EL SIGLO XVIII: EL REFORMISMO BORBÓNICO Y LA ILUSTRACIÓN.
3 La Ilustración en España y Castilla-La Mancha
a)-La Ilustración española
Este movimiento filosófico y cultural, que tiene su origen en la Inglaterra del siglo XVII con pensadores como John Locke y David Hume y se desarrolla en la Francia del XVIII, se caracteriza básicamente por la defensa de la razón como base del conocimiento que permite alcanzar la felicidad.
Sin cuestionar directamente las relaciones de poder en el Antiguo Régimen, aunque cuestionando la organización de la monarquía absoluta, sí que lo hicieron respecto a la estructura económica y social. En lo económico pedían libertad a la hora de comprar, vender o establecerse, por lo que instituciones como los gremios o la Mesta las veían como desfasadas y constituían un obstáculo al desarrollo. En lo social criticaban la existencia de una sociedad estamental que transmitiera privilegios y defendían la igualdad y el derecho a la libertad de todos los ciudadanos. También se opusieron al dominio ideológico de la Iglesia y a su carácter conservador.
En esta renovación ideológica tuvieron un papel fundamental los filósofos Montesquieu con su planteamiento sobre la separación de poderes y Rousseau y su defensa del principio de soberanía popular.
En España las nuevas ideas ilustradas cuentan con el apoyo, impulso y control de la monarquía, fundamentalmente de Carlos III, pero también fueron fundamentales una serie de pensadores (Feijoo, Campomanes, Jovellanos, Floridablanca, …) que coincidían en su interés por la ciencia, el espíritu crítico y la idea de progreso. Hicieron de la educación su objetivo prioritario para conseguir que se sustentase el cambio social.
La tarea de Carlos III para la introducción del llamado Despotismo Ilustrado se vio dificultado por el poder de la Iglesia en el campo de la educación; por el momento elegido para hacerlo (época de escasez y altos precios); la oposición de los privilegiados, que veían en las reformas una reducción de su poder e influencias o la resistencia popular a los cambios. Todo esto desembocó en el llamado “Motín de Esquilache” que supuso un freno a las reformas.
No obstante se llevaron a cabo algunas reformas. En el plano agrícola se repobló Sierra Morena, hubo libertad de circulación y precios para los productos agrícolas, disminuyeron los privilegios de la Mesta ….; en lo comercial libertad de oficios, apertura de nuevos puertos al comercio colonial) …en lo cultural se pusieron nuevos programas educativos ,… (esto se vio favorecido por la expulsión de la Compañía de Jesús). En general los resultados fueron bastante escasos por la oposición de ciertos sectores y la premura de tiempo ya que al poco tiempo surgió la Revolución Francesa con sus consecuencias.
b)La Ilustración en Castilla – La Mancha
Durante el siglo XVIII los cambios experimentados fueron escasos. En el aspecto poblacional se puede hablar de un moderado crecimiento de en torno un 25%, lo que permitió que el total de habitantes se situara en torno al millón de habitantes, muchos de los cuales vivían en los grandes pueblos manchegos situados entre el Tajo y el Guadiana, mientras que las ciudades entraban en un proceso de recuperación. La economía siguió basándose en la agricultura y la ganadería con productos como los cereales, vid, olivo, ganadería trashumante, etc. La industria subsistió gracias al apoyo estatal a las Reales Fábricas como las de paños de Brihuega o sedas de Talavera. El comercio se vio favorecido por las mejoras en las comunicaciones, sobre todo a través de Despeñaperros.
En lo administrativo el principal cambio vino de la aparición de la nueva provincia de la Mancha, en tierras fundamentalmente de la actual de Ciudad Real.
En la sociedad siguió existiendo la preeminencia de la nobleza y el clero apoyados en la pervivencia del régimen señorial.
En lo cultural lo más destacado fue la aparición de las Sociedades Económicas de Amigos del País. En ellas estuvieron los elementos más dinámicos de la sociedad del momento (clérigos ilustrados, profesionales liberales, funcionarios, ..) y se encargaron de transmitir las ideas reformistas, y siempre que les fue posible la difusión de avances técnicos para el desarrollo de la agricultura e industria; fundaron escuelas, lucharon contra la pobreza, etc.
Los representantes más destacados de este reformismo fueron el arzobispo de Toledo Lorenzana y el obispo de Cuenca Palafox.