La Crisis de la Restauración Borbónica en España
El Reinado de Alfonso XIII y el Agotamiento del Sistema
En 1902, Alfonso XIII fue declarado mayor de edad, dando inicio a un reinado marcado por una profunda crisis política. La muerte de Cánovas del Castillo y Sagasta sumió a los partidos tradicionales en una lucha por el liderazgo, facilitando la aparición de nuevas fuerzas políticas y el agotamiento del sistema canovista. La violencia social, producto del enfrentamiento entre sindicatos y patronal, y el descontento en el ejército tras el desastre del 98 y las guerras de Marruecos, agravaron la situación.
El desastre del 98 generó un movimiento regeneracionista que buscaba acabar con el caciquismo y el fraude electoral. Tras el asesinato de Cánovas, Francisco Silvela asumió el liderazgo del partido conservador, pero pronto lo abandonó en favor de Antonio Maura. Maura, con un programa basado en el conservadurismo católico, la atención a las clases medias y una política nacionalista y expansionista en Marruecos, intentó modernizar la economía y descentralizar el estado.
La Semana Trágica y sus Consecuencias
El estallido de la Semana Trágica en 1909 aceleró la crisis. El envío de tropas a Marruecos por parte de Maura tras un ataque a trabajadores españoles provocó protestas y una huelga general en Barcelona. La represión posterior, con la condena a muerte de Ferrer i Guardia, generó una ola de indignación que forzó la dimisión de Maura.
Le sucedió José Canalejas, pero su asesinato dejó a los liberales sin su principal líder. El rey llamó a Eduardo Dato, pero un sector de los conservadores, liderados por Maura, se escindió formando el partido maurista.
La Triple Crisis de 1917
En 1917, España se enfrentó a una triple crisis: militar, parlamentaria y obrera. La inflación provocó la creación de Juntas de Defensa en el ejército, que exigían mejoras salariales y reformas políticas. La oposición política convocó una Asamblea Nacional en Barcelona, demandando autonomía para Cataluña y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Y la fuerte inflación desencadenó una serie de huelgas reprimidas por el gobierno.
Alfonso XIII intentó formar un gobierno de colaboración con la presencia de asambleístas, pero fracasó en su intento de reformar el sistema. La violencia obrera y la Ley de Fugas, que permitía la acción criminal del estado contra los sindicalistas, agravaron la situación social.
La Cuestión de Marruecos y el Desastre de Annual
A la crisis interna se sumó la cuestión de Marruecos. España, en el reparto de África, obtuvo el protectorado del norte del territorio. Sin embargo, la población rifeña, liderada por Abd-el-Krim, se rebeló contra la presencia española. El desastre de Annual en 1921, una derrota militar humillante, generó un profundo malestar en el ejército y en la sociedad española.
El Golpe de Estado de Primo de Rivera y el Fin de la Restauración
En este contexto de crisis, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado en 1923. Alfonso XIII se negó a destituir a los sublevados y el gobierno dimitió. El rey entregó el poder a Primo de Rivera, poniendo fin a la Restauración borbónica y dando inicio a una dictadura.