Introducción
En el Antiguo Régimen la propiedad de la tierra estaba en su mayor parte amortizada. Se empleó este término para designar a las propiedades que pertenecían o estaban vinculadas a instituciones como la nobleza, Este proceso de amortización se había iniciado durante la Edad Media estaban fuera de los mecanismos capitalistas. Esta forma de propiedad era poco racional e impedía una explotación y unos rendimientos más intensivos, por ello denominaron a estos beneficiarios «manos muertas», estando muchas de ellas sin explotar. La desamortización se puede entender como un conjunto de decisiones legales, tomadas o decididas por el poder político con el objetivo de liberar la tierra acumulada en determinadas manos devolvíéndolas al tráfico jurídico. La desamortización se puede entender como un conjunto de decisiones legales, tomadas o decididas por el poder político con el objetivo de liberar la tierra acumulada en determinadas manos devolvíéndolas al tráfico jurídico.
Un primer paso antes de la desamortización es la desvinculación para que los propietarios pudieran disponer libremente de la tierra y para ello se dieron una serie de medidas legales:
– Abolir los señoríos jurisdiccionales. -Convertir la tierra en propiedad particular y libre.- Suprimir los mayorazgos.
Vendría la desamortización propiamente dicha. En toda desamortización hay dos pasos. Uno; nacionalización o expropiación de los bienes en manos muertas.
En un segundo momento esos bienes se venden en subasta pública. La iglesia, a lo largo de los siglos, debido a la religiosidad el pueblo y de los reyes, había obtenido muchísimas posesiones que fueron aumentando por donaciones o compras. Ese patrimonio le concedíó una gran fuerza social y autoridad sobre la vida temporal, También, las corporaciones municipales, llamados bienes de propios, que aunque no fueran inalienables, de hecho se hallaban fuera de la movilidad territorial.
Las primeras desamortizaciones fueron realizadas en los reinados de Carlos III y Carlos IV entre 1766 y 1808. Se incluye la desamortización de Godoy entre 1798 y 1808. En ella se desamortizaron bienes de la Compañía de Jesús, de hospitales, hospicios, Casas de Misericordia y de Colegios Mayores universitarios e incluía también bienes no explotados de particulares. A estas desamortizaciones les siguió la que José I realizó, que no implicó la supresión de la propiedad, sino la confiscación de sus rentas para el avituallamiento y gastos de guerra de las tropas francesas, de forma que se devolvieron en 1814.También, casi al mismo tiempo, las Cortes de Cádiz dieron medidas desamortizadoras
DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL
También denominada eclesiástica, debido al importante volumen de bienes pertenecientes a la Iglesia a los que afectó. Mendizábal actuó durante los años de 1835 a 1837, primero como primer ministro, más tarde como ministro de Hacienda. Los objetivos fundamentales eran los siguientes: • Financiar la guerra y paliar la gran deuda pública que acumulaba el Estado. • Conseguir la alianza de futuros propietarios con el liberalismo. • Castigar a la iglesia por su apoyo al carlismo
Con esta Ley de Desamortización se ponían a la venta todos los bienes de órdenes religiosas extinguidas o exclaustradas, pero que no tuvieran obras sociales. Al año siguiente, en 1837, otra ley amplió los bienes afectados a los del clero secular. Así, Mendizábal esperaba que se pusieran en cultivo estas tierras, lo que aumentaría la actividad económica española.
Para llevar a cabo esta nueva ley, las tierras desamortizadas fueran divididas en lotes para su posterior subasta pública. La división de los lotes se encomendó a comisiones municipales y éstas se aprovecharon de su poder para hacer manipulaciones y configurar grandes lotes de tierra para su subasta. Un fallo fue la forma de pago, ya que, debido a los fuertes apuros de la Hacienda Estatal, aceptando que se comprara títulos de deuda pública que el estado había ido adquiriendo. El estado se líberó de parte de sus deudas.
DESAMORTIZACIÓN DE Madoz
Durante el bienio progresista (1854-1856), el ministro de Hacienda, Pascual Madoz, realiza una nueva desamortización (1855) que fue ejecutada con mayor control que la de Mendizábal. El 1 de Mayo de 1855 se publicaba en La Gaceta de Madrid. Se declaraban en venta “todas las propiedades del Estado, del clero, de las Órdenes Militares cofradías, obras pías, santuarios, propiedades pertenecientes al carlismo, los bienes comunales y de propios de los pueblos, de la beneficencia y de la instrucción pública”. La diferencia fundamental con la anterior, era que la de Mendizábal solo afectó a la iglesia y la de Madoz afectó también a los bienes comunalesLa venta se hizo por subasta en la que la décima parte se pagaba al contado y el resto en 14 años. Salvo en contadas excepciones, sólo se aceptó el pago en metálico. Por tanto, se evitaron fallos de la anterior, no aceptando la liberación de deuda pública. Esta desamortización fue la que alcanzó un mayor volumen de ventas y tuvo una importancia superior a todas las anteriores. Sin embargo, los historiadores se han ocupado tradicionalmente mucho más de la de Mendizábal. El 2 de Octubre de 1858, siendo presidente O’Donnell del Consejo de Ministros, no cesando las ventas hasta fin de siglo, continuando a pesar de los diferentes cambios de gobierno. Se calcula que de todo lo desamortizado, el 30% pertenecía a la iglesia, el 20% a beneficencia y un 50 % a las propiedades municipales fundamentalmente de los pueblos. Este dinero se dedicó fundamentalmente a cubrir el déficit del presupuesto del Estado, amortización de Deuda pública y obras públicas: financiación del ferrocarril.