ÚLTIMA PROCLAMA DEL COMITÉ PROVINCIAL REVOLUCIONARIO DE ASTURIAS
Nos encontramos ante la última proclama del Comité Provincial Revolucionario de Asturias fechada el 18 de octubre de 1934. En ella, el Comité comunica la decisión de poner fin a la insurrección proletaria contra la burguesía, destacando la necesidad de una tregua para evitar mayores males.
La decisión de cesar la huelga
El texto explica las razones por las que recomienda cesar en las actividades huelguísticas, destacando la enorme superioridad de las fuerzas que tiene en frente. En realidad no habla de renunciar a la lucha, ni de redención, sólo de una tregua para recuperar la lucha cuando sea conveniente. Para el Comité Revolucionario no ha habido una derrota, ya que las razones de los obreros son justas y, antes o después, lograrán su objetivo.
El fin de la acción revolucionaria
Finalmente, aconseja a todos recuperar la normalidad y volver al trabajo, abandonando la idea de la acción revolucionaria. La Huelga fue convocada en toda España y tenía carácter revolucionario, ya que no era una simple huelga que reivindicaba mejoras laborales. Pretendía hacerse con el poder y crear una república obrera, derrocando al poder establecido en esos momentos en la República: Gobernaba una coalición de derechas.
La revolución en Asturias
La revolución protagonizada por los obreros asturianos, organizados por la UGT y con el apoyo de algunos líderes del PSOE, duró 13 días, desde el 5 de octubre, para rendirse ante las tropas del general López Ochoa, que mandaba sobre el terreno el ejército enviado a Asturias al mando supremo de Franco. El texto hace continuas referencias a la actuación valiente y las aspiraciones revolucionarias de los obreros. Atribuyen el fracaso de su huelga a la superioridad de las fuerzas represoras, enfocándolo como una tregua temporal.
Antecedentes y consecuencias
Se menciona la histórica idea de una huelga revolucionaria planteada en 1917 por la UGT y la CNT, con el objetivo político de cambiar de gobierno, solo obtener mejoras laborales. En 1934, la UGT retoma la idea contra el gobierno derechista, buscando derrocarlo y evitar el ascenso de ideologías fascistas. Respecto a la cuestión planteada, las causas de la rebelión hay que buscarlas en las elecciones de 1933 y la posterior formación de gobiernos de derechas con el apoyo de la CEDA.
El contexto político
El enfrentamiento llevará a una nueva polémica cita electoral en 1936, con una España definitivamente dividida en dos frentes, y un resultado electoral cuestionado por los perdedores e instrumentalizado por los ganadores. El texto se enmarca en el bienio radical-cedista de la II República, después del triunfo electoral de las derechas en las elecciones de 1933, con la CEDA de Gil Robles como partido con más escaños, seguido por el Partido Radical de Alejandro Lerroux.
La situación en Cataluña
También en octubre, en la Generalitat liderada por Lluís Companys proclama el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, en respuesta a la declaración de incompetencia del Parlament por parte de las Cortes madrileñas. Las cárceles se llenaron de presos políticos y entraron tres ministros de la CEDA en el gobierno, con Gil Robles en la cartera de Guerra y Franco como Jefe del Estado Mayor.
Las consecuencias se resumen en el fracaso revolucionario asturiano, la represión y el encarcelamiento de sus líderes. Al igual que sucedió con la proclamación de la independencia de Cataluña, este acontecimiento demuestra la división y el frentismo irreconciliable existente en esos momentos.