INTRODUCCIÓN
La propiedad de la tierra en el Antiguo Régimen estaba monopolizada por el Estado, la Iglesia, la nobleza y los municipios. Estas tierras no se podían vender porque eran “manos muertas”
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Las desamortizaciones de los siglos XVIII y XIX consistieron en la liberalización y venta de las llamadas manos muertas
LA SITUACIÓN DE LA AGRICULTURA ESPAÑOLA EN EL S. XIX
Según el Censo de Godoy (1797) el 80 % de la población activa trabajaba en la agricultura
La mayor parte de la tierra estaba en manos de la Iglesia, la nobleza, los municipios y de las órdenes militares que se comportaban como rentistas sin ánimo de inversión en empresas artesanales o comerciales. Sólo la pequeña parte restante podía ser comprada y vendida libremente. Como consecuencia, existían varios grupos humanos ligados a la tierra
: los grandes estados señoriales, sujetos a mayorazgo, campesinos propietarios de tierras y ganados que a menudo arrendaban sus fincas a otros campesinos, los campesinos arrendatarios
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jornaleros y pelentrines andaluces.
Los grandes latifundistas arrendaban sus tierras en grandes lotes a personas solventes. Estos arrendatarios cultivaban las mejores tierras agrupadas en torno a los pueblos mediante jornaleros.
La economía de principios del XIX mantiene muchos lastres heredados del S. XVIII:
mediocres rendimientos por hectárea, nulos avances técnicos, el cultivo sigue siendo la trilogía mediterranea, una estructura de la propiedad desfavorable.
LAS TRANSFORMACIONES AGRARIAS DEL SIGLO XIX
Pese a lo dicho, se aprecian importantes transformaciones agrarias:
Entre 1800 y 1860 crece la superficie cultivada en un 50% debido al aumento de población; en la 1ª mitad del XIX, España era autosuficiente en la producción de trigo, aunque hubo que importar trigo en la 2ª mitad; el Viñedo experimentó un gran desarrollo; desarrollo del olivar; desarrollo ganadero en Galicia.
LAS REFORMAS DE LA AGRICULTURA: LAS DESAMORTIZACIONES
Pese a estos avances, eran necesarias reformas estructurales para lograr una auténtica Revolución agrícola siguiendo el modelo británico.
La labor de Estado liberal será doble:
garantizar la inviolabilidad de la propiedad privada pero, a la par, aumentar en número de propietarios que apoyaran al sistema liberal. Ello se llevó a cabo mediante dos medidas:
La abolición de los señoríos y la desvinculación de los mayorazgos y la desamortización de los bienes eclesiásticos.Con estas medidas, se trataba de liberalizar las tierras, romper las ataduras que impedían su venta y acabar con la preponderancia económica de la Iglesia. LAS DESAMORTIZACIONES Y DESVINCULACIONES del siglo XIX se desarrollan en varias fases: Venta de los bienes de los jesuitas (1767) La desamortización de Godoy (1798) Las medidas desamortizadoras de las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal La desamortización de Mendizábal (1836) La desamortización durante el gobierno progresista de José Mª Calatrava (1836–1837), continuada durante la Regencia de Espartero (1840–43) La desamortización de Madoz (1855).
1 LA VENTA DE BIENES DE LOS JESUITAS
Tras el motín de Esquilache del domingo de Ramos y los motines sucesivos de 1766, Campomanes, culpó a los jesuitas de ser los inductores de los mismos, y expulsó a la Cia de Jesús de España y de América.
Los bienes de los jesuitas fueron secuestrados por el Estado y alquilados o vendidos a particulares. Otra parte fueron entregados a Pablo de Olavide para el proyecto de Colonización de Sierra Morena, iniciado por aquellos años. El dinero en metálico se entregó a la tesorería del Ejército.
2 LA DESAMORTIZACIÓN DE GODOY: Una desamortización eclesiástica
El reinado de Carlos IV (1788–1808) vivió una caótica situación de la hacienda, lo que obligó a la emisión continua de vales reales para hacer frente a los crecientes gastos. Por ello, Godoy, típico gobernante del Despotismo Ilustrado, realizó la llamada Desamortización de Godoy (1798):-El Estado expropió tierras pertenecientes a bienes eclesiásticos: capellanías, bienes de los jesuitas expulsados y tierras de hospitales, hospicios y casas de expósitos. Estas tierras fueron vendidas en pública subasta y podían serpagadas, al menor en parte, con vales reales.
