El Sexenio Democrático, también conocido como Sexenio Revolucionario, fue un período crucial en la historia contemporánea de España que abarcó desde el triunfo de la revolución de septiembre de 1868, que derrocó a Isabel II, hasta el pronunciamiento de diciembre de 1874, que marcó el inicio de la Restauración borbónica.
Antecedentes: Crisis del Reinado de Isabel II
Los cimientos del Sexenio Democrático se encuentran en la fase final del reinado de Isabel II. Entre 1863 y 1868, una serie de gobiernos conservadores y autoritarios, junto con una grave crisis industrial, financiera y de subsistencias, generaron un profundo malestar social. La corrupción y el desprestigio de la reina contribuyeron a la formación del Pacto de Ostende en 1866, que unió a progresistas, demócratas y republicanos con el objetivo de destronar a Isabel II.
La Revolución de 1868 y el Gobierno Provisional
En septiembre de 1868, la sublevación liderada por el almirante Topete en Cádiz, conocida como la «Revolución Gloriosa», triunfó rápidamente. Se estableció un gobierno provisional presidido por Serrano, que convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal. La coalición gubernamental obtuvo la victoria y la Constitución de 1869 fue promulgada, estableciendo una monarquía democrática con división de poderes, derechos de reunión y asociación, y libertad de cultos.
La Monarquía Democrática: Amadeo I (1871-1873)
Tras la aprobación de la Constitución, Amadeo de Saboya fue elegido rey. Sin embargo, su reinado estuvo marcado por la inestabilidad política debido a la oposición de carlistas, alfonsinos y republicanos. La falta de apoyo y las constantes crisis llevaron a la abdicación de Amadeo I en 1873.
La Primera República Española
La Primera República fue proclamada en febrero de 1873, pero enfrentó numerosos desafíos. La debilidad del régimen, la oposición de grupos poderosos y las divisiones internas entre republicanos unitarios y federales llevaron a una gran inestabilidad. Durante este período, se implementaron reformas como la supresión del impuesto de consumos, la eliminación de las quintas y la separación de la Iglesia y el Estado. Sin embargo, la República también tuvo que lidiar con la guerra carlista y la guerra de Cuba.
El Cantonalismo
El triunfo de los republicanos federales en las elecciones llevó a la proclamación de la República Federal. Sin embargo, las discrepancias entre los transigentes, liderados por Pi y Margall, y los intransigentes, que abogaban por una construcción federal desde abajo, llevaron a la insurrección cantonal. El ejército reprimió la rebelión, pero el cantón de Cartagena se convirtió en un símbolo de este movimiento.
El Fin de la República y el Camino a la Restauración
En enero de 1874, el general Pavía encabezó un golpe militar que disolvió las Cortes republicanas. Se estableció un gobierno presidido por Serrano, que suspendió la Constitución. Mientras tanto, Cánovas del Castillo preparaba el regreso de los Borbones. En diciembre de 1874, el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto proclamó la Restauración borbónica con Alfonso XII como rey, dando inicio a una nueva etapa en la historia de España.