1. Guerra Fría: El panorama político marcado por el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética
El mundo se divide en dos bloques: el bloque capitalista liderado por EEUU, Europa Occidental, América del Norte y del Sur, Austria y Japón. Sus principios básicos eran la libertad de industria y comercio, diferencia de clases sociales, propiedad privada y escasa intervención del estado en la economía. Por otro lado, el bloque socialista liderado por la URSS agrupaba países de Europa del Este. Sus principios básicos eran la ausencia de clases sociales, desaparición de la propiedad privada y una economía planificada y controlada por el estado. Políticamente, se trataba de un sistema democrático pero sin partidos libres ni libertad de opinión, con un control férreo de los partidos únicos de tipo comunista. La URSS conservaba las conquistas de la guerra y mantenía su influencia en el este de Europa con su ejército, rompiendo los gobiernos de coalición e imponiendo las democracias populares controladas por el partido comunista. Como respuesta a la creación de la OECE, se creó el COMECON y ante la OTAN se creó el Pacto de Varsovia. Ambos bloques eran antagónicos, el triunfo de uno significaba la desaparición del otro. La Guerra Fría fue una situación tensa en la que EEUU y la URSS iniciaron una carrera de armamentos y una actitud beligerante y de confrontación ideológica. El primer escenario del enfrentamiento fue Alemania, que había quedado dividida en 4 zonas de ocupación militar controladas por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. En 1948, los aliados occidentales decidieron unificar sus territorios y crear un estado federal alemán separado de la zona rusa, la RFA, con su capital en Bonn. Berlín, repartida en 4 zonas de ocupación, se encontraba en territorio soviético. La URSS decidió cerrar las fronteras y aislar el sector occidental de la ciudad. Esto duró casi un año y Estados Unidos respondió estableciendo un puente aéreo para abastecer la ciudad. Los soviéticos crearon la República Democrática Alemana con capital en Berlín Oriental. Esta división fue llamada el Telón de Acero.
2. Crisis de los 70: Cambios económicos y el fin del mundo bipolar
Económicamente, la división de bloques coincidió con una época de bonanza económica. Sin embargo, la guerra de Vietnam aumentó los gastos militares y llevó a un déficit presupuestario. Además, se produjo la crisis del petróleo, que afectó al sistema productivo de Occidente. A comienzos de los 80, se produjeron cambios en el sistema capitalista con la introducción de sistemas informáticos, nuevos métodos de producción y cambios en la estructura de las empresas. El estado de bienestar se debilitó debido a que los estados no podían costearlo. Surgió un nuevo modelo de economía mundial globalizada que perdura hasta la actualidad. La desaparición de la URSS y el fin del mundo bipolar supuso una crisis para la URSS, ya que la falta de libertades era criticada por los jóvenes y los problemas económicos y los gastos militares suponían un inmenso coste para la población. La crisis agravó el hundimiento del comercio internacional, reduciendo las exportaciones y dificultando las importaciones. En los años 80, los soviéticos sabían que EEUU estaba aventajado tecnológicamente, por lo que era urgente un cambio político y económico en la URSS. Mijaíl Gorbachov accedió al poder y promovió la apertura de mercados y la participación política. A nivel internacional, se buscó una relación más cercana con EEUU y se puso fin al ejército soviético en todos los países. Se inició un proceso reformista en los gobiernos democráticos, promoviendo la propiedad privada. En la República Democrática Alemana, los ciudadanos querían un cambio total y se refugiaron en las embajadas para huir. Se forzó a Honecker a abrir el Muro de Berlín, permitiendo el tránsito de ciudadanos, y se comprometió a celebrar elecciones. Triunfó Helmut Kohl y se produjo la unificación de las dos Alemanias, dejando de existir la República Democrática Alemana. En Hungría y Checoslovaquia también se llevaron a cabo reformas, mientras que en Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Albania, el cambio de régimen fue más complicado. A comienzos del siglo XXI, estos países empezaron a entrar en la Unión Europea. En las primeras elecciones, Boris Yeltsin desmanteló el sistema comunista y se declararon independientes. La URSS dejó de existir.