Epigrafe de cristobal colon

6.3 La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal

Tras la conquista definitiva de Canarias el 25 de julio de 1496, su colonización servirá como modelo a la que se realizará posteriormente en América. El archipiélago se convertirá en lugar de paso obligado para las expediciones a América. El reinado de los Reyes Católicos, supuso una época de esplendor para Canarias. La Laguna (Tenerife), fundada en el siglo XV, fue entonces capital del archipiélago. De esta época conserva su carácter colonial en su arquitectura.

Una vez finalizada la guerra que enfrentó a Castilla con Portugal (1479), la política de los Reyes Católicos tendió al mantenimiento de buenas relaciones con su vecino. Hubo una serie de uniones matrimoniales y tratados para preservar la paz. Dada la rivalidad entre España y Francia por la posesión de territorios del Rosellón, Italia y Navarra no era conveniente enemistarse con Portugal, pues habría significado tensión en prácticamente todas las fronteras españolas.

Un tercer aspecto de la política exterior de los Reyes Católicos tuvo que ver con la expansión americana. Sin embargo, en un principio ésta no constituyó una prioridad para los monarcas, preocupados antes que nada de mantener relaciones amistosas con Portugal, reino que hasta entonces encabezaba el proceso de expansión europea. De hecho, entre las cláusulas que contemplaba el tratado de Alcacovas-Toledo, firmado en 1479 entre ambas coronas, figuraba la prohibición de realizar exploraciones al sur de las Islas Canarias por parte de España.

 Juan II, considerado por muchos historiadores el principal rey portugués. Terminó con la influencia de la nobleza e intentó unir España y Portugal, casando a su único hijo con la hija mayor de los Reyes Católicos; la muerte del infante cambió el curso de la historia. Durante su reinado se firmó el Tratado de Tordesillas (1494), que delimitaba las posesiones ultramarinas de España y Portugal: el límite se estableció a 370 leguas de Cabo Verde, de manera que Brasil quedó en zona portuguesa.

 A su muerte le sucedió Manuel I, llamado ‘el Afortunado’, que se casó con Isabel, hija de los Reyes Católicos.   

6.4 La organización del Estado: Instituciones de gobierno

Fue en Castilla donde más se fortaleció el poder real frente al de la nobleza y al de las ciudades. En este sentido las Cortes castellanas, perdieron importancia y fueron convocadas en pocas ocasiones. Otro ejemplo de la voluntad de aumentar el control sobre el reino fue  la constitución de Consejos que dependían directamente de la monarquía, como el Consejo Real ( tribunal supremo y cuerpo consultivo en política y administración del reino), el de las Indias, el de Hacienda o el de las Órdenes Militares. En las ciudades se creó la figura del Corregidor, representante del rey con grandes atribuciones. También se creó la Santa Hermandad, que tenía como misión velar por el orden público sobre todo en los caminos.

No sucedió lo mismo en la Corona de Aragón, donde se mantuvieron las instituciones existentes y el pactismo en el que se basaban sobrevivió, no obstante nacen dos instituciones nuevas, como el virrey (ante la ausencia del rey) y el Consejo de Aragón.

La única institución con jurisdicción propia en ambas coronas era la Inquisición, que era un tribunal eclesiástico encargado de velar por la ortodoxia de la fé católica.


6.5 La proyección exterior. Política italiana y norteafricana

A diferencia del vecino reino de Portugal, España careció durante la época de los Reyes Católicos de una política de expansión ultramarina atlántica, a pesar de su ventajosa ubicación geográfica. Ello se debió fundamentalmente al hecho que Fernando de Aragón representaba a un reino que a partir del siglo XIII miraba hacia el mediterráneo occidental y, en especial, hacia el reino de Nápoles, además de las islas Baleares y Cerdeña. El motivo de esta atracción era la riqueza del mundo italiano, su banca y ciudades y el dominio de las rutas comerciales del trigo y las especias.

 La expansión del reino de Aragón y Cataluña por el Mediterráneo alcanzó su punto máximo cuando, en 1504, se incorporó Nápoles al territorio aragonés, en este hecho fue fundamental el papel de Gonzalo Fernández de Córdoba, ¨ El gran Capitán¨. Esta vocación mediterránea implicó, así mismo, que los fondos de la corona se destinaran a empresas militares que se llevaban a cabo en torno a dicho mar para dominar el territorio italiano y mantener a raya el poderío turco que crecía en África del Norte. Por lo tanto, en la época de los Reyes Católicos no había dinero para costear expediciones exploratorias en el Atlántico. Salvo el control de las islas Canarias, España no se interesó en incursionar por el vasto Océano y dejó el camino abierto a los portugueses. Durante la regencia del cardenal Cisneros, a la muerte de Isabel, se conquistaron las plazas de Orán, Argel, Túnez y Trípoli, esenciales para asegurar las actividades comerciales y controlar la piratería berberisca.

7.1 El descubrimiento de América

Durante los últimos siglos de la Edad Media, Europa se había enriquecido por medio del comercio con Oriente, de estos lugares se obtenían las legendarias especias, terciopelos, sedas, porcelanas, perlas, piedras preciosas, tinturas, perfumes, tapices, etc. Pero, lamentablemente para el comercio europeo, el flujo de mercaderías orientales sufrió un grave retroceso al conquistar los turcos, en 1453, Constantinopla y luego la región mediterránea de los puertos de Beirut y Alejandría.

El primer país de Europa en iniciar la búsqueda de una nueva ruta para llegar al Extremo Oriente fue Portugal. Este país procuró abrir el camino a Asia por el sur, es decir, bordeando el continente africano.

 En 1484, Cristóbal Colón se había presentado al rey de Portugal, Juan II, para proponerle llevar a cabo un plan: llegar a Catay (China) y Cipango (Japón) a través de una nueva ruta, navegando por el Atlántico hacia el oeste. Colón estaba convencido de que podía llegar al Extremo Oriente, pues sostenía que la tierra era redonda.

Tras el rechazo del rey portugués, pasó a España en 1485. Allí fue recibido por los Reyes Católicos. Sin embargo, tardaría casi seis años en obtener el apoyo necesario para su empresa, pues los monarcas estaban consagrados a la reconquista del reino de Granada.

Por fin el 17 de abril de 1492, Colón firmó un contrato con la corona de Castilla, conocido bajo el nombre de Capitulaciones de Santa Fe. Según las capitulaciones, entre otras condiciones, Colón sería almirante, virrey y gobernador de las islas y tierras que descubriera. Por su parte, Colón se comprometía a someter a los habitantes de aquellas tierras al dominio de los reyes de España y enseñarles la religión católica.

El 3 de agosto de 1492 la nao Santa María y las carabelas la Pinta y la Niña salieron del puerto de Palos, llegando el 12 de octubre a la isla de Guanahamí ( San Salvador). Colón realizó cuatro viajes a América.

 Pronto surgieron disputas entre España y Portugal, por las nuevas tierras, el Tratado de Tordesillas, puso fin a este problema, delimitando las posesiones de ultramar de ambas coronas.

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