Porque fueron los blancos criollos quienes protagonizaron los movimientos de la independencia

11.3. Fernando VII:
Absolutismo y liberalismo + 11.4. La emancipación de la América española:

En virtud del tratado de Valençay (1813), Fernando VII regresó a España. Desde su entrada los partidarios del absolutismo le incitaron a restaurar el viejo orden teniendo en cuenta que la fuerza de los liberales era más reducida. Fernando VII recibió en abril el Manifiesto de los persas, en el que se animaba al monarca a ignorar las propuestas liberales y a restaurar la monarquía absoluta.
Fernando VII defraudó las expectativas liberales y reformadoras anulando la Constitución de Cádiz (1812) y toda la obra legisladora de las cortes gaditanas; restauró el absolutismo y las viejas instituciones, incluida la inquisición. Sólo confirmo la abolición de los derechos jurisdiccionales en los señoríos plasmado en las cortes de Cádiz. Acometió contra los liberales, muchos fueron arrestados y otros se exiliaron en Francia o Inglaterra. Entre 1813 y 1820 se produjo un pronunciamiento militar, el protagonismos de los militares como árbitros de la vida política, o impulsores de los cambios de rumbo política, compensaba el escaso desarrollo y la debilidad de la burguesía. El más importante fue el pronunciamiento del Comandante Riego (1820), que consiguió imponer un giro político al reinado, iniciando el Trienio liberal.
Entretanto, se producían levantamientos animados por los norteamericanos y los principios liberales.
El 1 de enero de 1820 el comandante Riego se pronunció en Cabezas de San Juan (Sevilla), proclamó la constitución de 1812. Fernando VII se vio obligado a capitular y en marzo juró la constitución de 1812. Pronto se evidencio que el monarca utilizaba todos los resortes de la Constitución de 1812 le proporcionaba para obstaculizar las reformas legislativas de las nuevas cortes liberales. Además, entre las filas de los liberales se generó una división entre moderados y progresistas. Las nuevas cortes liberales intentaron acelerar la obra iniciada por la Cádiz: -Supresión de los mayorazgos para convertirlas en propiedades libres de sus titulares. -Se prohibió a la iglesia la adquisición de bienes inmuebles. -Se definieron las bases para una desamortización de tierras eclesiásticas. -Se abolió el régimen señorial.
Los absolutistas manifestaron su oposición fraguando un poderoso grupo -realistas-, cuya intervención fue apreciable en algunos acontecimientos encaminados a restablecer el viejo absolutismo, se sublevó la Guardia Civil, se organizaron las fuerzas guerrilleras y se creó la Regencia de Urgel.
Las potencias europeas absolutistas que habían vencido a Napoleón formaron la Santa Alianza, que aspiraba a impedir cualquier experiencia liberal y revolucionaria en Europa. Estas potencias reunidas en el Congreso de Verona(1822) en Italia, encargaron a Francia que interviniera en España con un ejército, conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis. Apoyados por los realistas españoles, invadieron España sin encontrar apenas resistencia.
La segunda restauración del absolutismo declarado por Fernando VII al volver al trono durante el trienio liberal se desarrollo más moderado que la primera, buscando una cierta modernización administrativa. Fernando VII se encontró con una doble oposición: las de los liberales y la de los apostólicos. Por otra parte, culminó la independencia de las colonias americanas, con la excepción de Cuba y Puerto Rico. Felipe V el primer Borbón, había introducido en España la llamada ley sálica francesa, que impedía reinar a las mujeres de manera directa. Pero Fernando VII carecían aún de descendencia y era aconsejable derogar dicha norma.
El hermano de Fernando VII, el infante Carlos María Isidro, consideró ilegal esta medida y no la aceptó, ya que se lo privaba de lo que él consideraba su derecho legítimo a heredar la corona. Los apostólicos, encontraron en el infante Carlos a un líder dotado de legitimidad dinástica y apoyaron sus pretensiones al trono. Nació así el problema del carlismo, que agrupaba a las fuerzas absolutistas y que desencadenó una guerra civil a la muerte de Fernando VII.


En consecuencia, el acceso y la permanencia en el trono de Isabel II, la hija de Fernando VII, dependía del apoyo de los liberales La emancipación de las colonias americanas la protagonizaron fundamentalmente los criollos, aunque los originarios españoles representaban apenas la quinta parte de la población americana, constituían el grupo dominante. Los criollos, enriquecidos con el comercio y las propiedades territoriales. Pretendían liberarse de las restricciones y del monopolio impuestos desde España. En consecuencia, la lucha por la emancipación d las colonias se tradujeron en un enfrentamiento en la cúspide entre criollos y españoles. Las capas sociales inferiores no se identificaban con el independentismo.
América reaccionó ante la invasión francesa de España proclamando su lealtad a Fernando VII y creando juntas. Estas juntas americanas se gestó el movimiento insurreccional, se proclamó la inexistencia de gobierno en España y se inició el proceso emancipado, que se puede dividir en dos fases:
Diversos factores explican el desencadenamiento del movimiento independentista:
El creciente descontento de los criollos, descendientes de españoles nacidos en América, quienes pese a su riqueza y cultura tenían vedado el acceso a los grandes cargos políticos en las colonias, reservados para los peninsulares.
Las limitaciones al libre comercio y al desarrollo económico de las colonias impuestas por el régimen colonial. Estas limitaciones perjudicaban económicamente a la burguesía criolla.
La influencia de las ideas ilustradas y ejemplo de la independencia de los Estados Unidos de América.
La crisis política producida por la invasión napoleónica, que privó de legitimidad a las autoridades que representaban a la monarquía de José I en las colonias.
En el proceso de independencia se pueden distinguir dos grandes etapas:
1808-1814
Los territorios americanos se declararon independientes de la España napoleónica, pero mantuvieron sus lazos con las autoridades de Cádiz, enviando representantes a las Cortes.
Cuando Fernando VII fue repuesto en el trono, todas las colonias, excepto Argentina, volvieron a unirse a la Corona española.
1814-1824
La vuelta al absolutismo propició pronunciamientos militares que rápidamente derivaron hacia posturas independentistas entre los criollos. Esta deriva fue alentada por Inglaterra, que rápidamente se hizo con la influencia económica en la zona, y por Estados Unidos.
Entre los caudillos independentistas sobresalen las figuras de San Martín y Bolívar. Las guerras de independencia siguieron una trayectoria compleja y culminaron con la derrota española en Ayacucho en 1824. Esta batalla puso fin a la dominación española en América. Sólo las islas antillanas de Cuba y Puerto Rico siguieron ligadas a la metrópoli.
Simón Bolívar planteó la alternativa de la unidad americana tras el fin del imperio hispánico. Los localismos, las mezquindades de los nuevos dirigentes, el atraso económico, las dificultades de comunicación, ayudados por las maniobras de Estados Unidos, llevaron al fracaso del ideal bolivariano y a la fragmentación política de la América hispánica.

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