Fundamentos ideológicos y evolución política de la dictadura franquista

29: FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LA DICTADURA FRANQUISTA 1 hoja

1. LOS APOYOS DEL FRANQUISMO: fundamentos ideológicos y los apoyos del régimen franquista en España durante casi cuarenta años. Para mantener el control absoluto del poder político, Franco tuvo que apoyarse en diferentes sectores sociales que integraban el bloque dominante, como los falangistas, monárquicos, representantes de la Iglesia, militares y tecnócratas. La dictadura de Franco no fue fascista ni totalitaria, fue una de carácter personal con rasgos de las anteriores. Las familias institucionales o pilares del régimen eran el Ejército, la Falange y la Iglesia Católica. El Ejército defendía el régimen y tenía una visión centralista y unitaria de España, junto con ideas de disciplina, jerarquía y orden. La Falange, tras la muerte de José Antonio Primo de Rivera, perdió su carácter fascista italiano y se centró en el hipernacionalismo, la exaltación del líder, la organización sindical en sindicatos verticales y el adoctrinamiento político de la juventud y la mujer. La Iglesia Católica representó el elemento sancionador de la legitimidad del franquismo, defendiendo la religión y la moral católicas en sus versiones más tradicionales. En cuanto a las familias políticas, los monárquicos apoyaron a Franco en la Guerra Civil y ambos sectores, los partidarios de la constitucional y los carlistas, se unieron para respaldar al régimen. Franco declaró que se abría la posibilidad de restaurar la monarquía, pero no contaba con el candidato carlista para darle el trono. Finalmente, Franco eligió a don Juan Carlos de Borbón como su heredero en 1969. Los tecnócratas, ligados al Opus Dei, se encargaron de la economía del país y para ellos el desarrollo económico del país contribuiría a modernizar y a legitimar al régimen. Los franquistas puros o integrales eran aquellos que adherían inquebrantablemente al Caudillo, siendo el almirante Carrero Blanco su representante más claro. Para este grupo, el franquismo aparecería como algo inalterable.



30: SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL FRANQUISMO: DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO 1. LA EVOLUCIÓN ECONÓMICA

El régimen de Franco estableció la autarquía como política económica (económicamente autosuficiente), lo que resultó en una lenta recuperación y los «años del hambre» en los años cuarenta. El Estado se volvió intervencionista, fijando precios y salarios, lo que llevó a una economía poco competitiva con corrupción y tráfico de influencias. A pesar de establecer la regulación del mercado exterior y el fomento industrial, la escasez energética y el racionamiento de productos básicos llevaron a una situación económica bloqueada en 1957. Con el Plan de Estabilización de 1959, se redujo el intervencionismo y se abrió la economía española a los mercados exteriores. España entró en una etapa de fuerte crecimiento económico, convirtiéndose en uno de los países más industrializados del mundo. El milagro económico español se basó en una expansión industrial producida por los bajos salarios y la llegada de capitales extranjeros, con el sector turístico como motor.

2. LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES: las transformaciones sociales en España desde los años cuarenta hasta los sesenta. Durante este periodo, la sociedad española experimentó cambios significativos debido al desarrollo económico y la apertura al exterior. Uno de los cambios más notables fue el éxodo rural, donde un gran número de españoles abandonaron el campo y se trasladaron a las ciudades. También hubo un aumento en la población, conocido como el baby boom, que generó problemas de ajuste entre la población en crecimiento y las infraestructuras sanitarias y educativas insuficientes. Además, la modernización de la sociedad y el cambio de mentalidades trajeron un consumismo que conllevó un cambio en los valores tradicionales del primer franquismo. Hubo un aumento en la población activa femenina y se produjo un incremento de las clases medias, que surgieron con fuerza, como los empleados de banca, los técnicos, secretarios, maestros y profesores.



31: REPRESIÓN Y OPOSICIÓN POLÍTICA AL RÉGIMEN FRANQUISTA. EL PAPEL DE LA CULTURA

El régimen franquista mostró desde el comienzo una característica que no abandonó nunca: la represión contra los movimientos democráticos y de izquierda, frente a los valores que representó la República y ante cualquier manifestación nacionalista, sin dejar esperanza a la reconciliación.

1. LA REPRESIÓN COMO SISTEMA: la represión durante el régimen franquista en España. Se utilizaron varias leyes para reprimir a los movimientos democráticos y de izquierda, y los presuntos delitos estaban sujetos a la jurisdicción militar. Muchos líderes políticos, sindicales y culturales se exiliaron, mientras que miles de personas fueron encarceladas por sus ideas políticas. El régimen franquista también aplicó la pena de muerte a los opositores políticos y se llevaron a cabo depuraciones en el mundo administrativo, docente y cultural mediante la delación forzada por las autoridades. Como resultado, decenas de miles de funcionarios fueron separados de sus puestos.

2. LA OPOSICIÓN AL FRANQUISMO: la oposición durante el régimen franquista en dos etapas: la primera de 1939 a 1959 y la segunda de 1959 a 1975. Durante la primera etapa, la actividad clandestina de partidos como el PCE, PSOE y la CNT continuó a pesar de la represión del régimen, y grupos monárquicos también practicaron la conspiración. El maquis, una guerrilla comunista formada por antiguos milicianos republicanos, también actuó en varias zonas, pero finalmente fracasó debido al aislamiento, la represión y la falta de voluntad de repetir una guerra. En 1950, la oposición experimentó cambios como la renuncia a la violencia y el impulso de la oposición en universidades y sindicatos franquistas. En la segunda etapa, la oposición se fortaleció y las críticas al régimen se extendieron a toda la sociedad. Grupos de oposición dentro y fuera del país se reunieron en el Congreso del Movimiento Europeo en Munich en 1962, pidiendo un sistema democrático antes de que España fuera aceptada como miembro de la Comunidad Económica Europea. Esto fue considerado una conspiración por el régimen. La oposición social y los nacionalismos en Cataluña y País Vasco también surgieron durante esta etapa. El terrorismo del FRAP y ETA se convirtió en un problema importante. El PCE y el PSOE se configuraron como los partidos más importantes de la clandestinidad. La sociedad esperaba la muerte del dictador para plantear las alternativas políticas que reimplantaron la democracia.

