Reinos Taifas
En el 1031 el califato se dividió en reinos de taifas (1031-1090). Reinos musulmanes que se enfrentaron entre ellos a menudo, de vez en cuando los cristianos les ayudaban a cambio de las parias (tributo que pagaban los reinos de taifas a los reyes cristianos a cambio de protección), por los enfrentamientos las taifas se fueron reduciendo a pesar de su debilidad política, si cultura, y economía seguía siendo próspera. En 1085 Alfonso VI de Castilla conquista Toledo por lo que las taifa de Zaragoza, Sevilla y Badajoz piden ayuda a los almorávides, que después de derrotar a los cristianos en la Batalla de Zalaca en 1086 unifican Al-Ándalus y establecieron el Imperio Almorávide. Hasta 1145 la decadencia del poder almorávide favoreció la llegada de los 2° reinos de taifas (taifas almorávides) que eran – numerosos y + débiles que duran hasta 1170 que llegan los almohades, que unifican otra vez Al-Ándalus y establecen su Imperio Almohade con Sevilla como capital. Los almohades crearon una gran derrota a Alfonso VIII de Castilla en la Batalla de Alarcos en 1195 pero en avance cristiano no lo frenaron y en el 1212 Alfonso VIII al frenar una coalición de reyes cristianos no derrotaran en la Batalla de las Navas de Tolosa. Surgirán los 3° reinos de taifas o taifas almohades, estos reinos estuvieron en una constante inestabilidad política, todos acabaron bajo el control cristino menos el Reino Nazarí de Granada que se declaró vasallo de Castilla y le pagó las parias. Granada recibió a los musulmanes que no quisieron someterse a Castilla, vivía una época de esplendor cultural y artístico, pero sufre la presión de los cristianos, los enfrentamientos entre los principales linajes… El reino sobrevivió hasta 1492 cuando los Reyes Católicos lo incorporaron a Castilla.
Califato de Córdoba, Emirato
Cuando llegaron los musulmanes a la Península Ibérica fue por la crisis interna de la monarquía visigoda y al movimiento expansivo del Islam. La conquista empezó en el 711 con la derrota de don Rodrigo frente a Tarik en la batalla de Guadalete, desde entonces y en pocos años los musulmanes dominaron la península menos las zonas cantábricas y pirenaicas, esta velocidad es por la decadencia del reino visigodo, la tolerancia religiosa de los musulmanes y sus pactos de capitulaciones. Después de la conquista se establece en Al-Ándalus el emirato dependiente de Damasco (714-755) la Península Ibérica era una provincia del Imperio Musulmán gobernado por los califas omeyas. Fueron años de inestabilidad política y enfrentamientos entre musulmanes (árabes y bereberes) por el reparto de las tierras, pero siguieron con las campañas militares de conquista aunque también tuvieron derrotas. En el 756 Abderramán I (único superviviente de la revolución Abbasi, que provocó la caída y asesinato de la dinastía Omeya de Damasco) se proclama emir independiente de Bagdad (756-929) pero mantiene la dependencia religiosa. Fue una etapa de consolidación y reorganización del poder musulmán. Pero las revueltas, intransigencia religiosa y tensiones sociales con los mozarabes se sucedieron, esto lo soluciona Abderraman III ya que en el 912 llega al poder, pacifica Al-Ándalus y en el 929 se proclama califa (929-1009) y los consideramos el periodo con mayor esplendor político, económico, cultural y artístico musulmán en la península. Abderraman frenó a los cristianos, creó un cuerpo de funcionarios palatinos, sustituyó a los árabes por bereberes en el ejército y estableció relaciones con Bizancio. Los califas más importantes son Abderraman III, Al-Hakan II y Hishan II. En lo militar destacó Almanzor que anuló la autoridad del califa Hisham II, convirtió el califato en una dictadura militar. Realizó muchos ataques contra los cristianos. Sus hijos le sucedieron cuando murió. De 1009 hasta 1031 son años de confusión política y luchas entre bandas, en 1031 desaparece el califato y aparecen los reinos de taifas.
Reino Visigodo
En el S V d C el Imperio Romano de Occidente desapareció definitivamente de las invasiones de los pueblos germánicos del norte y centro de Europa. En el 409 varios pueblos germánicos (suevos, vándalos y alanos) entraron en la Hispania romana sin resistencia. En el 411 entraron los visigodos en calidad de federados (aliados de Roma) para luchar contra las anteriores tribus germánicas que invadieron la península. Los visigodos expulsaron a vándalos y alanos de Hispania, y después conquistaron el reino que los suevos crearon en Galicia al igual que los territorios bizantinos del sur de la península ibérica. A principios del S VI después de la desaparición del imperio Romano de Occidente los visigodos decidieron fundar un reino (capital en Toledo) que llegó a extenderse por toda la península ibérica. La monarquía visigoda fue electiva (los reyes los elegían la nobleza visigoda guerrera) lo que provocó frecuentes guerras civiles. Únicamente los monarcas de mayor personalidad lograron que el trono pasara a sus hijos. Los reyes visigodos tuvieron un gran poder político y contaron con instituciones de gobierno como estas:
- Concilios de Toledo: asambleas de carácter eclesiástico, formada por obispos, que acabaron teniendo una función legislativa en el reino visigodo. Los obispos también actuaron como jueces e inspectores de impuestos, siempre al servicio de la monarquía.
- Aula Regia (Consejo Real): órgano asesor del monarca, eran los altos funcionarios, nobles y obispos (alto clero).
- La administración territorial se basa en los duques (grandes nobles visigodos, gobernadores de las provincias) y en los comes civitatis (gobernadores visigodos de las ciudades).
Los conquistadores visigodos (200.000 aprox) terminaron asimilando la cultura hispanorromana de la mayoría de los habitantes de Hispania (6 mill de hispanorromanos) por lo que adoptaron como lengua latín, y se convirtieron al catolicismo. Hicieron un código de Justicia para visigodos a hispanos basado en el derecho romano (Fuero Juzgo). El reino visigodo de España se extendió desde principios del VI hasta principios del VIII y en el año 711 fue destruido por la invasión árabe. Durante este tiempo predominó una sociedad ruralizada.