La Unificación de Alemania
La Unificación de Alemania fue un proceso político que tuvo lugar a finales del siglo XIX y que culminó con la creación del Imperio Alemán en 1871.
Antecedentes políticos y militares
Los antecedentes políticos y militares se fechan en las revoluciones de 1848, que triunfaron en la mayoría de los estados de la Confederación. En el Parlamento de Francfort se reunieron los liberales vencedores de la revolución para hablar de la unificación, pero rápidamente la Santa Alianza reprimió estos movimientos liberales reponiendo a reyes absolutistas en los estados.
Guerras y unificación
La unión económica y cultural sentaron las bases para la unión política, que se consiguió con guerras. La guerra contra Dinamarca por los ducados de Holstein y Schlewig fue un primer paso hacia la unificación. Posteriormente, la guerra entre Prusia y Austria resultó en la victoria de Prusia, que lideraría la unificación.
Conflicto con Francia
Francia se opuso a la creación de un país poderoso al lado suyo, lo que desencadenó la guerra franco-prusiana. Prusia venció a Francia en la Batalla de Sedán en 1870, lo que significó el final del Imperio Francés y la creación del Imperio Alemán en 1871.
La Unificación de Italia
En Italia se llevaron a cabo dos proyectos para la unificación: el nacionalismo democrático liderado por Mazzini y la postura de una monarquía liberal defendida por Victor Manuel II.
Etapas de la unificación territorial
El proceso unificador de Italia se llevó a cabo durante el reinado de Victor Manuel II de Saboya, con la ayuda de Garibaldi y Cavour. La preparación diplomática y la guerra contra Austria fueron pasos clave en este proceso. La culminación del proceso unificador se dio con la incorporación de los Estados Pontificios y la proclamación de Roma como la nueva capital de Italia.