122. La revolución de Octubre de 1934 provocó una fuerte polarización política y una radicalización de posiciones, tanto de la izquierda como de la derecha. La izquierda, impulsó una concentración de fuerzas que desembocó en la creación del Frente Popular. También contribuyó a ello el avance del fascismo en Europa y la recomendación de la Internacional Comunista de frenarlo. Con la experiencia del fracaso electoral de
1933 que dio paso al bienio conservador, la izquierda vio esta vez la necesidad de unir sus fuerzas en las elecciones de Febrero de 1936 contra la reacción de derechas y para conseguir una amnistía. En consecuencia, se configuró el Frente Popular, que agrupaba a toda la izquierda. La victoria electoral fue para el Frente Popular, que basó su triunfo en las ciudades y las provincias del sur y la periferia. La derecha triunfó en el norte y el interior del país. El nuevo gabinete tomo las siguientes medidas:
1. Se decretó la amnistía y también se el reingreso a sus puestos de trabajo.
2. Se restauró el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
3. Tramitación de nuevos estatutos de autonomía. El Estatuto de Galicia y el del País Vasco
4. Se reanudó todo el proceso reformista puesto en marcha por el Bienio Reformista.
5. Alejamiento de Madrid de los generales enemigos de la República: Franco (a Canarias), Mola (a Navarra) y Goded (a Baleares).
6. El Congreso destituyó al presidente de la República Alcalá Zamora, y fue elegido Manuel Azaña.
La izquierda obrera había optado por una postura claramente revolucionaria y la derecha buscaba de forma evidente detener esta revolución. La conspiración militar contra el gobierno del Frente Popular avanzaba. Por un lado, había una trama política y por otro lado, había una trama militar. En resumen, la República fue recibida con entusiasmo popular ante el ambicioso programa de reformas que abordó y que eran necesarias para modernizar el Estado, la economía y la sociedad.
124. El texto está firmado por el entonces Comandante General de Canarias, Francisco Franco, en Santa Cruz de Tenerife el 18 de Julio de 1936, y publicado en el diario La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria cuatro días después. El General Franco se dirige a los españoles haciendo un llamamiento a defender la patria que, según él, se encuentra en una situación muy crítica. En el primer párrafo nombra alguno de esos supuestos males: el desorden, la anarquía que, según él, reina en España, y las huelgas revolucionarias que, según él, impiden trabajar y vivir con normalidad. En el segundo párrafo, señala a los que él llama “explotadores de la política” y “engañadores del obrero honrado”, es decir, al conjunto de la clase política a los que parece culpar de todos esos males. Por último, habla en nombre de toda España y declara que las Fuerzas Armadas van a salvar la patria, reprimiendo con energía a todo aquel que se oponga. Partiendo del contexto internacional, la situación española no difería mucho de la del resto de Europa. Podemos considerar la Guerra Civil española como el prólogo de la II Guerra Mundial. La crisis económica de 1929, una crisis social creciente, un mal cierre de la I Guerra
Mundial y el temor de ciertos sectores sociales a una revolución comunista como en Rusia (1917), provocaron el desprestigio de las democracias liberales, una radicalización creciente y un auge de las ideologías totalitarias. Hemos de tener en cuenta las circunstancias internas. Debemos remontarnos al menos a la situación previa al desencadenamiento de la Guerra Civil. Ya la reforma militar auspiciada por el presidente del gobierno D. Manuel Azaña durante el Bienio Reformista (1931-1933) había creado un hondo malestar en los cuarteles. Otro hecho significativo fue el asesinato de José Calvo Sotelo el 13 de Julio de 1936. Previamente había sido asesinado el teniente Castillo, militante
del PSOE.
117. Proclamada la II República el 14 de Abril de 1931, se constituye un Gobierno Provisional, que inicia una serie de reformas con carácter de urgencia: