La Dictadura de Primo de Rivera y el Final del Reinado de Alfonso XIII
Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), el régimen de la Restauración entró en crisis. Los partidos tradicionales del turno, Conservadores y Liberales, intentaron a principios del siglo acometer reformas que no fueron suficientes para acabar con los problemas de España. La oposición política (republicanos, socialistas y nacionalistas) iba en aumento, así como la conflictividad social que se tradujo en huelgas y movilizaciones obreras. La respuesta de los gobiernos fue la represión, lo que provocó un aumento de la tensión, produciéndose graves crisis como la Semana Trágica de Barcelona en 1909 o la crisis de 1917, a lo que hay que sumar el problema de la guerra de Marruecos. Ante esta situación insostenible, triunfó la instauración de la dictadura de Primo de Rivera, que contó con el beneplácito de Alfonso XIII.
Causas de la Dictadura
Son varias las causas que explican que la dictadura militar se contemplase como única solución entre la alta burguesía, las clases medias y el ejército. Los sucesivos gobiernos inestables, el descontento del ejército tras el desastre de Annual y el afán de evitar las consecuencias del expediente Picasso para algunos militares y el rey son algunos factores. Por otro lado, el auge de los nacionalismos en Cataluña y en el País Vasco, el ascenso de los republicanos, la radicalización del movimiento obrero (fundación del PCE en 1921) junto a la influencia de la revolución bolchevique de 1917 y del triunfo del fascismo en Italia tras la Marcha sobre Roma (1922) y el ascenso al poder de Mussolini ayudaron a la implantación de la dictadura.
Golpe de Estado y Establecimiento de la Dictadura
Así, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, se sublevó el 13 de septiembre de 1923 y justificó su actuación como un intento regeneracionista. El golpe contó con el apoyo del rey, así como del ejército, la Iglesia y la burguesía. Los sublevados declararon el estado de guerra, la suspensión de las garantías constitucionales, la disolución de las Cortes, la prohibición de la actividad de los partidos políticos y el establecimiento de una rígida censura de prensa. El régimen de la Constitución de 1876 fue sustituido en medio de la indiferencia popular y sin apenas resistencia.
El Directorio Militar (1923-1925)
El régimen tuvo dos etapas. La primera fue el Directorio Militar (1923-1925). Una vez suspendida la Constitución, Primo de Rivera se nombró ministro único asesorado por un directorio militar, formado por generales. Entre las medidas tomadas destacan:
- Desarrollo de una política centralista con la prohibición de la bandera y el himno catalán y restricción de la lengua catalana al terreno privado.
- Persecución al nacionalismo radical vasco (PNV) y disolución de la Mancomunidad de Cataluña.
- Adopción de medidas severas contra el orden público, prohibiéndose las manifestaciones y las huelgas, lo que redujo el número de atentados y conflictos laborales.
- Institucionalización de la dictadura con la promulgación del Estatuto Municipal (1924), nombramiento de delegados gubernativos en los ayuntamientos (militares), y creación de la Unión Patriótica, partido único siguiendo el modelo fascista de Mussolini.
Su mayor éxito vino del exterior en Marruecos con el Desembarco de Alhucemas en 1925. Gracias a una operación militar hispano-francesa se puso fin a la resistencia de guerrillas marroquíes y tras semanas de enfrentamientos su líder Abd-el-Krim se entregó a las autoridades. Fue un éxito político y popular y supuso la reconciliación con el Ejército, con los ciudadanos y con los empresarios inversores en Marruecos.
El Directorio Civil (1925-1930)
En diciembre de 1925, un Directorio Civil (1925-1930), presidido también por Primo de Rivera, sustituyó al Directorio Militar. Tras los éxitos económicos y políticos, trataba de institucionalizar la dictadura. Así, en 1927 se constituyó una Asamblea Nacional Consultiva, formada por miembros de la Unión Patriótica elegidos por sufragio restringido y que fracasó en su intento de elaborar un proyecto de Constitución ya que organizaba un Estado sin soberanía nacional, sin división de poderes y muy autoritario, por lo que no obtuvo ningún respaldo.
Por lo que respecta a las medidas sociales, se crea el Consejo Nacional del Trabajo que pretendía aprobar leyes referentes a los contratos de trabajos o accidentes y la Organización Corporativa del Trabajo, que pretendió asemejarse a un sindicato oficial. La política económica liderada por Calvo Sotelo se basó en un fuerte proteccionismo, limitando la competencia, fijando los precios y creándose monopolios estatales (Telefónica, CAMPSA…). Además, se mejoraron las infraestructuras (construcción de carreteras, ampliación de la red ferroviaria…).