El retorno de los Borbones
Con el pronunciamiento militar de Pavía se terminaba la experiencia de la Primera República democrática. Pavía, tras disolver las Cortes, dio el Gobierno a Serrano, quien mantuvo el régimen republicano, pero con un carácter autoritario (dictadura de Serrano).
El pronunciamiento de Martínez Campos
Cánovas no era partidario de los pronunciamientos militares, Martínez Campos realizó un pronunciamiento en Sagunto y proclamó como rey de España al príncipe Alfonso. Serrano se exilió a Francia y se formó un “ministerio regencia” bajo la presidencia de Cánovas del Castillo, que urgió a Alfonso de Borbón para que volviera a España.
Las bases del régimen de la Restauración
Cánovas del Castillo fue el personaje clave de esta etapa. Era un jurista, historiador y periodista, que orientó su actividad hacia la política. Para él, cualquier modelo político tiene que tener una base en la historia, de ahí su defensa de la Monarquía y las Cortes como grandes instituciones permanentes a lo largo de la historia de España y sobre las que se asentará el régimen político de la Restauración.
Las medidas de Cánovas del Castillo
Las primeras medidas del nuevo gobierno de Cánovas se orientaron a buscar el apoyo de la Iglesia, que estaba distante por los ataques recibidos en el período revolucionario, y del Ejército, reincorporando a los mandos que habían perdido sus empleos en el Sexenio, al tiempo que se convertía al rey en jefe del Ejército con el objetivo de asegurar la sumisión de los altos mandos militares y evitar futuros pronunciamientos.
La Constitución de 1876
Se celebraron elecciones a Cortes constituyentes elegidas por sufragio universal, aunque el Gobierno ya se había asegurado un sistema de captación de votos para que el 90% de los diputados pertenecieran al partido liberal-conservador, lo que determinaría el carácter conservador y oligárquico de la nueva Constitución que se aprobó el 30 de junio de 1876.
El funcionamiento del sistema
Los partidos dinásticos: Partido Conservador y Partido Liberal. Para Cánovas eran necesarios 2 partidos que se turnasen en el Gobierno y que fuesen respetuosos de la monarquía alfonsina y la Constitución.
Corrupción electoral y caciquismo
Cuando el partido en el Gobierno sufría un proceso de desgaste político, el monarca llamaba al jefe del partido de la oposición para formar un nuevo Gobierno y le otorgaba el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones. Esto implicaba la corrupción electoral, ya que las elecciones estaban adulteradas por el Ministerio de Gobernación, que ‘fabricaba’ los resultados electorales mediante la asignación previa de escaños en cada circunscripción electoral y enviaba esa lista a los gobernadores civiles, asegurándose el triunfo electoral previamente pactado.
La labor de gobierno
El Partido Conservador y el Liberal se alternaron en el Gobierno realizando una gestión muy similar; existía un acuerdo de no promulgar nunca una ley que forzase al otro partido a derogarla cuando regresase al Gobierno.