La Sociedad Industrial
Surge por cambios producidos durante la Primera Revolución Industrial y los cambios políticos durante la Revolución Francesa. Aparece una sociedad de clases organizada según el dinero y el poder adquisitivo, no se tiene en cuenta el origen sino la inteligencia y el éxito en el trabajo. Las tres clases sociales más importantes son: la burguesía (dueños de los medios de producción), los obreros (proletariado, clase trabajadora que sustituye a los campesinos) en las ciudades, juntos en fábricas y se asocian para reivindicar derechos.
Problemas de la Clase Obrera
Surgen durante la Primera Revolución Industrial debido al liberalismo económico. Los empresarios buscan el máximo beneficio y los obreros trabajan muchas horas por poco salario. Esto provoca problemas psicológicos, abandono de costumbres tradicionales y desarraigo. Los barrios marginales cerca de las fábricas se convierten en foco de enfermedades, incultura y alcoholismo. Surge el socialismo y el movimiento obrero para acabar con la explotación de su clase y suprimir la pobreza.
El Movimiento Obrero
En Inglaterra a finales del siglo XVIII, surgen las primeras asociaciones obreras en la industria textil, que defienden las ideas de la Revolución Francesa. Estas ideas son políticamente peligrosas e ilegales. El primer movimiento laboral fue el movimiento ludita, una forma violenta de protesta contra las máquinas que eran responsables de la mala situación del obrero. Se declara ilegal y desaparece con el nacimiento del movimiento obrero. Este movimiento tiene dos caminos: el laboral, para mejorar las condiciones laborales, y el político, que se vuelve importante a partir de 1830. En 1838 surge el movimiento cartista de Robert Owen, que pide el sufragio universal y redacta la Carta del Pueblo solicitando el voto secreto, reunión anual y remuneración parlamentaria. Sin cambio político no hay cambio social. El movimiento obrero se divide en dos corrientes: moderada, con Robert Owen que busca el apoyo del parlamento y lucha en la política legalmente; y radical, con O’Connor que incita a los obreros a huelgas violentas y asaltar fábricas, aunque tiene un apoyo minoritario.
La Primera Internacional (AIT) (1864-1876)
El movimiento obrero se organiza políticamente y en 1864 se crea la AIT en Londres, donde se reúnen los principales representantes de todos los sindicatos. Sus principios son la unión de todos los trabajadores del mundo, la liberalización del proletariado y la implantación de la dictadura del proletariado. Marx es el dirigente de la AIT. Proudhon es expulsado en el Congreso de Basilea por su rechazo a las ideas de Marx, lo que provoca un conflicto entre Marx y Bakunin. En 1872, Proudhon es expulsado en el Congreso de La Haya. Marx y Bakunin tienen rechazo personal y oposición ideológica, aunque tienen el mismo objetivo: libertad para el proletariado y fin del capitalismo. Marx propone lograrlo mediante la dictadura del proletariado y la creación de un estado proletario, defendiendo la industria y el progreso, y a favor de partidos políticos con intervención de los obreros. Bakunin, por otro lado, rechaza cualquier tipo de estado, defiende a los campesinos, rechaza los partidos políticos y cree que la lucha debe ser sindical. La AIT crea los primeros partidos obreros socialistas.
La Segunda Internacional (AIT) (1889-1914)
En 1889, en París, líderes de diferentes ideologías se reúnen por el centenario de la Revolución Francesa y surge la Segunda Internacional. Tiene su sede en Bruselas y sus objetivos son unificar y resolver los problemas de los obreros. Sin embargo, surgen problemas y los anarquistas son expulsados. Hay una oposición entre los marxistas ortodoxos (radicales), como Lenin, que conservan las teorías de Marx sin cambiarlas y defienden la revolución de clases y la dictadura del proletariado; y los marxistas revisionistas (socialdemócratas), que consideran que la situación del obrero ha cambiado y que es necesario revisar las tesis marxistas, adoptando posturas no revolucionarias y reformistas. La Segunda Internacional termina con la Primera Guerra Mundial en 1914.
El Socialismo
Es la base ideológica del movimiento obrero, busca un justo reparto de bienes mediante la presión a la propiedad privada y la colectivización de la tierra. Las dos grandes corrientes socialistas son:
Socialismo Utópico/Premarxista
Los principales pensadores son Saint Simon, Fourier, Proudhon, Blanc y Blanqui. Tienen en común la crítica al sistema capitalista, prefieren la evolución a la revolución, y buscan la felicidad y el bienestar de todos. Son más pensadores que prácticos. Saint Simon ataca la sociedad estamental y pide una reestructuración de la sociedad en dos clases: los ociosos (nobles y clero) y los productores (artesanos y campesinos). Fourier rechaza la ciudad y las fábricas y propone la creación de falansterios, pequeñas agrupaciones dedicadas al trabajo agrícola e industrial que realizan trabajo colectivo y tienen una vida comunitaria. Proudhon es precursor del anarquismo, aboga por la abolición del ejército, el estado, la ley y la propiedad privada. Blanc defiende el derecho al trabajo como un derecho natural del hombre y crea los talleres nacionales. Blanqui formula la teoría de la dictadura del proletariado.
Socialismo Científico/Marxismo
Es la corriente creada por Marx y Engels en «El Manifiesto Comunista» en 1848. El marxismo está influenciado por tres corrientes: el idealismo alemán, los premarxistas y los economistas liberales e ingleses del siglo XVIII y XIX. Los principios del marxismo son:
- El método de análisis: Marx explica la realidad de forma material y dialéctica. Compara la sociedad con un edificio, donde la base son los factores económicos y la superestructura es lo social, político, religioso y cultural. La forma dialéctica implica que la lucha de clases es el motor de la historia, siempre ha habido dos clases: la dominante (la opresora) y la dominada (la oprimida).
- Teoría de la plusvalía: Para Marx, la fuerza de trabajo genera plusvalía, que es la cantidad de horas trabajadas. Las horas no pagadas son apropiadas por el empresario, lo que supone una explotación.
El Anarquismo
Se caracteriza por el rechazo a cualquier forma de estado. Se opone a la vida política y centra su acción en lo sindical, rechazando la industria. La principal figura del anarquismo es Bakunin, cuya doctrina se divide en dos aspectos: moral y político. En el aspecto moral, defiende la libertad del individuo, la educación popular, el fin de las instituciones y aboga por un ateísmo radical. En el aspecto político, defiende la eliminación del estado, la creación de comunas como una unión libre, el fin de la propiedad privada y la socialización de los medios de producción con un reparto de beneficios según el trabajo de cada uno.