-Las tierras fueron compradas por ricos comerciantes y terratenientes y no por los labradores, al carecer éstos del dinero necesario para la subasta.3
LAS MEDIDAS DESAMORTIZADORAS DE LAS CORTES DE CÁDIZ Y EL TRIENIO LIBERAL
Las CORTES DE CÁDIZ, amén de la Constitución de 1812, promulgaron una serie de leyes que pretendían desvincular los bienes de la nobleza y desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales.
Los principales hitos fueron:1. La ley de Señoríos de 6 de agosto de 1811, que suprimió los señoríos y los privilegios de los señores.
Pero dominará lainterpretación del art. 5, según la cual todos los señoríos eran territoriales.
Los señores conservaron pues sus propiedades y las antiguas rentas fueron sustituidas por simples alquileres o arrendamientos.2.
El decreto de 4 de enero de 1813 expropió las tierras de los conventos con menos de 12 frailes, además de la venta de baldíos y comunales.
La mitad de estas tierras debían ser vendidas al mejor postor y la otra mitad se daría en reparto gratuito a los soldados de la Guerra de Independencia como recompensa.3. Un decreto de 1813 que nacionalizó los bienes raíces de los afrancesados, jesuitas, órdenes militares, conventos y monasterios suprimidos o destruidos por la guerra.Sin embargo, durante el Sexenio Absolutista (1814–1820), Fernando VII invalidó todas las leyes de las Cortes de Cádiz: devolvió a los conventos la totalidad de los bienes confiscados y restableció el Régimen señorial.Durante el TRIENIO LIBERAL (1820–1823), podemos distinguir dos fases:1.
Durante el gobierno de los moderados (1820–1822), presididos por Martínez de la Rosa se llevaron a cabo importantes medidas como:- La «Ley de reforma de comunidades religiosas» (1820), por la cual se suprimieron los conventos y colegios de las órdenes militares y se prohibió fundar nuevas casas religiosas o aceptar nuevos miembros.
Fue el inicio de la desamortización eclesiástica del siglo XIX
2. Más tarde, durante el gobierno de los exaltados gobiernan entre 1822 y 1823 destacaron las siguientes medidas: nueva expulsión de los jesuitasy venta de las tierras de los conventos de menos de 24 frailes.
Pero de nuevo, durante la Década Absolutista o Década Ominosa (1823–1833), Fernando VII anuló toda la legislación del Trienio Liberal
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LA DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL (1836–1851)
Durante el gobierno progresista de Mendizábal (sep.1835–mayo 1836), la principal medida fue la desamortización de los bienes eclesiásticos, a través de los siguientes 3 decretos: supresión de las órdenes religiosas, la ley de 19 de febrero de 1936 que nacionaliza estos bienes, su posterior venta en subasta pública.
Su Objetivo fue obtener dinero para saldar la enorme deuda pública del estado, pagar una leva de 100.000 hombres para poner fin a la 1ª Guerra Carlista y atraerse a las filas liberales a la burguesía. Por ello, no fue una auténtica Reforma agraria ni una desamortización.Los Hechos:
En cada provincia, una Subasta pública asignaba cada propiedad al mejor postor. Éste podía pagar al estado: bien en metálico pagando inmediatamente 20% parte del total y el resto en 16 años con un interés del 5 %, o bien entregando títulos de la Deuda, un
20 % inicial y el resto en 8 años con un interés del 10 %Los Resultados:
–Afectó a 15–20% de las tierras cultivadas del país–Las tierras fueron adquiridas por la burguesía enriquecida.
–El Estado obtuvo 327 millones de reales en metálico y 4.224 millones, en títulos de la deuda del estado, pero sólo fue un parche que permitió financiar la guerra carlista y saldar una parte de la Deuda Pública.–Mendizábal mandó a la calle a más de 30.000 frailes. Ello provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede.
La cuestión se resolvió con el Concordato con la Santa Sede de 1851 por el cual se pone fin a la desamortización.
La Iglesia aceptaba las ventas ya consumadas y, a cambio, el Estado se comprometía a sufragar al clero mediante la llamada «dotación de culto y clero». Los ministros de la Iglesia se convertían en «funcionarios» del estado.