3. EL PAPEL DE LA CULTURA: el papel de la cultura en España después de la Guerra Civil. Con el fin de la Edad de Plata de la cultura, muchos artistas e intelectuales se exiliaron y la situación cultural se convirtió en un páramo cultural. El régimen impuso una dura censura y cerró los periódicos de izquierda, apartando a muchos profesionales de sus oficios. La enseñanza fue controlada y los maestros depurados, difundiendo los valores del Nuevo Estado. Sin embargo, a finales de los 50 y durante los 60, el control se fue diluyendo y la Ley de Prensa de 1966 permitió la aparición de nuevas editoriales, periódicos y revistas críticos con el régimen. Al final del franquismo, la cultura no oficial se había impuesto y se convirtió en una evidente derrota del régimen.



32: LOS INICIOS DEL REINADO DE JUAN CARLOS I Y LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA

1. LOS PRIMEROS PASOS: DE ARIAS NAVARRO A ADOLFO SUÁREZ: Después de la muerte de Franco, surgieron tres posibles alternativas políticas en España: la continuidad del sistema político franquista, la ruptura democrática y la reforma del sistema político. El rey Juan Carlos I optó por la vía reformista, y Adolfo Suárez se convirtió en el líder del proceso de reforma política. Antes de su nombramiento, el gobierno de Arias Navarro no pudo liderar la transición hacia la democracia, y su gestión se vio afectada por numerosas huelgas y manifestaciones. La unión de la oposición y la movilización en regiones como Cataluña y el País Vasco impulsaron la necesidad de un cambio de gobierno. Juan Carlos comprendió esto y nombró a Suárez como presidente, quien lideró el proceso de reforma política para desmantelar el régimen franquista.

2. EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ: La ley para la Reforma Política (1976-1977): El gobierno de Adolfo Suárez se inició con cierta decepción debido a que había ocupado cargos en el régimen de Franco, pero pronto demostró su voluntad hacia la democracia. En julio de 1976 se legalizaron los derechos de reunión, manifestación y asociación, se aprobó una amnistía y se iniciaron contactos con las sindicales y los partidos políticos. El gobierno se encontró con obstáculos por parte de los sectores inmovilistas y del Ejército, pero Suárez seguía empeñado en acabar con el franquismo desde el franquismo. La ley de Reforma Política de 1976 fue esencial para lograr la reforma y estableció un sistema bicameral elegido por sufragio universal. El gobierno se aseguró una votación favorable y la ley fue aprobada en noviembre de 1976. En enero de 1977, la ley entraba en vigor y el gobierno convocó elecciones. Sin embargo, la tensión en el País Vasco seguía presente debido a la lucha por la amnistía y las acciones de ETA. Tras la aprobación de la Ley de Reforma Política, Suárez legalizó al PCE por decreto-ley en abril de 1977, a pesar de la resistencia de las fuerzas armadas. Se aprobaron las normas electorales y las elecciones se harían por sufragio universal para elegir dos cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado. Poco antes de las elecciones, don Juan de Borbón cedía oficialmente sus derechos al trono a su hijo. El camino hacia la democracia era irreversible.

3. ELECCIONES DEL 15 DE JUNIO DE 1977 Y CONSENSO CONSTITUYENTE: En las elecciones lideradas por Adolfo Suárez en 1977, la coalición de partidos UCD obtuvo la victoria con el 34,6% de los votos, demostrando que los españoles apoyaban la moderación y el fin del franquismo. Tras la inauguración de las Cortes, Suárez se mantuvo como presidente y se inició una política de consenso y acuerdos entre las fuerzas políticas para aprobar las reformas necesarias. Los Pactos de la Moncloa fueron aprobados en 1977 con el objetivo de redactar la Constitución y combatir la crisis económica. A pesar de la amnistía que permitió la libertad de ETA, ésta continuó con sus atentados contra militares que querían bloquear el proceso hacia la democracia, matando a más de 300 personas entre 1978 y 1980. Se restableció la Generalitat de Cataluña y se entrevistó a Tarradellas (presidente en el exilio) con el rey y Suárez en 1977, lo que ayudó a restaurar la normalidad en Barcelona. El gobierno impulsó la generalización de las autonomías antes de la estructura territorial de España por la Constitución.

4. GOBIERNOS DE LA UCD (1979-1982) -El gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981): El gobierno de Adolfo Suárez convocó elecciones en 1979, en las que la UCD volvió a ganar y el PSOE quedó en segundo lugar. El proceso autonómico fue aprobado por las Cortes, lo que provocó críticas de algunos partidos políticos. Suárez tuvo problemas con su propio partido y presentó su dimisión en 1981, siendo sustituido por Leopoldo Calvo Sotelo. El 23 de febrero de 1981, se produjo un intento de golpe de Estado que fracasó. El gobierno de Calvo Sotelo aprobó la ley del divorcio y los pactos autonómicos, además de la entrada de España en la OTAN. La UCD se fragmentó y Adolfo Suárez creó su propio partido, mientras que el PSOE estaba unido en torno a Felipe González.

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