El comienzo de una era: Los Reyes Católicos
Isabel y Fernando: una pareja poderosa:
Bajo el reinado de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los reinos hispanos se incorporaron a la Edad Moderna como una de las monarquías más poderosas de su época en el continente europeo.
La unión dinástica:
1. En el año 1469 contrajeron matrimonio la princesa Isabel, hermana del rey Enrique IV de Castilla, y el príncipe Fernando, hijo y heredero del rey Juan II de Aragón.
2. En 1474 falleció Enrique IV, Isabel se convirtió en reina de Castilla, pero tuvo que librar una guerra civil contra los partidarios de su sobrina Juana, llamada la Beltrámeja.
3. Finalmente, las tropas de Isabel vencieron en la batalla de Toro en 1476 y Portugal la aceptó como reina con la firma del Tratado de Alcaçovas en 1479.
4. Fernando, por su parte, heredó la corona de Aragón en 1479, al morir su padre Juan II.
5. El matrimonio no supuso la unificación de los reinos, sino que fue una unión dinástica.
6. No obstante, gobernaron de modo conjunto su dominio y otra vez en políticas comunes en el ámbito internacional tanto de la guerra como la alianza matrimoniales.
La política exterior: Expandir el territorio
Los Reyes Católicos pretendieron unir todos los reinos peninsulares. Para ello, llevaron a cabo una política basada en anexiones territoriales y alianzas matrimoniales. Su política exterior entendido a los intereses de ambas coronas.
La expansión castellano-aragonesa
Granada: En el reino nazarí de Granada estaba inmerso en una guerra civil, que fue aprovechada por los Reyes Católicos para iniciar la conquista tras 10 años de guerra. En 1492, el rey Boabdil se rindió, lo que supuso la culminación de la Reconquista.
Navarra: En 1512, Fernando el Católico utilizó la alianza con Francia como excusa para invadir el reino de Navarra e incorporarlo a Castilla, aunque mantuvo sus leyes e instituciones.
Portugal: Los Reyes Católicos se vincularon al reino portugués mediante enlaces matrimoniales. Para ello, casaron a su hija Isabel con el rey Manuel I y, cuando ella murió, casaron a su hija María con el mismo rey.
Mediterráneo: Era la prioridad de Aragón. Así, llevaron el enfrentamiento con Francia por el dominio de Nápoles. Esto permitió recuperar los condados de Rosellón y Cerdaña, en el sur de Francia. Además, se conquistaron distintas plazas en el norte de África, como Melilla, Orán o Bujía.
El estado moderno de los Reyes Católicos
El poder de la monarquía autoritaria: el objetivo de los Reyes Católicos fue imponer en sus dominios la autoridad de la monarquía, sometiendo a la nobleza y la iglesia a cambio de mantener sus privilegios económicos y sociales. Sin embargo, el proceso fue mucho más efectivo en Castilla que en la Corona de Aragón, ya que la aristocracia mantuvo su poder y se conservaron muchas de las instituciones medievales.
Para lograr su objetivo, los reyes organizaron un estado que contó con distintas instituciones.
Las instituciones del gobierno
Consejos: Eran asambleas de juristas y funcionarios que asesoraban a los reyes.
Secretarios reales: Eran hombres de confianza de los Reyes, que servían de enlace entre los diversos consejos.
Real Audiencia: También llamada Chancillería, fue creada para asegurarse el control sobre la justicia y hacerla más eficaz.
Ejército profesional: Era pagado por los monarcas y puesto a su servicio en sustitución de las tropas nobiliarias.
Órdenes militares: Fueron puestas bajo el control de la monarquía con el nombramiento de Fernando como maestre.
La uniformidad religiosa
Otro de los principales objetivos de los Reyes Católicos fue conseguir la unidad religiosa, lo que inspiró muchas de su política frente a judíos y musulmanes.
Judíos: En el año 1492, decretaron la conversión forzosa de los judíos que habitaban su dominio. Los que abrazaron el cristianismo fueron llamados conversos, pero los que no lo hicieron fueron perseguidos y tuvieron que abandonar el país ese mismo año.
Unos 300.000 judíos salieron de la península y se instalaron en Francia, los Países Bajos y el Mediterráneo. Se los denominó sefardíes en referencia al nombre bíblico de la península ibérica, y hasta hoy han conservado su costumbre y una lengua que proviene del castellano medieval.
Musulmanes: Tras la conquista del reino nazarí, los reyes habían firmado las capitulaciones de Granada, por las que se organizaba la libertad religiosa de los musulmanes granadinos. Pero en 1499, el cardenal Cisneros los obligó a bautizarse forzosamente, y en 1502 la medida se extendió a toda Castilla.
Algunos abandonaron la península, aunque la mayoría de los musulmanes optaron por el bautismo, y desde entonces recibieron el nombre de moriscos.
La Inquisición
Para acabar con los herejes y perseguir a quienes se apartaran de la fe católica, en el año 1478 se volvió a instituir el tribunal de la Inquisición, que había funcionado en Aragón en época medieval, como principal instrumento para conseguir la unidad religiosa.
Los conversos y moriscos se convirtieron en su principal objetivo. Sin embargo, la presión sobre ambos colectivos no fue igual. En una primera etapa, hasta principios del siglo XVI, los antiguos judíos sufrieron una represión mucho mayor.
Virrey: Se creó la figura del Virrey, representante de los monarcas en cada uno de los reinos de la corona.
Corregidores: Funcionarios que presidían los ayuntamientos en nombre de los Reyes para controlar el poder de las ciudades.
Santa Hermandad: Fundada en 1476, era un cuerpo armado encargado de perseguir a criminales.
Contaduría Real de Hacienda: Era un órgano para la recaudación de impuestos. Se ampliaron los impuestos existentes y se implantaron otros nuevos.
Atlántico: Los intereses de Castilla se orientaron hacia el Atlántico, por dos razones: controlar las rutas de comercio con Flandes y culminar la conquista de las Islas Canarias, lo que resultó trascendental a la hora de explorar la ruta del oeste en dirección a las Indias.
Francia: Para aislar a Francia, los Reyes Católicos concertaron el matrimonio de sus hijos: Juan con Margarita de Austria; Juana con Felipe, heredero de la Casa de Borgoña, que incluía los Países Bajos; Catalina con el rey Enrique VIII de Inglaterra. Con ello, emparentaron con las principales monarquías europeas.