MEDIDAS DEL GOBIERNO DE JOSÉ MARÍA CALATRAVA (1836–1837)
Tras el Motín de la Granja de 1836, se formó un nuevo gabinete de Liberales Progresistas (agosto 1836–finales de 1837)
, presidido por José Mª Calatrava, quien nombró a Mendizábal ministro de Hacienda. Ambos pusieron de nuevo en marcha algunas leyes del Trienio Liberal:–La ley de señoríos de 16 de agosto de 1837–La continuación de la desamortización eclesiástica que expropió ahora las propiedades del clero secular, es decir, los bienes de catedrales e iglesias. Su ejecución se llevó a cabo durante la regencia de Espartero (1841–1843).–La desvinculación de los mayorazgos de 1837.
A partir de esta ley, los propietarios de un mayorazgo podrían vender sus tierras libremente. A partir de esta ley, enormes extensiones de tierras salieron al libre mercado.
5 LA DESAMORTIZACIÓN EN EL BIENIO PROGRESISTA (1854–1856): LA DESAMORTIZACIÓN DE MADOZ (1855–1924)
Se trata de la Ley de Desamortización General de 1 de Mayo de 1855, fue una «desamortización total», ya que nacionalizó y puso en venta: los bienes del Clero tanto regular como secular, todavía no desamortizados, los bienes del Estado, obligó a los ayuntamientos a poner en venta los bienes «de propios» y «comunales».Los objetivos fueron lograr el desarrollo político y el desarrollo económico, es decir, sanear la hacienda y permitir el desarrollo de las obras públicas y del ferrocarril
El procedimiento de venta fue una copia del de Mendizábal con algunas diferencias:
los pagos debían hacerse en metálicoy solo en casos excepcionales en títulos de la Deuda pública, el dinero obtenido se dedicó a la expansión del ferrocarril, los propietarios serían indemnizados con títulos de la deuda pública, consolidada al 3 %, dispuso la cesión de algunas suertes de propios y comunales a los vecinos
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Los Resultados tuvieron varias vertientes:
–El año 1855 fue el de más ventas en todo el siglo.–En 1867 se habían vendido 3/4 partes de los bienes nacionales.–La desamortización de Madoz duplicó en volumen y valor a la de Mendizábal–Provocó la quiebra de las haciendas municipales
. Hasta entonces los ayuntamientos se nutrían del alquiler de los bienes de «propios», con lo que pagaban las obras, salarios municipales, o escuelas. Los campesinos podían utilizar asimismo los montes y pastos comunales (baldíos). Pero esta desamortización sustituyó las rentas de propios por títulos de la deuda.
Ello supuso el cierre de las escuelas municipales y el despido de los médicos.
–Significó la ruina total de las Órdenes religiosas.
6 LAS CONSECUENCIAS DE LAS DESAMORTIZACIONES
1.CONSECUENCIAS ECONÓMICAS–Provocaron una transformación radical de la propiedad: a lo largo de siglo XIX pasaron a manos de particulares.
–Las tierras no se repartieron entre los menos favorecidos.
Fueron compradas por la burguesía terrateniente, funcionarios del estado, comerciantes, militares.
Por el contrario, contribuyó a aumentar el latifundismo español
–Tampoco cumplió la función hacendística:
Se consiguieron 13.000 millones de reales, cifra inferior a la prevista.
2.CONSECUENCIAS SOCIALES
–Supuso la ruina total de las Órdenes religiosas–La gran nobleza mantienen sus grandes latifundios, y junto a ella creció una nueva clase de grandes terratenientes, formada por la burguesía enriquecida que invirtió su dinero o sus títulos de la deuda en tierras del clero–Aumentó el % de jornaleros que seguían viviendo en la miseria.
3. CONSECUENCIAS CULTURALESDestaca la pérdida de obras de arte, la desaparición de las escuelas parroquiales y conventuales.
El resultado fue una tasa de analfabetismo del 70%. Por contra, el Estado sólo potenció Universidades y Academias para los hijos de la burguesía, pero abandonó las escuelas primarias y la educación secundaria. Además, muchos conventos se convirtieron en cuarteles o edificios públicos o fueron derribados para construir grandes plazas y se perdió parte del patrimonio mobiliario de la Iglesia.