Dictadura de Primo de Rivera
1. Causas
- Incapacidad de los partidos dinásticos: El sistema de turno de partidos de la Restauración estaba desacreditado y era incapaz de resolver los problemas que se arrastraban desde el desastre del 98.
- Intervencionismo de Alfonso XIII: El rey intervino activamente en la vida política, implicándose en los cambios de gobierno y rodeándose de la jerarquía militar.
- Oposición de la oligarquía: La oligarquía se opuso a las medidas democráticas que amenazaban su poder.
- Influencia del fascismo italiano: El régimen totalitario de Mussolini en Italia sirvió de inspiración para algunos sectores que buscaban una alternativa a la democracia.
- Regeneracionismo militar: Surgieron corrientes dentro del ejército que criticaban el atraso de España y proponían soluciones autoritarias.
- Desastre de Annual: El informe Picasso sobre el desastre de Annual amenazaba con involucrar al rey y a altos mandos del ejército.
- Descontento popular: La opinión pública estaba desengañada del régimen y harta de la corrupción. La prensa criticaba al gobierno y a los partidos del turno.
- Crisis del sistema: La triple crisis (política, económica y social) dejó al sistema de la Restauración sin salida.
- Apoyo del rey: Alfonso XIII dio su beneplácito al golpe de Estado de Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923.
2. Golpe de Estado
Primo de Rivera declaró el estado de guerra y pidió poderes para los militares en un manifiesto a la nación y al ejército. Su ideología era una mezcla de regeneracionismo y fascismo italiano, y declaraba la transitoriedad del nuevo régimen. El rey le encomendó formar un nuevo gobierno, poniendo fin al turno de partidos y uniendo su destino al de la dictadura. El golpe de Estado fue apoyado por gran parte del país como un remedio a la crisis institucional. Los principales grupos de apoyo fueron la oligarquía, la burguesía catalana y la UGT. La oposición provino de republicanos, anarquistas y comunistas.
3. Etapas
3.1 Directorio Militar (1923-1925)
El gobierno estuvo formado por generales, con Primo de Rivera a la cabeza. Se declaró el estado de guerra, se suspendió la Constitución de 1876, se disolvieron las Cortes, se censuró la prensa y se cerraron las universidades. Para eliminar el caciquismo, se disolvieron los ayuntamientos y se sustituyeron por juntas de vocales asociados. La regeneración prometida fue una farsa, ya que se suspendieron todos los mecanismos electorales y se renovaron los caciques por otros. Se creó un partido único, la Unión Patriótica, que carecía de contenido ideológico claro y agrupaba a católicos y funcionarios. El expediente Picasso concluyó con la separación del servicio del general Silvestre, responsable del desastre de Annual, y la condena de algunos oficiales. Abd-el-Krim, líder de la rebelión rifeña, decidió atacar el protectorado francés en Marruecos en 1925, lo que posibilitó el acuerdo franco-español y el desembarco de Alhucemas, que condujo a la pacificación de Marruecos.
3.2 Dictablanda (1925-1930)
Con el éxito en Marruecos, Primo de Rivera pensó que su régimen tendría continuidad y abandonó el carácter provisional. Sustituyó a los militares por civiles especializados, pero la Constitución y las libertades permanecieron suspendidas. En un intento de institucionalizar el régimen, se creó una Asamblea Nacional Consultiva compuesta por representantes de corporaciones y de la administración, elegidos por el poder. Esta asamblea no tuvo poder real y fracasó en su intento de redactar una nueva constitución. Destacó la política económica dirigida por Calvo Sotelo.
4. Fin de la Dictadura
El fracaso de los proyectos por falta de dinero y la crisis económica de 1929 produjeron una situación similar a la de los años anteriores a la dictadura. Los grupos sociales se apartaron del régimen, se extendieron las redes de corrupción y favoritismo, y aumentó el descontento popular. La pérdida de apoyo del ejército y del rey hizo que Primo de Rivera dimitiera en 1930. Alfonso XIII encargó un nuevo gobierno a Berenguer para una transición hacia el régimen constitucional. Los representantes de las fuerzas de oposición firmaron el Pacto de San Sebastián, con una campaña antimonárquica. Se produjeron revueltas y se constituyó un gobierno provisional republicano paralelo, cuyos miembros fueron detenidos. Berenguer dimitió por el fracaso de convocar elecciones. Su sustituto, Aznar, convocó elecciones municipales que sirvieron como referéndum sobre la monarquía. El triunfo de los republicanos provocó la salida de Alfonso XIII del país y la proclamación de la Segunda República Española.