La Guerra Civil Española: Las Causas de la Sublevación: Una España Dividida
Las políticas llevadas a cabo durante la Segunda República estaban en clara confrontación, dando lugar a violentos enfrentamientos armados, como la Revolución de Asturias de 1934, considerada el precedente inmediato de la guerra civil. La República conoció una pérdida progresiva de apoyos sociales, tanto por la izquierda como por la derecha, amenazando la estabilidad del sistema, sobre todo tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936.
Los Sublevados
Representaban a los sectores más conservadores de la sociedad española, y contaron con el apoyo de los partidos de derecha. Se oponían frontalmente a las medidas de la izquierda. La base social se componía de militares conservadores, propietarios agrarios, monárquicos de derecha, católicos y tradicionalistas. Este bando recibió ayuda de fascistas italianos y de los nacionalsocialistas alemanes, movimientos que tendieron a imitar en aspectos tales como el saludo, la organización, los ideales y las tácticas (Bombardeo de Guernika). Estaban organizados en torno a Falange Española, los Carlistas y la CEDA.
El Golpe de Estado
Comenzó siendo un movimiento de carácter militar. Los principales organizadores de la trama eran personas con muy diversas aspiraciones políticas. Los diferentes modelos de Estado que se proponían eran el de los carlistas, partidarios de la instauración de una monarquía tradicionalista; el de la CEDA y los monárquicos borbónicos, que defendían la restauración alfonsina; el de los pertenecientes a la falange, que aspiraban a instaurar un régimen totalitario de corte fascista; y el del principal organizador de la sublevación, el general Mola, que pretendía instaurar una dictadura militar que garantizara el orden.
Las Fases del Conflicto
Hay cuatro fases en el desarrollo del conflicto:
Primera Fase: Julio de 1936 a marzo de 1937
La 1ª fase de la guerra se conoce como guerra de columnas. Las tropas de África, después de cruzar el Estrecho de Gibraltar en julio de 1936, avanzaron y consiguieron enlazar con la zona sublevada del norte peninsular después de eliminar la resistencia ciudadana en Badajoz, con represalias y fusilamientos de la población en la plaza de toros.
Segunda Fase: Marzo a octubre de 1937
Entre finales de marzo y octubre de 1937 las acciones militares se concentraron en la franja cantábrica, avanzando las tropas nacionales de Este a Oeste. Las primeras ciudades en caer fueron Irún y San Sebastián. En esta ofensiva la aviación de la Alemania nazi bombardeó la población civil de Guernika (primer bombardeo aéreo de la historia sobre población civil).
Tercera Fase: Diciembre de 1937 a noviembre de 1938
Perdida la franja cantábrica, diciembre de 1937, el ejército republicano fue reestructurado para aumentar su eficacia. El nuevo ejército republicano lanzó fuertes ofensivas bélicas (la de Teruel) para aislar Aragón del resto de frentes, y tras esto, Franco siguió avanzando hacia el Mediterráneo, camino de Cataluña y Valencia.
Cuarta Fase: Diciembre de 1938 a abril de 1939
Franco decidió tomar Cataluña. El 26 de enero de 1939 entró en Barcelona sin encontrarse resistencia.
Los Gobiernos de la República Durante el Conflicto
Largo Caballero recompone el Estado Largo Caballero, formó un nuevo gobierno en septiembre de 1936 (integrado por republicanos, socialistas, y por primera vez, comunistas). En noviembre se sumaron 4 ministros anarcosindicalistas para crear una gran alianza antifascista que permitiese recomponer el poder del Estado y hacer frente a los sublevados. Sin embargo, la facción comunista acabó por tratar de dirigir la guerra, ya que los anarcosindicalistas del POUM se le opusieron, colectivizando tierras y negándose a integrar sus milicias en el ejército regular, puesto que defendían la revolución.