las caducas estructuras del Antiguo Régimen. El pensamiento ilustrado se basa en dos pilares: la razón y el espíritu crítico.


Decretos de nueva planta: Leyes orgánicas dadas por Felipe V tras la
Guerra de Sucesión (1700-1714) por las que se abolen los derechos políticos (fueros) de los países de la antigua Corona de Aragón. Asimismo se crea un sistema político administrativo centralista que suprime el sistema federalista de los Austrias.

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