Hundimiento de la URSS
85 secretario del país Gorbachov anunció medidas para no regresar al comunismo: «perestroika» (restauración) y «glasnost» (transparencia). Dieron lugar a un parlamento democrático que eligió a Gorbachov presidente de la URSS. Las distintas nacionalidades de los países bálticos exigían independencia. En 91 se produjo un golpe de estado de los defensores del antiguo sistema soviético. Gorbachov fue detenido mientras en Moscú Yeltin se enfrentó al golpe y logró detenerlo. Ante la independencia de las repúblicas, Gorbachov intentó crear una confederación de los estados independientes pero fracasó y dimitió. Yeltin terminó la independencia de la URSS en 91.
Nueva federación rusa
Principal heredera de la URSS y una de las principales potencias. Yeltin implementó una serie de reformas económicas para privatizar la economía, lo que provocó una gran inflación, una gran depresión económica y numerosas mafias. En 93 se estableció una constitución de carácter democrático. En las primeras elecciones (96), Yeltin tuvo la mayoría teniendo que enfrentarse a la crisis y la independencia de Chechenia. Por cuestiones de salud, abandonó su cargo en 99 y fue sustituido por Vladimir Putin, quien continuó la política de Yeltin.
Transformaciones políticas de Europa Central
Las medidas de apertura política de Gorbachov tuvieron eco en el resto de países y durante 89 cayeron muchos gobiernos de países, iniciándose la transición a la democracia. En Polonia había una movilización de oposición al comunismo representado por el sindicato Solidaridad, con influencia católica y liderado por Walesa. Ante la presión social, el presidente Jaruzelski convocó elecciones ganadas por Solidaridad, camino hacia la democracia con Walesa. En Hungría, la transición fue más sencilla, con la apertura de las fronteras muchos alemanes orientales pasaron a occidente. En 89, el presidente de RDA Honecker dimitió y cayó el muro de Berlín. En Checoslovaquia, tras la «revolución de terciopelo» en 89 y la caída del régimen, se produjo en 93 la separación de la República Checa y Eslovaquia. Bulgaria y Rumania siguieron el ejemplo, aunque con más violencia, el dictador Leauscu fue ejecutado. En Yugoslavia, la muerte del mariscal Tito produjo la fragmentación del territorio.
Problemas de transición en países comunistas
El proceso de transición no fue fácil y se encontraron con problemas comunes. El tránsito a la economía de mercado produjo una inflación, aumento del desempleo y una recesión económica que provocó pobreza y nostalgia por el antiguo régimen.
Guerra antigua Yugoslavia
En Yugoslavia desapareció también la nación. Se fundó tras la 1GM con diferentes países. Tras la 2GM, el mariscal Tito fundó la República Federativa Socialista de Yugoslavia con 6 repúblicas (Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia) y Vojvodina y Kosovo, estableciendo un régimen socialista neutral no sometido a la URSS. La muerte de Tito en 90 inició la lucha por dominar la federación. El 25/6/91, Eslovenia declaró su independencia y después Croacia. Serbia no lo reconoció e inició un enfrentamiento por apoyar a los serbios. En Bosnia también se fue a la independencia, pero los serbios eran muchos y provocaron una guerra civil. La crueldad de esta guerra impulsó la intervención de la OTAN y EE.UU., que querían la creación de una república Bosnia-Herzegovina con 3 regiones autónomas. El conflicto reapareció en 98 en Kosovo, poblada por albanos. La OTAN intervino militarmente en 99, echando al ejército serbio y estableciendo un protectorado de la ONU. En 08 proclamó su independencia, pero no ha sido reconocido por Serbia ni muchos países. En Serbia, dimitió el presidente Milosevic y tuvo que responder ante el Tribunal Internacional de La Haya por crímenes de guerra. Yugoslavia desapareció en 06 cuando Montenegro se separó de Serbia.
Tratado de Roma: 1957 firmado por los 6 países de la CECO; disminuir las aduanas, unificación aranceles exteriores y la Unidad de política agraria. Por su éxito se unió en 1973 RU, Irlanda y Dinamarca. En 1981 Grecia y en 1986 España y Portugal. Tratado de Maastricht: 92 se cambió el nombre a Unión Europea y se decidió la creación de una moneda única, el Euro. En 1995 se unieron Suecia, Finlandia y Austria. Tratado de Ámsterdam: 1997 se concretaron las ideas de Maastricht, se ampliaron los poderes del parlamento, libre circulación de personas y mercancías, políticas comunes medioambientales y sociales. El 1 de enero de 2002, el euro se hizo realidad en 12 países europeos. Tratado de Niza: 2001 preveía las reformas de las instituciones y el establecimiento de la toma de decisiones por mayoría sin necesidad de unanimidad. Se incorporaron Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Letonia, Lituania, Estonia, Malta, Polonia y República Checa. Con la adhesión de Bulgaria y Rumania en 2007, son ya 27 países. Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Albania están a la espera de convertirse en candidatos. Constitución Europea: proceso que se vio frenado en 2005 cuando Francia y Holanda rechazaron este referéndum. Tratado de Lisboa: sustituye a la fallida constitución, con la que se quiere fortalecer las instituciones comunes y la presencia de la UE en el mundo.